Capítulo Dieciséis. Un Papá, unas Tijeras y Recortes

4K 473 14
                                    

¿De qué se trata,Lazard?.

-Tal y como sospechaba, Lily. Estás embarazada.

-¡¿Embarazada?!

¿Embarazada de Hadid?. ¿Hadid prometido a Fiona?. ¿No es curioso qué ahora que yo necesito un padre este se vaya a casar con otra?.

-¡No me jodas!.

-Lily, ¿quién te ha enseñado a hablar así?.

-Mi padre. Ya tendréis suerte de conocerlo y ver cuántos sapos y culebras echa por su boca pero ese no es el caso. ¿Cómo es qué estoy embarazada?.

-No me siento cómodo teniendo que explicarte cómo se hacen los niños a tu edad....

-¡Oh, Lazard!. Me refería a como pudo irsenos de las manos de esa forma.

-Eso ahora no es importante dado que no hay marcha atrás. Lo que debes de pensar es en el futuro que empieza hoy mismo. ¿Qué vas a hacer?. ¿Se lo dirás a Hadid?.

-No hasta que no sepamos la verdad respecto a Fiona. No quiero que tenga ningún cargo de conciencia, Lazard.

-¿Y qué pasa si Fiona no miente?. ¿Sí su hijo es realmente hijo de Hadid?.

-Callaré para siempre y tú conmigo. Deberás inventar una excusa para mi desmayo.

-No hace falta. Estamos solos en casa. Nadie excepto yo lo sabemos pero, ¿crees qué privar a un padre de su hijo y viceversa es cruel?.

-Podrá serlo, Lazard pero más cruel me parece hacerlo dudar ahora, salir corriendo a buscarlo y hacer lo mismo que hizo Fiona. Sea como sea, él le dio su palabra y romperla, no le haría más que miserable.

-De acuerdo. ¿Tienes pensado emigrar a París de nuevo?.

-¿A París?. ¿Por qué iba a hacerlo?. Tengo un trabajo aquí.

-Porque teniendo en cuenta tu fisonomía, podrás esconder tu barriga durante unos tres o cuatro meses a lo sumo, después tendrás que dar explicaciones sino resuelves el caso. ¿Qué dirás?.

-Si Josh está de acuerdo, será el padre elegido para él. Pero la causa no está perdida. Tengo las tijeras y muchas tardes libres para buscar en secreto.

-¿Sorprender es tu plan?.

-Así es. Me temo Lazard que hoy te llevas dos nuevos secretos que guardar. Quizás sea una carga un poco pesada pero confiar en tí se me antoja fácil.

-Me parece bien pero eso será a partir de mañana. Hoy debes permanecer en reposo. Te subiré algo de comer.

-¿Quedarme aquí forma parte del secreto?.

-Hadid está de viaje. Para los demás, tienes la gripe.

Me guiñò el ojo y salió de la habitación dejándome a solas con mis pensamientos. ¿Embarazada de Hadid?. Si me dejaba llevar por los buenos sentimientos, tener un pequeño fruto de nuestro amor me parecía dulce, la mejor forma de demostrar nuestro amor al mundo, a nosotros mismos pero por otro lado, la idea de criarlo sin él, sin el cariño de Hadid, del hombre de penetrantes ojos que me había enamorado, me hacía sentir desgraciada. ¿Criarlo junto a Josh?. Esperaba que tan sólo fuese un clavo ardiendo al que no tuviese que aferrarme.

-¿Galletas de chocolate?-miré la bandeja que Lazard me ofrecía-.

-Somos ejemplos de buena alimentación en esta casa pero los jóvenes esconden sus tesoros. El hijo pequeño de Alí guarda galletas bajo su cama y Hadid esconde el vino en la alacena. Supongo que todos tenemos momentos de flaqueza y tú estás en uno de ellos ahora mismo. Necesitas azúcar.

-No me creo lo que estoy escuchando ahora mismo.

-¿No crees qué hoy es un día maravilloso?. Yo he guardado dos secretos y tú has escuchado dos cosas increíbles. Come antes de que me arrepienta.

Justo cuando a la mañana siguiente, Lazard me levantó el castigo, fui al despacho del abuelo de Hadid para empezar a buscar todo cuanto me diese esperanza. Estaba nerviosa, tanto que me temblaban hasta los dedos cuando al fin logré poner las tijeras en aquella cerradura estrambótica que guardaba los secretos de la que durante un breve lapso de tiempo fue mi suegra.

Giré las tijeras y tras unos segundos eternos, una cavidad oscura se abrió. Dentro una caja con forma de flor de lys y varios tomos de libros de tamaño mediano con cubiertas verde turquesa y doradas. Los volúmenes estaban ordenados por números romanos en la parte baja de su lomo.

-Allá voy,Helen. Espero que puedas mostrarme el camino adecuado.

Como cabía esperar, los primeros capítulos hablaban de el principio de su relación con Abdel, su boda, sus alegrías y también alguna de sus penas. Un matrimonio dichoso y pleno que trajo al mundo a un niño llamado Hadid. No pude evitar llorar mientras leía la descripción que de él hacía Helen.

"Enterarme de que estaba embarazada fue una de mis mayores alegrías. A mi edad, ya casi no contaba con ser madre. No era algo que buscásemos ni que nos quitase el sueño pero cuando al fin sostení a Hadid entre mis brazos, miré a su padre y me sentí plenamente convencida de que aquel niño era un regalo, un regalo al que siempre criaríamos y protegeriamos juntos".

Me emocioné por varios motivos. Uno de ellos es que era el principio de la persona que amaba en este mundo y el otro era la envidia que le tenía a Helen por haber podido celebrar la vida de aquel hijo que había venido sin planearlo junto a su verdadero padre.

Ojalá yo pudiese hacer lo mismo....

Mientras me limpiaba las lágrimas de mi rostro, escuché unos pasos subir las escaleras. Temerosa de que fuese Hadid de vuelta de su viaje, cerré la caja fuerte de nuevo escondiéndome tras una estantería. Por suerte aquella estancia tenía recovecos suficientes para dejarme observar sin ser vista

Quien apareció por la puerta no fue Hadid, ni Lazard, ni tan siquiera Aisha.

-Veamos, Helen Brown, ¿dónde escondes tus diarios?.

¿Qué?. No puede ser....

A este paso las palabras de Helen se equipararán al Santo Grial....

Eso no explica qué hace esta persona aquí....

Y llegó ella....((COMPLETA))#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora