Capítulo 16: Ridícula.

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Lydia

-¿Malva?

No soy yo quien dice el nombre de mi amiga sino Dylan. Dylan conoce a Malva.

-¿Dylan? -mi amiga se ve bastante sorprendida.

-¿Lydia? -digo mi propio nombre porque nadie dijo mi nombre. -¿Se conocen?

-Es mi prima. -responde Dylan.

Ok, ahora soy yo quién está sorprendida.

-¿Él es el Dylan que mandaste al hospital? -pregunta Malva.

-Por milésima vez, no fue mi culpa. Pero sí. -respondo.

-¿Ustedes cómo se conocen? -pregunta ésta vez Dylan.

-Lydia es mi mejor amiga. Esto es bastante... guuau. -sigue sorprendida.

Encuentro una sonrisa muy, muy, muuuuuy pequeña y disimulada en sus labios pero la conozco tanto que la noto.

Alguien más se une a nosotros en el lobby. Nada más y nada menos que... rayos olvidé el nombre pero es la rubia que se cree novia de Dylan.

Ella saluda a Malva como si fueran viejas amigas.

¡¿Malva conoce a todo el mundo o qué?!

-Deberíamos irnos. -le digo a mi amiga.

-Claro. -se despide de la rubia, de Dylan y la jalo para salir del edificio.

Llegamos al restaurante de alitas que solo queda a unas cuadras y que podríamos haber venido caminando pero Malva es tan floja que necesita ir en su coche a todos lados.

-El mundo es taaaaan malditamente pequeño. -suelta cuando ya estamos cómodamente sentadas esperando nuestra orden de alitas. -¿Quién diría que de todos los hombres en el mundo, mandarías a Dylan mi primo al hospital.

-YO-NO-LO-MANDE-AL-HOSPITAL!!!!!

-¡Es MI PRIMO! -lo resalta.

-Ok, es tu primo. ¡Genial! Ahora sé que no vivo con un extraño que podría asesinarme o violarme mientras duermo. -me encojo de hombros.

-Mi primo, Lydia. Y no cualquier primo, un primo lejanísimo. -está sonriendo. Su sonrisa me está asustando.

-¿Yyyyyyyyy...?

-¡Dios! ¿No lo recuerdas?

-¿Qué debo recordar?

-La fiesta de la fraternidad de la cual te largaste después de esperarme 15 minutos. Ese día ibas a conocer a Dylan.

Oh, ahora veo porque tanto énfasis en que es su primo. Ese día hablaba de su primo lejanísimo que era muy parecido a mí y que Malva estaba segurísima que nos llevaríamos muy bien.

-Ah... -digo.

-¿Te das cuenta ahora? Es... ¡esto es enorme! -nunca vi a Malva tan... efusivamente alegre. -Es... ¡el destino!

-No empieces...

-¿Qué no empiece? -sigue feliz. No puede dejar de sonreír, incluso creo que sus ojos tienen un brillo extraño, que no está ahí siempre. -¡Lydia, tenías que conocer de alguna manera u otra a Dylan! ¡No lo conociste en la fiesta, pero lo conociste en ese accidente!

-Es solo casualidad...

-Casualidad, destino o lo que sea. ¡Incluso sus nombres, por Dios! -parece que se acaba de sacar la lotería. Su felicidad no es normal.

Casuality or Causality? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora