CAPÍTULO XIII.- MÁSCARA CAÍDA.

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ANNYA

Entre a terapia intensiva y ahí estaba Luka dormido, se encontraba con una mascarilla de oxígeno y con varios aparatos a su alrededor, vi que su cuerpo tenía moretones y que se encontraba bastante mal.

—Luka ¿qué fue lo que les ocurrió? —le acaricié el rostro y salí de la habitación, no soportaba verle así, lloré unas cuantas lágrimas y busqué al doctor.

—Disculpé la molestia, pero, de los familiares de Luka y Yelina ¿nadie se ha presentado? —me sudaban las manos al pensar en la reacción de ambas madres.

El doctor me miro desconcertado — No, usted al parecer es la única persona que ha venido, pero si quiere saber un poco más, ya no tardan en llegar los doctores que están encargados de Luka y Yelina.

—Muchas gracias, esperaré en la habitación de Yelina. —me despedí, avanzando al pasillo.

—Cuando lleguen le avisaré. —indicó a mis espaldas.

—Gracias. —volteé a verle para despedirme inclinando mi cabeza.

AMENADIEL

Yelina noto mi tristeza y me llevó con ella adentrándonos al jardín, para que nadie escuchara nuestra conversación, cuando ella empezó hablar unas ganas de besarle me invadía. Así que, la tomé de su cintura acercándola a mí, quedando nuestros rostros muy cercas, sintiendo la respiración uno del otro, solo la miré a los ojos con los que me veía confusa, acerqué mis labios a los suyos intentando besarlos, pero la imagen de ella y Luka en la montaña hicieron que me desprendiera de ella drásticamente.

La solté para alejarme, mirándola fríamente y corrí lo más lejos que pudiera de ella, llegando a la laguna del amor, grité con todas mis fuerzas un — Ahhh. — y me tiré al suelo a golpearlo.

Un ruido de la laguna provenía haciendo que volteara al lugar espontáneamente —¿Amelie? — susurre, ella salía del agua desnuda dejando correr el agua en su cuerpo, sus manos las llevo a su pelo pasándolas por él, abrió sus ojos y se quedó sorprendida al verme.

— Pero mira, ¿a quién tenemos aquí? —me mira coqueta de arriba a abajo.

—Amelie y-yo, no sabía que estabas aquí. —tartamudeo al ver que se acerca a mí.

—Ja y ¿por esa razón fue por la que te quedaste cuando me viste salir? —me sonríe juguetona.

—Yo...solo me iré. —exprese con tono serio levantándome para retirarme como si nada.

—Ay, no seas aguafiestas ven a bañarte, el agua esta deliciosa. —me aventó un poco de agua.

—Me están esperando. —explico yéndome del lugar.

AMELIE

Otra vez el estúpido de Amenadiel me dejo así ¿qué se cree? Cuantos desearían verme así. — salí del agua molesta y Grandier se acercaba a mí vacilador.

—¿qué pasa hermanita? ¿no resulto tu plan? —dijo burlón.

—Cállate ingenuo, esto aún no termina. —lo miré furiosa, haciéndole saber que su comentario no me causaba gracia. Sequé mi cuerpo delante de mi hermano, quién me miraba fríamente por mis palabras dichas, tomé mi ropa y me vestí — será mejor que vayamos a interrumpir su valiosa platica. —le sonreí.

—Como tú digas. —me mira de arriba abajo sin expresión alguna y por el tono de su voz noté que andaba molesto.

—Será mejor que cambies esa carita. —le apreté fuerte los cachetes, mientras mi cara hizo pucheros.

VIAJANDO A TU LADO 🚀 © COMPLETA [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora