Fiona era una estúpida, insensata, arrogante y celosa pero de ninguna de las formas posibles hubiese podido pensar que era espía y además chivata. no había querido preguntarle a Hadid si había mantenido una relación con ella pero me imaginaba que la respuesta hubiese sido positiva. ¿Cómo si no me iba a tener tanta inquina?. ¿Cómo si no estaría insistiendo constantemente en que Hadid nunca repetía con la misma mujer?.
De todos modos, me era absolutamente indiferente pues él había demostrado por activa y por pasiva que me amaba y la despedida de Fiona estaba más próxima de lo que ella misma podría llegar a pensar.
A pesar de mi propia digamos inconsciencia tenía una especie de intuición que me hacía creer que su jugada no sería la última pero confiaba en que cualquier cosa podría ser resuelta pues, ¿acaso no había mayor fuerza que el amor?.
Cuando unos días después, Hadid me sorprendió en la recepción del hotel llegando antes de tiempo, me alegré tanto que una lagrimita se asomó a mis ojos.
-¿Qué haces aquí?.
-Pretendía sorprenderte.
-Probablemente ella no quiere verte-Fiona, con su lengua bípeda, lanzó su veneno-.
-Da la casualidad de que, precisamente yo si quería verte, Fiona.
Hadid la miró con un gesto que parecía yo sólo sabía reconocer. Y es que a pesar de no haberlo visto nunca enfadado, por su mirada, sabía que estaba realmente cabreado. Ella, por su parte, empezó a coquetear con él como si no se diese cuenta de nada en absoluto haciéndome el vacío.
-¿Ah si?.
-Sí, he descubierto que me has enviado unas fotos poniendo en duda la fidelidad de Lily hacía a mí.
-¿Acaso te ciega el amor?.
-¿ Y a tí el despecho?.
-¿Cómo?.
-Desde el primer momento te dije que no me debía a nadie. Tú, sin embargo, te has tomado la justicia por tu parte e incluso has tratado de ponerme en contra de mi novia. Te juro que llevo un par de meses queriendo despedirte. Nunca tuve una oportunidad para hacerlo pero ahora que puedo, te comunico que, desde este mismo momento, dejas de trabajar para los hoteles Alfasi.
-¿Me despides por ella?.
-No, te despido por faltarle al respeto a tu jefe y a tu compañera de trabajo. Una cosa te digo y es que si tratas de poner en duda mi decisión, tengo las suficientes pruebas para echarte por tierra cualesquiera que sean tus argumentos.
De muy mala gana, recogió sus cosas y se fue en medio de un silencio tenso sin protestar, sin mediar palabra. El hecho podría ser considerado como que ella, avergonzada por su falta, no había sido capaz de defenderse pero analizando la mirada que me dedicó, supe que mi calvario no había hecho más que empezar.
-No me gusta Fiona, Hadid. Dudo que pueda mantenerse al margen.
-No tendrá valor de entrometerse de nuevo, Lily. Ahora tengo que buscar una nueva recepcionista, dos en realidad puesto que a partir de la semana que viene, empezarás a ser la asistente personal de mi tío.
-Puedo seguir siendo recepcionista, Hadid.
-Es parte de tu beca conocer todos los entresijos de la industria hotelera-Me sonrió-. Ningún trato de favor. Por cierto, esta tarde te esperaré para acompañarte a tu casa.
-¿Mi casa?.
-Necesitas una maleta para este fin de semana.
-¿Y eso no es ningún trato de favor?.
-Eso es una escapada romántica junto a mi novia.
Me dió un beso en la frente y se alejó silbando hasta su despacho. Con su aparente aire despreocupado y sus trajes perfectamente ajustados a su cuerpo, era la viva imagen de la seducción. ¿Cómo Fiona no iba a babear por Hadid?.
Lo haces hasta tú, Lily
Es mi novio. Es lógico que lo haga.
El resto del día fue ajetreado teniendo que sacar adelante mi trabajo y el de mi ya ex compañera pero me resultó agradable de hacer al permitirme no morderme las uñas y comerme la cabeza por saber a dónde me llevaría Hadid el fin de semana.
Con Alí me llevaba estupendamente por lo que ser su asistenta no era ningún problema.
-¿Preparada para viajar?.
Unas horas después y ya con la maleta cargada en el maletero del coche, Hadid se dispuso a conducir rumbo al aeropuerto de Marrakech.
-Será un fin de semana largo-Me anunció una vez subidos al avión-.
-¿Cómo de largo?.
-Unos cinco días.
-¿¡Cómo¡?. ¿Me has engañado para traerme?.
-Sólo un mentira piadosa, preciosa. Te he echado mucho de menos estos días.
-Eso no justifica tu pecado.
-No hay nada que más me guste que pecar contigo, Lily.
El susurro de aquellas palabras en mi oído, me puso la piel de gallina y esperaba que nuestro destino estuviese cercano pues con más contactos como aquel, podría acabar arrastrando a Hadid al baño del avión y sintiéndolo mucho, era un recurso demasiado demodé para mí gusto.
-Benvenutta a Venezia, Lily.
-¿Venezia?. ¡Oh! ¡La adoro!
-¿Ya la conoces?.
-La he visitado al menos cinco veces pero nunca en tan buena compañía.
-Entonces la redescubriremos juntos mostrándonos los tesoros que de ella conocemos.
-Suena a plan perfecto.
-Suena a que ya no estás enfadada.
-No juegues con tu destino, Hadid. No lo hagas. Podrías quemarte incluso.
Me revolvió el pelo riendo y tras pasarme un brazo por encima, nos adentramos en la honorable ciudad de Venezia donde no había coches, ni motos, tan sólo góndolas, traghettos o vaporettos y que a mí me encantaba precisamente por eso, porque nada te impedía creer que no estuvieses en el Renacimiento o en el Barroco pues, cuando lograbas evadir los miles de turistas y perderte entre sus callejones, parecía que se hubiese congelado en el tiempo.
Amaba Venezia y amaba a Hadid y en aquellos días nada ni nadie impedió que celebrásemos nuestro amor sin preocupaciones y en total libertad.
-Realmente amas esta ciudad, ¿verdad?.
Me miraba mientras sorbía un trago de mi Bellini en un bar bastante escondido cercano a Rialto y que muy pocas personas que no fuesen Venecianas conocían.
-Me encanta Venezia y me encanta el hecho de creer que a partir de ahora me gustará más.
-¿Por qué razón ?.
-Porque desde este día cada calle, cada canal, cada edificio de Venezia me recordará por siempre a tí, al amor que te profeso, al hombre con los ojos más magnéticos de todos cuántos he podido contemplar.
-Te amo, Lily. No sabes cuanto.
-Lo único que se es que resulta bastante dificil de describir.
-Entonces permíteme besarte pues sólo asi soy capaz de expresarte mi devoción.
Cada beso que me daba era terciopelo, cada beso que me daba olía a madera y canela, cada beso me daba sabía a él.....
A Hadid, el hombre que ya nunca sería posible desterrar de mi corazón quisiese o no quisiese
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Y llegó ella....((COMPLETA))#2
Romance❤❤ATENCIÓN. ESTA ES LA SEGUNDA PARTE DE "ATRAPADA". SE RECOMIENDA LEER DESPUÉS PARA EVITAR SPOILERS❤❤ Para Hadid Alfasi, el compromiso siempre ha sido un tema a rehuír y es que, con un ejemplo de amor perfecto como el de sus padres, cualquier mujer...