Capítulo 25

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La lluvia caía en Nagoya. Yuu leía los artículos de una revista que rumoreaba una supuesta relación entre él y su "amigo" rubio.

Mika traía la gruesa capa roja de Yuuichiro puesta, el azabache le dio su abrigo ya que por la lluvia había comenzado a estornudar, solo estaba recargado en su hombro, escuchando lo que Yuu decía al burlarse de las revistas.

Se les habían acabado las galletas hace poco y pensaban que debían levantarse y al menos ir a la sala común del castillo, donde habían alfombras, muebles suaves y una chimenea.

-- Así que... Es la primera vez que te ven con alguien de esta forma --comentó en un tono burlón, inclusive sonando coqueto--.

-- Cállate Yuu-chan --gruñó, abrigandose más, tenía algo de sueño y quería seguir con ese calorcito brindado por su mayor--.

-- Mika, hace frío. Creo que debemos ir adentro --sugirió, acariciandole la mejilla a Mika. Quien suspiró y asintió, mirando como las gotas de agua resbalaban de la pequeña cúpula que Yuu había conjurado-- Te vas a enfermar si seguimos aquí afuera, ven, iremos adentro --.

Le extendió su mano al rubio y este la tomó, caminando con él adentro del castillo. Estaba un poco nervioso y feliz a la vez, Yuu le traía tanta tranquilidad... Se sentía nervioso por todo el asunto de asumir el trono, se recordó siendo un infante, con unos cincuenta años, siendo coronado como príncipe de Sanguinem. Aparentaba unos catorce años humanos, a penas dejaba la pubertad... No tenía miedo, de hecho no tenía palabras para definir el sentimiento extraño de saludar a muchachas del pueblo y que todas murmurasen o le miren sonrojadas.

Inclusive cuando tocaba acercarse a saludar un poco más de cerca a las chicas, hablaban nerviosas al rubio, él les dedicaba sonrisas pequeñas y recibía las flores que le regalaban. Lastimosamente nunca dieron con su favorita, entre rosas, margaritas y camelias, el vampiro mostraba un rostro angelical, adoraba la fragancia de las flores y gustaba de regar las que le regalaban. Siempre se interesó por la belleza de estas.

Suspiró un poco, se sentía nostálgico, el sentimiento del vacío cuando tocaba el violín, se escapaba para ver el atardecer y visitar el jardín de sus padres habían desaparecido cuando conoció a Yuu. Se sentía bien, adoraba sentirse así con él.

-- Quiero ir a la biblioteca contigo --habló el rubio, mirando a Yuu, quien asintió un poco extrañado--.

-- Un momento, Yuuichiro --una voz les interrumpió, era Guren. Venía acompañado de Shinya y Krul, quien traía una cara serena-- Antes de que te vayas, queríamos hablarles sobre el ataque que sufrieron la otra vez.

[. . .]

-- Quienes los atacaron son un grupo terrorista se hacen llamar el lirio negro y están liderados por humanos, entre sus filas tienen vampiros y demonios, así que son fuertes --Kul comentó. Se encontraban en la sala de juntas del castillo, un sirviente se encontraba con ellos, sirviendo una copa de sangre a Krul y Mika, mientras que Shinya, Guren y Yuu tenían vino--.

-- ¿Qué harán con los que capturaron? --Mikaela preguntó, observando su copa--.

-- Nos llevaremos a quien intentó matarte, y lo dejaremos sin una gota de sangre, luego colgaremos su cabeza en la puerta del palacio --Ladró Krul, intimidado un poco a ambos jóvenes--.

-- No seas tan dura Krul --Shinya suspiró-- los seguiremos interrogando hasta que nos den toda la información necesaria, después tendremos que deshacernos de ellos --.

Yuu les miró molesto, sin embargo la expresión de Mika estaba muy relajada.

-- ¡No pueden hacerlo! Son personas... Ellos han seguido órdenes, no deben morir

Royals [YuuMika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora