Capítulo 11

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Por Sasuke:

Él se encuentra sentado en la silla de cuero de mi padre, Mikoto en la silla cercana a la mía, sus piernas una encima de la otra y su feroz mirada a Itachi.

— ¿Qué estás planeando, Itachi? —interroga con sutileza.

Cuando ella destruyó a Itachi llegue a pensar que ninguna persona podría contra ella, pero ahora, mientras cuida que palabras utilizar dudo de ello.

— Está embarazada.

No soy capaz de moverme, aunque lo que deseo es estar sobre él y golpearlo hasta verlo sangrar y sea capaz de sentir todo el dolor que vi en ella. Me levanté de la silla asqueado, como si él hecho de estar en el mismo lugar que él podría contaminarme.

— ¡No es nuestro problema! —ella murmura—. Que el padre del bastardo se haga responsable. ¡Qué sucede contigo, Itachi!

Mis ojos van hacia Itachi, él le mantiene la mirada fija y sin indicar alguna preocupación, responde.

— Yo soy el padre.

Ella niega con la cabeza y sonríe.

— No creo que sea momento de que tú humor negro haga presencia, Itachi.

— Estoy diciendo la verdad, Mikoto.

— Te lo dije —grité sin soportar la ira—. Es un maldito enfermo.

— ¿Cómo pudiste? —ella murmura encolerizada ignorándome por completo—. ¿Cómo es posible que te dejarás seducir por esa mujer? Por Dios. —gritó—. No sólo Sasuke, incluso tú me has traicionado por esa mujer.

— ¿Ella lo sabe? —pregunte con el afán de confirmar mis sospechas.

— Aún no.

— ¿De qué hablan? ¿Cómo no puede saberlo? Todo esto debió ser planeado por ella. Es una vil arpía igual que su madre.

— Itachi abuso de ella —solté sintiendo pesar en cada palabra—. Sakura sólo es una víctima de todos nosotros.

— Cállate, Sasuke —murmura Mikoto—. ¿Ustedes dos acaso están ciegos? ¿Cómo pueden hacerme esto?.

— Tienes razón —menciona él a nuestra madre—. Me deje seducir por ella, cometí un error.

— No sigas —lo interrumpí—. Basta que le quiten la ropa para que cualquiera pueda saber la mierda que le has hecho. Eres un maldito.

— Soy tu hermano —masculla enfurecido.

— Eso es lamentable —respondí indignado, no puede cubrir todos sus actos con esa palabra—. No pienso permitir que ustedes dos vuelvan a lastimarla. Y no intenten retarme. Después de todo soy igual que ustedes.

— Sasuke —mencionó Mikoto limpiándose las lágrimas—. No puedes optar por su lado. No me obligues a tomar decisiones que no me gustan.

— No soy tu enemigo —me acerqué a ella—. Todo ya terminó. Ella ya está aquí, lo harán público, todos sabrán que ella es hija de Fugaku y eso es algo que no lo hice yo.

Me dirigí a la puerta sin decir algo más y salí de ese lugar. Camino con lentitud escaleras abajo, ansioso de escapar de ese lugar, pero al recordarla, nuevamente me veo ascendiendo las escaleras.

Golpee un par de veces la puerta de su habitación.

— ¿Quién?

— Sasuke

La puerta se abre completamente, ella no me observa y me permite entrar.

— Regreso al internado. Ven conmigo.

Veneno (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora