Capítulo Seis. La Biblioteca

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-Lily-se acercó a mí para sostener mi cara entre sus manos-. ¿Cuándo dejarás de sorprenderme?.

¿Y tú, Hadid?. ¿Cuándo dejarás de ser tan absolutamente perfecto?.

Abrir la boca esperando un beso, hubiese quedado ridículo, patético o penoso por mi parte por lo que me limité a sonreír a Hadid mientras me acariciaba con sus manos.

Josh había dicho que mi adán de ojos azules nunca sería hombre de una sola mujer, yo misma me había autoconvencido, pensando que nuestra relación era más propia de amigos que de dos personas que se gustaban pero sus comentarios, sus gestos tan cercanos y cariñosos, no podían ser fraternales o amistosos.

-Me gustaría no dejar de hacerlo nunca, Hadid.

-Me gusta tu plan-Me sonrió y me dió un beso en la frente que pude jurar estaba más cerca de la comisura de los labios que de la cara propiamente dicha-.

Hacía al menos treinta y cinco grados pero yo sentí frío, calor, cosquillas y escalofríos todo al mismo tiempo. Las hiper conocidas mariposas del estómago que todos los autores mencionaban en sus historias de una forma u otra y que yo nunca había conocido, acudían a mi estómago para honrarme con su honorable presencia pero un ligero miedo a sufrir por amor, no las dejaba volar tan libremente como ellas quisieran pero, si él quisiese hacerme daño, ¿no me hubiese besado ya?. ¿No aprovecharía este momento para llevarme a su casa no precisamente a jugar a las muñecas?.

Lo único que tuve claro aquel día cuando me acosté en la cama, después de que él me acompañase hasta la puerta y me volviese a dar otro beso, esta vez en la frente, fue que comenzaba a amar a Hadid o al menos a sentirme irrevocablemente atraída hacía él. La comisura de mis labios dibujó una sonrisa antes de quedarme dormida.

Hadid Alfasi.....

-Buenos días, Lily

-Buenos días, señor Alfasi. ¿Qué tal está?.

-Muy bien. Quería saber si esta noche te quedarás a cenar con nosotros. Hadid me ha dicho que te llevará después del trabajo y tengo una mujer a la cual le encanta agasajar a los invitados. Ya sabes. La diferencia entre cinco y seis personas a la mesa son diez platos más.

-¿Díez platos más?. Si que es generosa su mujer.

-Demasiado. Suerte que me cuido, de lo contrario, sería una viejo agradable y gordo. Te veo a la noche entonces.

Pero, aún lo he dicho si me quedaré a cenar o no.....

Sentí los puñales de la mirada de Fiona clavados en mi espalda tan pronto Alí se fue pero, sinceramente, me importó una mierda. Yo estaba feliz sabiendo que, después de aguantarla durante toda la mañana, Hadid vendría a recogerme para llevarme a visitar la ya famosa biblioteca de los Alfas. Ansiaba conocer su punto de vista sobre el mundo, compartir con él una conversación, volver a tocarlo y que volviera a besarme. Aún no había probado sus labios pero sabía perfectamente lo que se sentía al tenerlos sobre mi rostro. ¿Cómo se podría sentir todo aquello después de apenas unos pocos encuentros?. De vez en cuando, pensaba en Josh pero ya no podía mirarlo de otra forma que no fuese amistosa. ¡Tan poderoso estaba siendo el hechizo Alfasi!.

-Deberías conformarte en el guardia de seguridad, Lily James. Ya te dije que Hadid no es hombre que repita mujer.

-Hablas de las mujeres como si fuesen cromos de fútbol o algo así. ¿Tan poco considerada eres con tus iguales?.

-No creas que Hadid se enamorará de tí.

-No se si se enamorará de mí o no pero lo que tengo muy pero que muy claro es que tampoco lo hará de tí, Fiona. Por cierto, deberías ponerte a trabajar. No se si es tu ego o tu veneno pero estás retrasada con el trabajo y te recuerdo que ya tienes una falta grave.

¡Qué mujer tan estúpida!.

Como siempre, a media mañana ya tenía todo mi trabajo hecho por lo que salí de la recepción para ir hasta el baño. no tenia ganas de hacer pis pero al menos podría estar cinco minutos alejada de la serpiente Nagini reencarnada en mujer.

-¿De visita al baño?.

Iba tan distraída que la voz de Hadid me sorprendió al punto de dar un salto.

-¡Hadid!. ¿De dónde sales?. ¡Me has asustado!.

-Lo siento, Lily. Te ví salir de recepción y quise proponerte algo.

-¿De qué se trata?.

-Alí me ha dicho que siempre acabas tu trabajo antes de tiempo, al igual que yo-sonrió-. Así que, ¿por qué no librarte de tu compañera antes de tiempo?.

-¡Oh! Me parece una excelente idea pero si soy realista, no me gustaría tener ningún trato de favor, Hadid. Aún me queda una hora para completar el turno.

-Tómatelo como un plus de productividad. Las empresas premiamos así a nuestros empleados, ¿sabes?.

-¿Y siempre es por el propio bien del empresario?.

-No, pero esta vez reconozco que me mueve un poco el egoísmo.¿Qué dices?.

-Supongo que a nadie le importa salir primero un viernes.

-Te espero en mi oficina entonces.

Con aquella sorpresa, ir al baño a evadirme ya no era una necesidad así que fui hasta el vestuario del personal, me cambie de ropa,me eché perfume y llamé a la puerta de Hadid.

-¿Lista?.

-Aún no me creo que mi propio jefe me haya convencido para salir antes de mi hora. 

-Ya ves que no soy un jefe cualquiera.

No, no lo eres. Tú eres un dios de ojos celestes.

La mansión Alfasi, ubicada a las afueras de la ciudad, me pareció preciosa a la par que enorme. Rodeada de unos jardines clásicos  de estilo francés, se erigía en medio de ellos majestuosa. Pero si majestuosa era su fachada, el interior era de ensueño.

-Me encanta la decoración. No se como explicarlo pero es como si cada ornamento fuese capaz de evocar algún recuerdo.

-Esta casa lleva perteneciendo a los Alfasi desde hace al menos ciento cincuenta años, todo en ella son memorias, Lily. A veces creo que me superan, otras que me agradan.

-Quédate con lo agradable, Hadid. ¿Vemos ya esa biblioteca?.

-Por supuesto. Sígueme.

Una habitación pequeña, acogedora y plagada de libros que olían a papel, a sapiencia. Por un momento me sentí  como Bella el día que la Bestia le enseñó la biblioteca del castillo aunque las dimensiones eran mucho más reducidas por supuesto. Estaba en una mansión no en un castillo.

-Mis abuelos la fundaron y mis padres y mi tío Lazard   completaron la colección. Hay desde libros escritos en griego hasta árabe pasando por italiano, francés o español y creo que podrás encontrar cualquier temática posible.

-Me encanta, Hadid. No sabría ni por donde empezar.

-Puedes leerlos todos incluso si quieres llevarte cuantos quieras a tu casa, no habrá ningún problema.

-¿Me dejarás sacar estos tesoros de estos muros?.

-Te conozco poco pero lo suficiente para saber que eres de fiar y no venderás los libros de mis padres en el mercado negro.

-Quién sabe. Quizás valgan mucho dinero.

Fingí pensar que lo haría ante su atenta mirada. Al principio pareció asustarse, después acabo ríendo cuando yo lo hice.

-Jamás jugaría contigo de esa forma.

-¿Y de qué forma lo harías, Lily James?.

Estábamos demasiado cerca, tanto que su respiración era capaz de mover mi pelo. Descubrí en ese momento que sus ojos no eran enteramente azules  sino que tenían un hilo color ámbar rodeándolos.

Esos ojos no son de este mundo....

Eso no contesta a la pregunta de Hadid. ¿De qué forma jugarías con él?.

Y llegó ella....((COMPLETA))#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora