Royals [YuuMika]

Capítulo 7

Mikaela miraba el enorme ventanal, sumamente aburrido. Su madre nuevamente le reprendia de no haber conocido a ninguna chica siendo que las más hermosas irían al baile de los Sangu. Aunque bueno, hizo amigos.

Además de su actitud ante su despedida con Yuu. Verdaderamente se sentía avergonzado y envió una carta de disculpas a Mikleo Rulay, había asustado al pibre Serafín y agradeció que estuvo de buen humor, luego supo que el albino era un joven estricto y algo fácil de enojar. Además había hecho tremendo espectáculo frente a muchos Príncipes, Princesas, Condes, y otras autoridades importantes.

No  todo habia salido mal para Mika, puesto que al despedirse Yuu avisó que pronto se celebraría el aniversario de Fundación de su reino y el rubio era invitado de honor, pero eso sería en unos meses. Mika suspiró nuevamente al recordar lo lejos que vivía Yuuichiro y lo mucho que lo extrañaba.

— Madre, no quiero una esposa. Las chicas con las que he hablado solo se interesan en mi físico, nadie dice "Mikaela es tan inteligente","Mikaela baila muy bien", "Mikaela tiene un mal sentido del humor"... —imitó lo último con una voz chillona, una mueca y haciendo sus manos como dos boquitas—.

— Mika, sabes que es que tienes que buscar bien, además eres muy serio, deberías ser tan risueño como lo eres con Yuu.

— ¡ES DIFERENTE PORQUE YUU ME GUSTA!  —Mika gritó dando un golpe a la mesa y su madre guardó silencio— N-no de manera romántica... me gusta estar con Yuu, me gusta que me da la confianza como para bromear con él —.

— ¡FERID TRAE LA DIADEMA DE BODAS Y MANDA A CONFECCIONAR UN TRAJE BLANCO CON LAS MEJORES TELAS DE TODO EL REINO. ¡NUESTRO PEQUEÑO MIKA SE NOS CASA!

— ¡MADRE!

Ahora el rubio avergonzado trataba de calmar a su madre, Yuu era su mejor amigo y no arruinaria su amistad por un malentendido.

— ¡DIME POR FAVOR QUE ES LACUS WELT!

Ferid entró para hacer más escándalo con la diadema de bodas... perteneciente a los Tepes por más de 5 generaciones esta siempre había sido usada en ceremonias de boda. Sumamente elegante y además era unisex, era de plata, con diamantes y rubíes incrustados, muy pequeña pero preciosa.

No supo como logró calmar a la monarca y al metiche de Ferid pero lo logró y explicó mejor que solo gustaba de la compañía de Yuu, que posiblemente guste de una princesa o doncella cuando conozca alguna.

— Iré a dar un paseo por el bosque, no tardo... llegaré para la cena.

— Oh, Mika, olvidé comentarte que la princesa Mitsuba vendrá mañana, quiere conocer Sanguiem en persona y tú vas a presentársela. Ya tienes un vestuario para mañana, así que  vas a tener que ir a recogerla si quieres causar buena impresión.

Mikaela suspiró nuevamente. Muchas veces pidió perdón a Yuu, sabía que él necesitaba del poder del reino de Mitsuba más que él. Se sentía mal al no poder ayudar a su amigo, se sentó en los jardines del palacio y miró su reflejo en la laguna. Yuu usó un hechizo demoníaco cuando estuvo allí, hechizo la laguna para que sirva de comunicador entre ambos. Iba a ser un portal pero el azabache hizo mal el hechizo.

— Hey Mika, ¿Qué tal estás?

— Madre quiere obligarme a casarme de nuevo. De hecho creo que hará una ceremonia de presentación oficial.

— Yo podría pedir tu mano, si tanto te molesta.

El rubio enrojecio suavemente y una sonrisita escapó de sus labios... el ojiesmeralda era sumamente agradable, tenerlo todos los días no sonaba nada mal.

— Mejor que soportar a una berrinchuda princesucha que solamente quiere un hombre guapo con quien pasar el resto de su vida. Mitsuba está interesada en casarse conmigo y yo no quiero eso... quiero casarme con alguien a quien ame.

— Suenas como una señorita, dulce Mika —el azabache rió y vio enojo en los ojos del rubio— Jeje, perdón. Estuve hablando con el Príncipe Serafín y el pastor... vaya que son unidos, no se han separado desde que llegaron al Palacio —observó pensativo—.

— Deben ser buenos amigos. Quizá hoy visite el pueblo... quiero distraerme lo mayor posible. Tendré que leer informes de los guardias y asegurarme de que ella se sienta bien... no habrá sangre, supongo.

— No puedo creer que cuando sea un demonio deba tomarla también — Yuu suspiro y el rubio rió suavemente—.

— Ustedes pueden vivir sin sangre, sin sangre un vampiro se debilita. En el mejor de los casos se convierte en un demonio... son llamados de sangre pura, realmente es muy poco probable, son bajos los casos donde un vampiro se vuelve un demonio, y muchos menos donde es uno de alto rango.

El reflejo de Yuu miraba atentamente al rubio explicando, realmente debería darse una pasada por la basta biblioteca del Tepes.

— Tu madre era un ángel, al enamorarse de tu padre, los reyes dijeron que ella sería reina junto con tu padre una vez ella sea un demonio. Sabían que sería extremadamente imposible volverse a ver después de que ella comience el proceso, por las altas probabilidades de morir, así que ella pidió ser asesinada una vez falle el proyecto.

Sin embargo salió bien, ella se convirtió en un demonio negro de sangre pura, y contrajo matrimonio con Ichinose Guren, para luego dar a luz a su pequeño y hermoso Yuu-chan.

— Papá jamás me contó que mamá pasó por tanto, dijo que ella se convirtió en un demonio para formar una familia. Pero creí que era una humana que fue marcada, como cualquier otra —Yuuichiro miró pensativo al rubio, bajando un poco la vista después de un rato—.

—Esta información es secreta, Yuuichiro, preferiría creer en tu padre antes que en escritos de la biblioteca vampirica, o rumores de los pueblerinos.

— Supongo que no quiere dar algunos detalles sobre eso, porque también la extraña... recuerdo un poco de mi madre, ella tenía el cabello liso, y cantaba melodías suaves para que duerma.

— También recuerdo a tu madre... cuando tenía cuarenta y ocho fui a una reunión diplomática entre Ichinoses y Tepes, tu madre lucia hermosa, aún con el vientre abultado participaba activamente en la reunión, mucho más que el rey.

Ambos rieron suavemente, todos sabían que Mahiru Ichinose era una genio, excelente estratega, muy buena madre según Yuuichiro. La tan amada Reina quien murió envenenada, dejando a su amado reino.

— Iré a hacer unos eventos a un pueblo cercano a tu reino, podría ir a visitar ¿Qué me dices? —Yuuichiro sonrió tiernamente, Mika sintio que necesitaba hacerlo—.

— Puedo darte el encuentro... Dime los detalles por carta, puedo hacerlo pasar como una invitación —.

— ¡HARÉ UNA INVITACIÓN!

Yuuichiro chilló y cortó la comunicación. Mikaela suspiró, significaba que tendría que vestir las ropas elegantes, como las que lo esperaban ahora para recibir a Mitsuba.