Capítulo Cinco. Recuerdos de Infancia

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En un segundo , me cogió en cuello para cruzar la carretera. Por un instante, me quedé atónita, después cerré los ojos esperando un atropello, por último, miré a Hadid mientras me sostenía. Era bello, era dulce, me sentía protegida en sus brazos, me sentía feliz.

Corres peligro, Lily James.

Lo sé. Corro el mayor de los peligros. Lily James, la que nunca ha amado, ubicada entre dos hombres.

Tus ojos azules. ¿Estás segura de querer seguir viendo a Josh?.

-Hadid....

-¿Ves cómo puedes confiar en mí, Lily?. Sana y salva.

Me volvió a dejar en el suelo temiendo yo haber perdido la sensación de gravedad.

-¿Sana y salva?.

-¿No te han atropellado no?.

-Eso parece.

-Ven, te mostraré el lugar preferido de mis padres, donde me traían a cenar cada viernes cuando era pequeño.

Me cogió de la mano para llevarme hasta allí. ¡Cómo si no hubiese tenido ya suficientes emociones fuertes!. Sus manos eran tan suaves, encajaban tan perfectamente con las mías.....

-Esto es Djemaa el Fna, Lily. Desconozco si ya la has visitado  antes pero te puedo asegurar que nadie mejor que yo será capaz de enseñártela.

Nos hicimos paso a través de la multitud congregada en aquella plaza y tras sortear espectáculos callejeros y turistas haciendo fotos, aparecimos en un puesto donde un hombre sonriente pero con escasos dientes nos sirvió un bol de sopa harira y unos pinchos morunos.

-Umar tiene el mejor puesto de toda la plaza. Llevo viniendo a cenar aquí desde que tenía diez años.

-Así es, señorita. Hadid es nuestro cliente más asiduo aunque he de decir que nunca había venido tan bien acompañado.

Me sonrojé al instante con el comentario de Umar. Hasta yo misma me sorprendí porque no era algo que saliese pasarme pero al ver como Hadid me miraba, un ardor empezó a acumularse en mis mejillas creyendo que fuesen a explotar en cualquier momento.

-Es la primera vez que vengo acompañado en años, Umar pero te daré la razón. Lily es una mujer extraordinaria.

¿La primera vez que viene acompañado en años?.

-¿Vamos, Lily?.

-¿A dónde?. Las mesas están aquí.

-Confía, Lily.

Cargados con la cena, nos sentamos en el suelo de la plaza donde varias familias estaban sentadas cenando y cantando canciones ajenas al turismo del ambiente.

-No estás muy acostumbrada a cenar en la calle, ¿verdad?.

-Solía visitar en Londres los puestos de comida callejera. El mejor lugar donde comer curry hindú-sonreí-. Pero esto me gusta. La gente no pierde sus costumbres a pesar del turismo. No es algo que suela verse y a mí me encantan las cosas auténticas.

-Yo solía venir aquí cuando era pequeño y sigue siendo igual que como recordaba. Diferentes gentes pero siempre las mismas costumbres. Me hace sentir como si no hubiese pasado el tiempo.  A mí madre no le gustaba mucho comer pero adoraba la sopa harira-me tendió un cuenco repleto de caldo-.

-Y nadie le puede negar la razón. Es exquisita-le comenté al probarla-.

-Me alegra mucho que te guste, Lily. No sabes cuánto.

Y llegó ella....((COMPLETA))#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora