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Narra __________ :

Era inevitable dejar de sentir aquella sensación de vacío. Se que suena absurdo, e incluso para mi suena así, pero no puedo evitar sentir que algo le falta a mi incomprendida vida.

Siento que tengo un gran hoyo en mi pecho que me resulta imposible de llenar. A veces tengo ganas de llorar porque siento que aquel agujero se hace vada vez más grande y vacío.

Al punto de llegar a dolerme porque sé que estoy haciendo algo mal, o eso es lo que mi subconsciente me dice.

Por más que he tratado de encontrar algo en mi casa que me explique del poque me siento tan vacía, ha sido una busqueda en vano, porque la casa está más vacía que mi memoria.

Sentirme sola, triste, y con ganas de llorar cuando tengo la compañía de Ari, es algo que obviamente no está bien en mí.

Algo me falta, pero no sé que es.

O a lo mejor, no es algo, sino alguien.

Jean.

Despego mi mirada de la tostada cuando escucho el timbre de la puerta, asi que arrastando mis pies en el suelo, voy hasta está para abrirla y encontrarme con Ariadna.

-¿Todavía con pijama?, ya son las tres de la tarde _________.

-No tengo ánimos de salir a ninguna parte, asi que no importa -respondo -¿Sucede algo?.

-En realidad quería saber como estabas, ¿puedo...? -señala el interior de mi casa con su mirada, asi que me hago a un lado para dejar que entre.

Cuando lo hace y avanza hasta la sala, yo voy a la cocina.

-Tengo yogurt, ¿quieres un poco?.

-¿Tienes cereal?.

-¿Eso no es infantil? -la miro sacando mi cabeza por la entrada de la cocina y ella se encoje de hombros.

-Una tiene la edad que siente, además me gusta. Me recuerda cuando mi madre me preparaba aquello cada desayuno.

-Bien, como quieras -digo entrando nuevamente a la cocina, para tomar el cereal de la alacena -A mí lo único que me recuerda a mi madre, es una cadena de oro en forma de cruz, pero...no recuerdo en dónde la dejé.

-Quizá la guardaste en algún lugar. Te gusta ser cuidadosa con los objetos que te suelen obsequiar.

-Supongo -suspiro -recuerdo que mi madre me dijo, que esa cadena primero fue del padre de mi padre, quién se la dio a mi abuela, y ella se la dio a mi padre pero él se la dio a madre diciendo las misma palabras: como una muestra de amor y protección, luego ella me la dio a mí, diciéndome lo mismo, y se suponía que yo tenía que hacer lo mismo con alguien especial, pero no recuerdo haberle obsequiado a nadie aquella cadena.

-Ahm, posiblemente si...bueno, no, yo no sabía de la existencia de aquella cadena.

-Espero encontrarla -suspiro entregándole el plato con cereal -Esa cadena es especial para mí, Ari, y sé que también será especial para la persona a la que se la obsequie. Porque estoy segura de no se la dí a Jean.

-Obvio no, ¿cómo sería posible que se la hayas dado a él? -niega con su cabeza, metiendo una cuchara de cereal a su boca -Esff unaff locuraff.

-Quizá, pero es mi novio, tenía que habersela entregado, ¿no?.

-¿Lo recuerdas? -niego -Entonces no se la diste a él, sino a alguien más.

-Pero, ¿a quién pudo ser?, sino tengo a nadie más en mi casa, en mi vida, o en alguna parte del mundo o de la ciudad a excepción de Jean. Mis padres murieron, no tengo hermanos, estoy prácticamente sola en este mundo.

-___________, amiga, yo sé que tienes a alguien más en tu vida. Jean no es el único querida. Alguien más en este mundo está esperando por ti con todas sus esperanzas puestas en lo más alto.

Narra Joel :

Pasando una mano por mi cabello despeinado, voy a la cocina en dónde escucho a los chicos en una tremenda bulla, asi que pasando de ellos, me acerco al lavabo para tomar un vaso de agua.

No había planeado salir de mi habitación hasta que sea hora en la que la fiesta daría inicio, pero creo que si seguía en medio de las cuatro paredes de mi (por ahora) habitación, cubierto con las cobijas de mi cama con las cortinas cerradas, no habría tenido la energía suficiente como para querer, aunque sea, ponerme de pie.

-Vaya, ya era hora de que salieras -dice Richard -Estamos debatiendo, y creo que lo mejor es que te diviertas como se debe.

-Rich, ya te dije que Joel no se siente bien.

-Vamos Zab, Joel necesita divertirse más que nunca. Tiene que dejar un poco su nostalgia a un lado -le responde Christopher.

-Hará estupideces...

-No importa en realidad -respondo -Haga o no estúpideces, no me interesa. Si me humilló, a nadie le va a importar porque la única persona que impedía que beba de más en las fiestas, ya no está -digo recordando lo arisca que había sido _________ -Además, necesito olvidarme de todo aunque sea por unas horas. Ya no quiero seguir deprimido, porque ya no lo soporto.

-Entonces listo, pero, yo no pienso ser tu niñera Pimentel -Richard me advierte -¿Ok?.

-Wow, wow, wow, aquí nadie va a ser la nana de nadie asi que respiremos. Tenemos la edad suficiente para beber e ir a fiestas asi que podremos cuidarnos solos porque estaremos en nuestra casa.-dice Chris.

-Tienes razón -respondo.

Luego de haber hablado un poco más con los chicos respecto a otros temas, fuera de la situación en la que me encuentro, todos vamos a nuestras habitaciones para empezar a arreglarnos, asi que opte por darme una ducha para despertarme y quitar un poco la tensión que tengo sobre mi.

Mientras me coloco bajo el agua, no puedo evitar recordar la expresión que mi novia colocaba cada vez que las copas se me pasaban. Fruncia su ceño mientras torcia su boca, para luego empezar a golpear mi espalda mientras yo trataba de no caer hasta llegar al auto, para luego pasar una noche en el sillón al llegar a casa.

Suelto una risita, nostálgica, porque no puedo evitar sentirme mal al recordar pequeñas cosas.

En realidad la extraño, y no sé cuánto más pueda soportar sin tenerla entre mis brazos y besarla como si mi vida dependiera de ello.

No sé cuánto más podré soportar su ausencia en mi vida.

|| No Me Olvides || Joel Y Tú || Terminada ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora