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Narra Joel :

Sigo a Christopher por el pasillo de licores del supermercado, y me detengo cuando él hace lo mismo para mirarme con una interrogante en su rostro, seguramente, va a preguntarme cual será el mejor.

-¿Y bien?, ¿tú que opinas? -dice sosteniendo dos botellas en ambas manos -¿Ron Cartabio o Antoqueño?

-No lo sé, supongo que el Ron Cartabio, y la esencia de menta para hacer los mojitos.

-Me gusta como piensas -suspira mirando las demás botellas, luego de que ha dejado la otra en el carrito, el cual está lleno de comida chatarra, y algunas docenas de vasos plasticos, al igual que paquetes de cervezas.

-¿Crees que es necesario servir tragos fuertes?, pienso que con las cervezas es suficiente. Claro, si no quieres tu casa patas arriba.

-Oye, mis fiestas son conocidas por lo que sirvo. Además tú no beberas, estúpido de tu parte, asi que me ayudarás a verificar que ningun ebrio destroce algo, o que suban a coger en mi habitación. En la de Zabdiel y Richard puede ser, pero no en la mía.

-La tuya ya parece un motel de por si. No habría diferencia -rio.

-Cierra el pico y vamos a pagar -no respondo, y empiezo a seguirlo hasta la caja registradora. Está fiesta está emocionandome, ya que en verdad Chris se había esmerado en preparla mejor que la de la vez anterior, añadiendo dj y un barbam, y claro, los juegos con chupitos que él ama jugar al igual que yo.

Pero está será la excepción.

Seguramente se la hiba a rifar, aunque también cabe recalcar que su casa terminará hecha un desastre debido a todos loa ebrios que habrán, y otro, que habitarán por una noche en algún lugar de la sala.

Además creo que sin beber, la voy a pasar bien.

-Zab y Rich, están ayudándome con la decoración, asi que debes hacerme un favor -me estira las bolsas, dejando solamente una caja de donas en sus manos -Tengo que ir con Ariadna, asi que llévate esto a la casa, por favor.

-Está bien -tomo las bolsas -Espero que está vez, queden en algo -rodeo el auto para dejar las bolsas en el asiento trasero -Ya ha pasado mucho tiempo.

-Oye, verás que la conquistare con mis encantos.

-Ya lo hiciste -cierro la puerta, caminando hasta la puerta del piloto.

-¿Tú crees? -pregunta esperanzado desde el otro lado, asi que asiento con mi cabeza. Ariadna no me lo ha dicho, pero en su mirada se lee todo. Tiene esa expresión tonta cada vez que está con él, y no deja de sonreír hasta que se va.

Definitivamente mi amigo, logró lo que se propuso desde hace unos meses.

-Nah, me ignora, me rechaza, olvídalo. Creo que apenas llevo un 1% de ventaja.

-¿No piensas rendirte, entonces?

-Me gusta, Joel, no voy a rendirme hasta que ella me diga que siente lo mismo. Nos conocemos mucho tiempo, asi que la quiero demasiado, siento que es la indicada.

-Primero termina tus estudios en medicina, conviértete en doctor, y luego hablas de matrimonio.

-Tienes razón, atrapalas -me lanza las llaves -Trataré de volver pronto, mientras tanto, dile a Zabdiel que no se coma las frituras o voy a matarlo.

Minutos después, ya me encontraba conduciendo con dirección a la casa de Chris, pero la idea de querer ver a ___________ me invadió por completo que no pude evitar ir unas cuadras más adelante, asi que ahora estoy aparcado fuera de su casa.

-¿Dónde estás? -murmuro mirando las cortinas de la casa abiertas. Ella se encuentra en casa, porque salió de la universidad hace aproximadamente dos horas.

Ahora mismo parezco un acosador, pero el hecho de que mi presencia le moleste, me hace querer verla aunque sea de lejos.

Con solo mirarla siento emoción, porque sé que ella se encuentra bien.

Si ella está feliz, supongo que yo también deberé serlo hasta que todo vuelva a la normalidad, porque sé, que lo hará.

-¿Joel? -doy un respingo en el asiento cuando escucho su voz, asi que maldiciendo por lo bajo, volteo para mirarla -¿Qué...haces aquí?.

-_________, hola, yo....-rasco mi cabeza -Vine a...traerte esto -le doy alguna comida cualquiera que he tomado de una de las bolsas. Se que Chris va a matarme, pero en realidad tenía que poner una excusa, aunque si soy sincero, está no es la mejor excusa que he dicho -Es que fui de compras, y me acorde de ti asi que te traje esto.

-Gracias por las ¿aceitunas? -dice mirando el objeto en sus manos, asi que me doy un puñete mental.

Más bruto no puedo ser.

-Que...lindo -ella sonríe, y me devuelve la mirada, asi que no puedo evitar poner mi expresión de imbécil, pero aclaro mi garganta.

-Bueno, yo ya...-la interrumpo.

-¿Qué haces? -pregunto -mejor dicho, ¿hibas a algún lado?.

-No, de hecho estoy de vuelta.

Ahi está, otra repuesta fría como el hielo, y dolorosa como un fierro caliente.

-En fin, me voy.

-Si, adiós.

Ella cruza la calle, asi que suspiro mirando como entra a la casa sin quiera percatarse de si yo aún sigo o me he ido de ahí. Dejo caer mi cabeza en el sillón, y cierro mis ojos.

Es inútil que deje de sentir mi corazón estrujarse, porque aunque trate de estar feliz y sonriente, por dentro tengo unas tremendas ganas de llorar al igual que una adolescente de 12 años, que perdió a su primer novio.

Cada vez siento que esta situación está acabando emocionalmente conmigo, y sé que no queda mucho para que llegue a la fase final en la que ni siquiera querré salir de mi habitación.

Todos me dicen que debo ser fuerte ante todo esto, pero por más que he tratado, siento que no puedo al ver la actitud tan arisca de mi novia.

Yo quiero ser fuerte, pero no puedo.

No creí que esto hiba a lastimarme a tal punto en el que sólo quiero llorar, como si eso arreglará las cosas de alguna manera.

Pero, ¿cómo puedo seguir siendo fuerte cuando la única persona, resultado de toda mi fuerza, me detesta?.

|| No Me Olvides || Joel Y Tú || Terminada ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora