|| No Me Olvides || Joel Y Tú || Terminada ||

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Narra Joel :

Dejo de hacerle cosquillas a Gaby para dejarme caer a su lado sobre la alfombra del living, mientras rio al igual que ella.

No había planeado venir a su casa luego de clases, pero el trabajo de historia que teníamos que hacer en grupo me trajo aquí, aunque desde que llegamos no hemos hecho más que jugar como si fuésemos dos niños pequeños.

-Ok, suficiente de juegos -dice volteando a mirarme al haberse apoyado en un solo codo.

-Una hora más, quiero distraer a mi cerebro antes de empezar a hacer el trabajo que sé, que nos va a traer un dolor de cabeza muy grande.

-Sólo es un ensayo, Joel, además, mira como dejaste mi cabello, tendré que cepillarlo y me va doler gracias a ti.

-No es mi culpa que tu cabello se haya infiltrado en nuestros juegos -ella ríe.

-¿Te dijeron sobre el campamento? -me pregunta jugando con mi cabello cuando he volteado para mirar el tumbado.

-Si, pero no tengo muchos ánimos de ir -frunzo mi ceño -Quiero quedarme aquí.

-Yo tampoco sé si ir. En realidad sabes que no soy muy de amigas, así que si voy no creo que quieras que este pegada a ti como un chicle, ¿verdad?.

-Seguramente estará Ariadna y los chicos así si en un cierto caso vamos estarás con ellos, y claro está que conmigo también.

-Puede que si -murmura recostandose nuevamente a mi lado y yo saco mi celular del bolsillo ya que tengo un mensaje de Christopher -Pero no tengo ganas de convivir con muchas personas.

Espero que vayas mañana al campamento. No todos los días se gana un viaje como este ;).

-¿Quién es? -me pregunta mientras guardo mi celular.

-Christopher, quiso avisarme para que no falte al viaje.

-Entonces deberías ir.

-Ven conmigo.

-No, ya te dije que no quiero y no voy a estar pegada a ti como un chicle. Mejor ve tú y pásala bien. Además no creo que a mis padres les agrade la idea.

-¿Y planeas quedarte aquí? Olvídalo -digo incorporandome para ponerme de pie.

-¿A dónde vas?.

-Le pediré permiso a tus padres -respondo tomando su mano para ayudarla a ponerse de pie -Estoy seguro de que si digo que vas conmigo te enviarán.

-Eso es lo que les da miedo, que vaya contigo -ríe y yo reviro los ojos.

-Comprobemos.

Ella me sigue mientras yo avanzó hasta el jardín trasero en donde ambos se encuentran arreglando su jardín.

La señora Betty esta plantando algunas flores y el señor Diego esta haciendo la dura tarea de limpiar la mala hierba.

Seguramente ni me presten atención con lo ocupados que están.

-¡Hey chicos! -dice el señor Diego secando el sudor de su frente -¿Vienen ayudar?.

-Veo que el trabajo no ha estado muy pesado como dijeron cuando llegaron -nos dice la señora Betty.

-De hecho ni empezamos pero lo haremos enseguida, tan solo quiero pedirles un favor -ambos me miran al haber escuchado mis palabras.

-¿Qué sucede? Espero que no me salgas con que ya tienes algo con mi hija. No quiero oirlo si es eso, desde ahora te aviso.

-¡Papá! -le dice Gaby mientras yo rio.

-Cariño, busco protegerte. Míralo, este debilucho no es para ti, ni siquiera se ha tomado la molestia de ayudarme así que olvidalo, Joel, me agradas, claro que si, pero olvídalo, hombre.

-Ay, que vergüenza, no debes ser así, papá.

-No señor, no es eso -aviso ganandome nuevamente su mirada.

-¿Entonces? -enarca sus cejas y escucho a la madre de Gaby reír por lo bajo -Mira que tengo una pala, eh, así que no salgas con tus bromas. Te conozco, Joel, te conozco muy bien.

-Diego, por favor, deja a los chicos hablar -le pide la señora Betty -¿Qué es lo que pasa muchachos?.

-Mañana tenemos un viaje, iremos de campamento con todos los compañeros de nuestra clase así que me gustaría que Gaby venga conmigo.

-¿Contigo? -interviene el padre -Mil veces prefiero que vaya sola.

-¡Papá!.

-¿Quién realiza el viaje?, ¿a donde irán?, ¿quienes son sus compañeros?, ¿cuántos maestros son para supervisarlos? -cuestiona el señor Diego.

-El viaje lo ganamos gracias a que quedamos en segundo lugar en un concurso de baile, acamparemos en el bosque que queda a unos 200 kilómetros de aquí, están la mayoría y son dos profesores que nos supervisarán más el guardabosques.

-Yo no tengo ningún problema en que Gaby vaya, Diego, estará con Joel y sé que él va a cuidar a nuestra hija.

-No lo sé, me cae mal.

Reviro los ojos de manera divertida mientras Gaby murmura a mis espaldas.

En realidad el padre de Gaby suele ser así conmigo sin razón alguna, creo que es por molestar, no lo sé, pero estoy seguro de que le agrado porque de lo contraio no estaría aquí y no me hubieran invitado a comer innumerables veces.

-Entonces, ¿dejarán que Gaby venga conmigo? -cuestiono luego de que hayan debatido.

-Si -afirma la madre con una sonrisa y Gaby no demora en abrazarla -¿verdad Diego?.

-Si, si, pero mira, Joel, esta pala -la levanta -estará estampada en tu cabeza si algo llega a ocurrirle a mi hija, que te quede claro.

-Clarisimo; yo voy cuidarla.

-Más te vale ya que estoy muy joven para ir a prisión.

Luego de que Gaby haya abrazado a su padre y de haberme despedido de ambos, regresamos dentro de la casa ya que debo marcharme ahora si quiero viajar mañana.

-Nos vemos mañana en la estación -le digo -Puntualidad, espero que no sea mucho pedir.

-Estaré ahí, tenlo por seguro -sonríe para seguido abrazarme -Garcias por ayudarme y perdona a mi papá, suele ser algo bromista a veces, pero le agradas.

-Lo sé -me alejo para mirarla -Y el viejo me agrada también -reímos pero dejo de hacerlo cuando ella une superficialmente nuestros labios, sin siquiera darme tiempo a reaccionar.

-Adiós -murmura sin mirarme al haberse alejado, y antes de que cierre la puerta la detengo con mi brazo logrando ganarme su mirada.

-Sé que dije que estaba pensando en nosotros y que podíamos darnos una oportunidad, pero...aún no, Gaby, todavía no me siento listo para esto. No puedo aún.

-Si, lo entiendo, pero quise hacerlo -sonríe mientras sus mejillas se tornan de un color rojo. -Adiós, Joel.

Ella cierra la puerta y yo suspiro mirando la madera frente a mi.

-Aún no puedo -murmuro -Aún no.