CAPÍTULO XII.- ¿UN SUEÑO?

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YELINA

Desperté en mi habitación confundida —¿Ha sido todo un sueño? —me levanté para sentarme en el mismo lugar.

—mi cabeza me va a explotar. —toqué mi frente e hice unas muecas de dolor.

—que mal me siento, me siento morir, pero, ¿qué? ¿Qué hora es?  tomé rápido mi celular para ver la hora que era.

—once am, se me ha hecho tarde y tengo cinco llamadas perdidas de Annya.

Annya es mi mejor amiga de la Universidad, estudiamos juntas derecho penal. Desde pequeñas hemos sido muy unidas.

Annya es un poco más alta que yo de piel blanca, de pelo corto lacio negro y ojos verdes, de labios carnosos, es divertida y muy artística ya que le encanta la cultura.

También tengo a Luka quien es uno de mis mejores amigos, él es mucho más alto que yo de piel blanca, pelo corto castaño y ojos grandes amelados, de gran torso y siempre formalmente elegante, además de caballeroso; por el momento se encuentra en Francia trabajando en sus grandes empresas, por lo que es seis años mayor que yo.

Y claro, yo también me encuentro fuera de mi lugar natal Madrid, España. Estoy estudiando en Barcelona en la universidad Instituto de Formación Continua vivo sola y a unas cuantas cuadras Annya.

Me levanté para tomar una ducha y en lo que salía el agua caliente llamé a Annya.

—Alo. —respondió atareada.

—Perdóname Annya, se me hizo tarde y la cabeza me estallara. —expresé agobiada.

Río del otro lado del teléfono —¿qué? Te has ido de fiesta y ¿no me invitaste? Que grosera. —contestó con tono de voz de niña caprichosa.

—Me hubiera gustado, pero no fue así. —reí —solo fue un sueño, demasiado extraño, pero sobre todo agobiante. — susurré, tratando de recordarlo.

—Tú y tus extraños sueños, creo que es hora de que ya despiertes y te vengas enseguida a la Universidad, por cierto, recuerda traer el proyecto. Espera, otra cosa Archie te está buscando, amiga, lo traes vuelto loco, comiendo de la palma de tu mano. —río.

Yo le seguí el juego —Es mejor que te calles, si no quieres...que te hablé del chico de la cafetería. —su risa paró al instante.

—Yelina. —mencionó molesta —es mejor que no tardes. —ordenó colgando el teléfono.

—¡Vaya! Esta chica nunca me deja terminar. —bloqueé mi móvil para dejarlo sobre la mesilla de noche.

Me desnudé y dejé caer mis prendas por mi cuerpo, me metí a la ducha dejando correr el agua caliente por mi cuerpo, inundando mi piel, temblé un poco — pero que frío.

Llevé mis manos al cabello para frotarlo —¿qué es lo que soñé? —traté de ordenar las piezas del rompecabezas.

—Ese sueño extraño, ¿significará algo? —masajeé mi cabeza para relajarme y dejar fluir conclusiones más concretas.

—¡Yelina! deja de pensar tonterías, mejor date prisa. —me dije a mí misma enojada.

Salí de la ducha para buscar la ropa que usaría. Tomé un pantalón negro, con una blusa came sencilla, me vestí y me puse unos botines negros. Luego fui al baño nuevamente, sequé mi cabello y me maquillé levemente —¡ya está! Por fin lista.

Tomé una bolsa negra para meter algunas de mis libretas y lapiceros. Me coloqué una bufanda beis en mi cuello, me abrigué con una cazadora came y por último mis guantes negros de piel, la nevada era leve pero fría.

VIAJANDO A TU LADO 🚀 © COMPLETA [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora