Capítulo 20

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Por fin.

Por fin en Nagoya una celebración. Además de coincidir con la fundación del Reino, era el cumpleaños del heredero. Por fin haría la ceremonia del demonio, donde dejaría de ser un híbrido para ser un demonio completo.

Todos en el pueblo estaban felices por un año más de vida de su heredero, celebraban bailando, en ferias y bebiendo. Yuu hacia muchos años hizo un terrible berrinche durante la mitad de un año para que su padre decrete feriado el día de su cumpleaños.

Lo hizo ya que estaba harto de Yuu tirando al menos 2 jarrones al día, desordenado los libros de la biblioteca, escondiendo ingredientes de las comidas, y rompiendo las ruedas de las carrozas de Guren.

Yuu saltó hasta el techo cuando se enteró de que le habían cumplido el caprichito, abrazo a su padre y salió corriendo a contárselo a los animales del establo.

Desde ese día, el cumpleaños del heredero era celebrado con aún más ganas. Además de que Yuu se había ganado a su pueblo, muchas veces escabullendose del castillo con comida y dandola a orfanatos, asilos, organizaciones de madres, o personas necesitadas. Pero su favorito eran los niños, seguía teniendo el alma de un infante, por lo tanto se divertía jugando con ellos a los piratas. Con las niñas jugaba a que todas eran sus princesas (claro que se le hacía gracioso que ellas se pusieran nerviosas por tener cerca a un príncipe de verdad).

Con las madres jóvenes charlaba y jugaba con los bebés, de nuevo todas quedaban encantadas con el príncipe que tenían, un chico dulce y amable, su corazón le pertenecía a su pueblo.

Lastimosamente esta vez no podía salir a bailar y beber en su onomástico, Guren había organizado una bonita fiesta para la realeza, y aunque el pueblo igualmente iba a disfrutar, él estaba triste. Mientras le arreglaban el chaleco y la cinta, miraba por la ventana, el pueblo se encontraba feliz, todos bailaban y los niños corrían con cometas y dulces en las manos.

-- Ya está listo, alteza --sonrió una sirvienta, acabando de acomodar la ropa del chico-- Solo falta... --se alejó, y tomó en sus manos la bonita corona de oro con rubíes que era suya--.

El azabache asintió y dejó que me pongan la corona, se despidió de su sirvienta, al menos podría hablar un rato con Mika o Shinya.

-- Siempre te has visto atractivo vestido elegante --escucho una vocesita, se volteo y miro a una sirvienta de cabello castaño, acompañada del rubio--.

-- Es incómodo usar estos pantalones, sé que mi madre los mandó a remendar antes de venir --Gruñó, acomodando bien su corona y su cinto--.

-- Mika de ve mejor con las botas largas y esos pantalones ajustados --ella siguió, haciendo sonrojar al rubio--.

-- S-sólo cállate --.

-- ¡Eh, te sonrojaste! --rió la vampiro--.

Yuu frunció el ceño. La sirvienta personal de Mika lo irritaba tanto... Mika se veía feliz con ella. Hasta se sonrojó.

-- Príncipe Yuuichiro --hizo una reverencia y luego una a Mika, saliendo por donde vino--

-- Oh... Yuu-chan, te ves muy bien --Mika comentó viéndolo de arriba a abajo, con un ligero sonrojo en las mejillas-- Hoy vamos a divertirnos juntos Yuu-chan --habló, tocando el hombro de Yuu, él solo bufó-- Vamos Yuu-chan, es tu cumpleaños, no debes estar de mal humor --.

-- El único que se divierte eres tú... Con esa Akane --habló mirando por donde se fue la chica. Sintió un pequeño beso en su mejilla y se sonrojó--.

-- No te pongas celoso. Siempre estare para ti Yuu-chan --le sonrió, con las mejillas rosadas igual-- Vamos, nos deben estar esperando para el almuerzo en conmemoración tuya --sonrió y se retiro, caminando por el largo pasillo rumbo al comedor-- Van a servir curry y pasteles --habló, fue lo suficiente para hacer que Yuu caminase rápido para alcanzarlo--.

Royals [YuuMika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora