Capítulo 16

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Yuuichiro miraba por la ventana, un poco cansado. Hoy era un día libre de trabajo y entrenamiento, el serafín se había debilitado y estaba descansando por la visión que tuvo ayer de los deseos del príncipe.

"¿Él habrá sentido lo mismo que yo?"se preguntó a sí mismo.

Vio en en suelo, debajo de la ventana una carta con el sello del reino de Sanguinem, obviamente era de Mika. Luego vio su escritorio y vio su carta, no se la había enviado así que posiblemente Mika se adelantó a enviar otra carta, la lechuza albina de Mika durmiendo encima de uno de sus baúles le confirmó que era una carta del rubio.

Suspiró nuevamente y salió de su habitación, Mika debería esperar por ahora... Igualmente le extrañaba que él le envíe cartas, pensaba que no tenía del tiempo suficiente como para hacerlo, Mika solía disfrutar de su tiempo libre releyendo sus libros favoritos, leyendo más libros nuevos, tocar el violín y ver el paisaje, y también por la fama que tenía el rubio de ser un tipo difícil de tratar y en general desinteresado de cualquier conexión con un ser vivo.

-- Hey Yuu~ --escuchó una voz tranquila y canturrona. No se dio cuenta de que caminó hasta el comedor, y ahora estaba en este. Shinya y su padre se encontraban desayunando--.

Miró detenidamente el agarre que ambos tenían, las manos de ambos estaban entrelazadas y Guren lucía muy a gusto con ese contacto, al darse cuenta de que su hijo lo miraba soltó la mano de Shinya como si esta estuviese hecha de fuego.

-- ¿Ustedes estaban...

-- ¡QUÉ BUENO ES VERTE MOCOSO! -Gritó Guren, interrumpiendo al menor y al mismo tiempo, causando una risita en Shinya y más confusión en su hijo-- ¿Cómo va el entrenamiento? ¡Haré una reunión con algunos gobernadores para conmemorar el aniversario de fundación del Reino y tu cumpleaños!

-- ¿Mi cumpleaños? --el ojiverde se señaló a sí mismo-- ¿Ya es octubre?--.

Y Guren se sobó las sienes, soltando un fuerte suspiro. Su hijo era realmente lento, pero eso era beneficioso, ya que logró distraer al ojiverde de su anterior acto con Shinya.

-- Sí. Y ve preparándote para vivir tus últimos días como híbrido, te convertirás en un demonio completo, también te recuerdo que yo no voy a cuidarte cuando hagas berrinches demoníacos y no controles tus poderes, tampoco quiero a ninguna princesucha de quinta en el castillo. Tú vas a coger con tu esposa --advirtió severamente, mientras Yuu sólo fruncia un poco el ceño y hasta hacía una expresión de asco--.

-- O puedes tener a un gran Príncipe de esposo --Opinó el ojiazul, mirando con diversión a Guren y después a Yuu--.

Ambos azabaches se sonrojaron levemente y desviaron la mirada.

Guren bajo la mesa pisó el pie de Shinya, este solo siguió riendo y por lo tanto haciendo enojar más a los dos Ichinose.

--Aún no encuentro una buena candidata para un matrimonio... me gustaría pensarlo mejor de hecho --Yuu se miraba pensativo y Guren asintió, desde hace relativamente poco su hijo había comenzado a parlotear con que debía casarse pronto y con una mujer poderosa para traer estabilidad al reino— Si me permiten, iré a la biblioteca —robó algunas medialunas de una bandeja en la mesa y salió rápido del comedor—.

Ambos adultos se miraron, Shinya se levantó y se retiró sonriente, no sin antes darle un pequeño beso en la frente del Rey. Guren miraba extrañado a su hijo, pasaba tan poco tiempo con él que ni si quiera sabía por qué el repentino interés de Yuu en leer los polvorientos libros de la biblioteca, este chico solo salía de su habitación para alimentar a los patos, tirarse en el césped, y robar comida de la cocina, la única vez que lo vio con libros en las manos fue cuando Yoichi le regaló un libro de hechicería demoníaca, un ejemplar traído de la biblioteca de los Saotome, una familia de demonios que gobernaba no muy lejos de Nagoya. O cuando Shinya le traía libros de astronomía de Burakku, realmente pensaba que Shinya tenía la realidad alterada por haberse encariñado tanto con un niño que no solo no era su hijo, si no que era hijo de la persona que más amaba y la que más aborrecía.

Shinya se levantó con una gran sonrisa y los pensamientos de Guren se esfumaron al verlo.

-- El pequeño Yuu-chan crece tan rápido --suspiró mirando al de orbes amatistas-- Pronto será un gran Rey como su padre... Claro que él no se convertirá en un viejo gruñón como tú --añadió con una sonrisa burlona--.

-- Shinya... --el mayor miró al albino, este solo respondió con un "Hm?" -- más te vale que corras --murmuró con una voz de ultratumba, desenvainando su espada y siendo envuelto por un aura tenebrosa--.

El albino escapó riéndose mientras el azabache se encargaba de perseguirlo con el arma en la mano.

[. . .]

Por otro lado del castillo, Yuu en su camino a la biblioteca decidió ir al pequeño templo que tenían, a lo que se encontró con sus instructores. Ambos estaban lejos por lo que se acercó a paso lento.

Habían armado una pequeña fogata frente a la laguna artificial, el albino traía las grandes vestimentas del pastor encima de las suyas y frotaba sus brazos con sus manos, posiblemente intentando entrar en calor... También era posible que recién se esté recuperando de la descomoensacion que sintió al intentar averiguar los miedos del azabache.

-- "... Es realmente peligroso, como demonio... Hay una alta probabilidad de que pierda el control" --se escuchó un poco temblorosa la voz del serafín--.

-- Ese demonio lo poseerá en cualquier momento, cuando su codicia aumente ése demonio querrá alimentarse de ella, pedirá más y más hasta que él pierda el control --Esta vez el pastor, un poco teorizando--.

-- Pero Yuuichiro tiene además de ese gran poder como demonio, una gran determinación. No creo que el demonio tenga tan fácil el camino para devorar su corazón, él rendirá pelea y con la preparación que está tomando estoy seguro de que sellara a su demonio --Yuu sonrió para sus adentros, significaba que todo había dado resultado--.

Sin embargo su alivio se convirtió en confusión al ver a el castaño susurrar algo en el oído del serafín, este solo comenzó a reír y se acercó lo suficiente como para que ambos rostros se unan en un suave y dulce beso.

¿Qué mierda?

¿Ellos dos no eran amigos?

...

Un serafín con un simple humano... Al menos él y Mika eran Príncipes.

Yuu sacudió la cabeza rápidamente cuando el rostro del rubio surco sus recuerdos, ya comenzaba a olvidar sus facciones... ¿Por qué pensaba así de Mika? Bueno Mika era la única persona con la que logró conectarse tan rápido, además la idea de contraer matrimonio con el heredero al reino más poderoso de todos era tentativa.

Pero él no estaba interesado en el Príncipe Mikaela, él quería a Mika, a su mejor amigo como un vampiro normal. Jamás le propondría casamiento por conveniencia, sabe que el rubio quería casarse por amor.

Y estaba seguro de que a Mika no le interesaba en lo absoluto el matrimonio de momento... A pesar de que sospechaba que Mika sería el novio perfecto, ese con el que fantasean todas.

Decidió dejar a los chicos e ir a aclarar su mente un poco, ellos recomendaron no pensar mucho en ningún tema y ahora tenía un poco de miedo por el contenido de la siguiente carta de Mika, probablemente estaría hablando de una nueva compocision de violin, una novela o también podía estar regañandolo por ser un tonto distraído.

Sonrió un poco nostálgico; extrañaba al rubio.

Sin embargo caminó con pereza rumbo a su habitación nuevamente, yendo a leer un poco. Mañana tendría que seguir practicando como lidiar ante la tentativa de un demonio mientras el pastor le explicaba sobre lo peligroso y dañino que era vivir con codicia y lujuria.

Tendría un día largo

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Buenas uwu
Gracias por todo el amor que esta recibiendo Royals, en serio no saben cuanto lo aprecio y también cuanto amo escribir este libro.

Tengo hasta una guía para recordar personajes, características, historia, acontecimientos... Y les parecerá too much pero en verdad Royals es el proyecto en el que más estoy trabajando, y el que más feliz me vuelve.

Gracias por apoyarme <3

Actualización: SÉ MURIÓ MIKA NO MAMEN

× Mei-chan

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