ANNYA
Despertaba en el sillón del hospital con una señora de cuarenta y cinco años a mi lado, de piel blanca, cabello rubio claro, quien se encontraba dormida recargada sobre su mano en el sillón, había pasado ya una semana y todo seguía igual, en ninguno de los dos había mejoramiento.
—Señora Giselle. —le hablé despacio y suave mientras con mi mano la meneaba con cuidado del hombro.
La señora abrió sus ojos ámbar de golpe dando un pequeño salto en su lugar —¿hija ha pasado algo? —miró de prisa al lugar donde te encontrabas.
—No señora Giselle, todo sigue igual, ella aún sigo durmiendo. —suspire pasando un mechón de pelo atrás de mi oído.
—La madre de Luka ¿aún no se ha presentado? —preguntó poniéndose de pie del lugar para acercarse a ti y acariciar tu rostro.
—No, no puedo creer que se tarde tanto en llegar a ver a su hijo. —me estiraba en el sofá para luego bostezar.
Al terminar mi frase unos pasos se escuchaban por el pasillo y unas voces se acercaban a la habitación, en eso entro el doctor Nathan junto a una señora de piel blanca, pelo castaño obscuro que llegaba a su torso y sus ojos grandes cafés claros, demasiado bien maquillada y sobre todo arregladísima como cualquier empresaria importante.
—Si doctor, pero mi hijo ¿ha mejorado? Porque su condición se ve fatal y la empresa, usted bien sabe cómo es esto...lo necesitamos ya en los proyectos y debería de tratarlo con mejor medicina, por dinero no se preocupe, que le pagaremos de lo mejor. —término de comentar la mujer fuera de la habitación. Miré a tu madre y ella solo alzó sus hombros dándome a entender que nunca cambiaría, sin importar en la situación que se encontrará esa mujer solo pensaba en negocios.
—Si señora, eso es lo que estamos haciendo, damos lo mejor para que el joven Luka se recupere pronto. —abrió la puerta despacio —aquí es señora.
La mujer entro con aires de grandeza —Giselle ¿cómo se encuentra tu hija? Espero que mejor que mi hijo. —expresó con voz preocupada caminando hacia tu madre con postura segura.
—Alizze. —La abrazó diciendo —de verdad lo siento, aún no puedo creer que haya pasado todo esto. —la soltó para mirarte a ti y la madre de Luka hacía lo mismo.
—Ella está en coma, ha estado así desde el accidente. —explico tu madre con voz tranquila, esa voz yo la conocía, era difícil que me engañara, sabía que se mostraba fuerte, pero por dentro estaba totalmente derrumbada.
La madre de Luka te miraba desconcertada analizando cada detalle de tu rostro —pobre Yelina, todo pasa en un segundo. —sonrió mirando a tu madre y tomó su mano, río un poco con los ojos cristalizados —Giselle ¿sabías que nuestros hijos por toda la vida se han amado? —seguía sonriendo y su voz se quebrantaba.
Tu madre la miró asombrada y río —desde pequeños, como olvidar lo sobreprotector que era Luka con Yelina, nunca pudieron ocultar el brillo en sus ojos.
—Sí, que rápido pasa el tiempo, en este momento nosotras estuviéramos tomando el té y ellos jugando como dos pequeños traviesos. —miró hacía el techo imaginando aquella escena.
—Él siempre fue tan caballero con mi hija, lo educaste muy bien Alizze. —le guiño el ojo.
Río, pero paró secamente —cuanto daría por volver el tiempo. —tomó a tu madre del brazo —Giselle mi hijo venía a pedirle matrimonio a tu hija. —tu madre abrió los ojos asombrada y apenas iba a intervenir en el tema, pero ella la paró secamente con su dedo —¡pero se lo advertí! ella aún está muy chica para ese tipo de compromisos, mira por la emoción lo que ocurrió. —te miro y al reaccionar busco tu mano tratando de encontrar el anillo.
Tu madre la miraba desconcertada tratando de analizar la situación, pues bien sabía, que Luka te ganaba por seis años.
—Al parecer le dijo que no. —explicó con voz decepcionante, me miró enseguida —tu deberías saber algo ¿eres Annya no?
—Sí señora, pensé que no me reconocería. —nerviosa —desgraciadamente no lo sabía y, sobre todo, el fin de semana Yelina tenía el celular apagado, la noticia me está cayendo como balde de agua fría. —rasque mi cabeza aturdida de la situación —sé muy bien que ella le quiere, pero aun no entiendo como lo rechazo. —miré a la nada tratando de entender el misterio.
—Claro, a lo mejor venían discutiendo y por eso paso el accidente. —dijo animada Alizze como si hubiera resuelto el caso.
—Ohhh no Alizze, no fue por eso, los doctores comentaron que fue por la nevada. —aseguró tu madre sentándose en el sillón.
—Claro, fue por eso. —con tono de voz fría —yo quería nietos. —comentó molesta.
—¿Qué querías qué? —respondió sorprendida tu madre, quedándose boca abierta.
—Bueno señoras, será mejor que vayan a ver a Luka, yo cuido de Yelina por si llega a despertar. —dije nerviosa, tratando de que no se molestaran.
Se levantó la señora rubia del sillón con voz firme —si será lo mejor, él nos dará respuestas. —sonrió llevando del brazo a la señora Alizze.
Al salir las dos mujeres, el ambiente tenso del lugar se tranquilizó y suspire a la nada relajada —Yelina, cuando despiertes tendrás mucho que contarme hehe. —dije en tono sarcástico mientras me hundía en el sillón.
LUKA
Me sentía exhausto, mi cuerpo me dolía bastante realmente me sentía morir, el doctor entró junto a la enfermera para aplicarme más medicamento —doc, ¿no ha venido mi madre? —dije con dificultad pues al hablar me dolía todo.
—Sí, ya llegó hace unos momentos, está con la señorita Yelina. —dijo serio mientras hacía anotaciones de mi estado.
Dos señoras con batas azules con tapabocas esperaban entrar a la habitación.
—Veo que ha llegado. —me sonrió para luego acercarse a la puerta y dejarlas pasar —adelante señoras, Ross es hora. —Le hizo la seña para que salieran del lugar mientras la enfermera pellirroja asentía para salir de la habitación.
—Hijo. —gritó mi madre corriendo abrazarme —¿Te encuentras mejor? —llenándome de besos el rostro.
—Sí, aunque me duele todo. —hago una mueca de dolor —¿cómo está Yelina? Le iba a preguntar al doctor, pero se alcanzó a marchar. —hablando con dificultad.
—Yelina está... —interfiere la madre de Yelina interrumpiendo a mi mamá.
—Ella está mejor, por el momento recupérate para que puedas ir a verle. —me tomó la mano la mujer, dejando pequeñas palmadas en ella con una sonrisa en su rostro algo nerviosa.
Mi madre la mira desconcertada ante el comentario, para luego reaccionar —ahhh, hijo hablando de Yelina ¿qué sucedió con la propuesta? —dijo emocionada con las manos juntas en su pecho lista para aplaudir a mi respuesta.
—No madre, aún no le he propuesto nada. —ella bajó las manos decepcionada ante la respuesta.
—¿Cómo has sido capaz? yo no pude educar a un hijo tan... Cobarde. —expresó molesta —ni tu padre te ha dado ese tipo de consejos. —rodo los ojos. Ya que él siempre me ha enseñado a conseguir a la dama que sea y tenerla en mi cama cuando me plazca, pero tú no estabas en ese grupo de "mujeres".
—Lo siento, todavía no llega la hora. —toci un poco sacando un líquido fuera de mi boca.
—Hijo. —abrió los ojos como platos asustada mi madre, tomando el líquido con un pequeño pedazo de papel —¿es sangre? —Sorprendida mostrándome el papel.
Me quedé callado, sabía que iba a morir, pero lo único que quería era tenerte por última vez en mis brazos.
—Doctor. —gritó saliendo en busca de él de la terapia intensiva.
—¿Luka? —tomando de mi brazo la mujer rubia con mirada preocupante. —señora estoy bien solo es sangre de los golpes internos, nada grave. —sonreí despreocupado.
Ella sonrío un poco con los ojos llenos de tristeza —estarán bien los dos Luka y más que nunca estarán juntos. —sonrió apretando mi mano.
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VIAJANDO A TU LADO 🚀 © COMPLETA [EDITANDO]
FantasyEstás en esa etapa abrumadora que contra penas puedes respirar y avanzar lentamente en tu rutina diaria; ya sea por trabajo, escuela, casa, familia, amigos, total toda una sociedad completa que cargar, que solo trae con ella inseguridades. ¿Un futur...