Capítulo 13

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Por Sasuke:

Ella está dormida en el asiento de copiloto, mis manos se mantienen en el volante, volver a casa jamás me había parecido tan malo, como ahora.

— Sasuke. ¡Detente! —escuché el grito de Hinata. El freno hizo que nos detuviéramos de forma abrupta.

— ¡¿Qué diablos?! —exclamó el rubio sobando su cabeza—. ¿Qué sucedió?

— Sasuke casi se pasa el semáforo —murmuró ella.

Sakura se mueve y sus ojos verdes se encuentran con los míos.

— ¿Ya llegamos?

— Aún no —respondo observando a un par de personas caminar frente al auto.

Estaremos dos días en esa casa, Mikoto aún sigue pensando que Sakura está embarazada y aunque llegue a pensar que de esa forma ella quizás no la molestaría estaba equivocado.

— ¿Manejo yo? —interroga Naruto. Muevo la cabeza en negación, estamos a pocos minutos de casa. ¿Decirle a Fugaku arreglaría las cosas? Tal vez termine abriendo grietas del pasado—. ¿Karin te llamó?.— pregunta él.

Observo a Sakura, sus ojos se encuentran con los míos, y no debería sentir que le tengo que dar alguna clase de explicación.

— No.

— Deberías llamarla, se encuentra muy deprimida por todo lo que le sucedió.

— Ella es tu prima y todo, pero debería asumir las consecuencias de lo que hizo —intervino Hinata—. Por quien deberíamos sentirnos apenados es por Suigetsu.

— Sólo decía, es mi prima, Hinata.

Seguramente Naruto le hizo algún juego por que pronto se la escuchó reír. Sakura observa por la ventana, y quisiera saber lo que piensa. ¿Tiene miedo? ¿Está preocupada?

Estaciono el auto en el garaje, Naruto agarra su mochila y la de Hinata, también el bolso de Sakura.

— Hace tiempo que no venía a tu casa —murmura el rubio siguiéndome escaleras arriba—. Todo sigue igual que siempre.

Los pasos golpean los escalones, uno tras otro, y su voz se abalanza ante el sonido de algo que me llevaba a quizás un refugio momentáneo.

— Sasuke.

Me detengo y en vez de observar a mi hermano la veo a ella, su espalda, sin voltear su mirada. Naruto y Hinata saludan, pero ella continúa caminando, sin observar hacia atrás.

— Vayan a la habitación de siempre —mencioné bajando los escalones.

Sus ojos observan hacia ellos, y después mete la mano en su bolsillo para sacar un cigarro.

— ¿Qué haces aquí? —la pregunta es escupida con frialdad.

— Es mi casa —responde—. No es extraño que este aquí.

— No entiendo como eres capaz de observarla después de lo que hiciste.

— No empieces —camina en dirección al invernadero y lo sigo—. Si ella es capaz de olvidar lo que paso tú deberías hacer lo mismo..

— Ella no ha olvidado, Itachi. Te odia.

— No sigas, Sasuke. No me quedaré mucho tiempo, hoy vienen unos inversionistas a visitar a Fugaku, y me corresponde estar aquí.

— ¿Mikoto sabe la verdad?

— Aún no, sin embargo, tengo la situación controlada. No le hará daño, así que tranquilo —sus dedos se dirigen a mi frente, y lo detuve sujetando su brazo, un gesto que antes aceptaría sin dudar—. Mikoto te espera.

Veneno (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora