Ella es una nueva estudiante en el internado más prestigiado de Konoha y su mentor es un Uchiha.
Advertencias: Está historia contiene violencia y mucho drama. Exceso de tragedia.
No apto para personas sensibles.
......
Mis agradecimientos por la...
Apenas Kurenai sale del salón de clases, el rubio coloca una revista encima de mi escritorio, el encabezado de la página obtiene mi atención de inmediato. "El Imperio Uchiha más fuerte que nunca" Pero el texto es lo de menos y mis ojos se fijan en la elegancia de todos los integrantes de la familia. Entonces sin querer paso mis dedos por la foto, observando la familia a la cual no puedo pertenecer. El rubio sonríe al verme.
— Sabía que te gustaría.
— Parece ser una familia bastante unida.
— Por supuesto. Sasuke es consentido por todos. Hace unos meses su hermano le regaló un convertible que tuvieron que traer de otro país.
— ¿Conoces a Itachi?
— En vacaciones suelo ir a casa de los Uchiha. Trata bien a todos los amigos de Sasuke.
Pareció dudar al hablar de él, lo que despertó mi curiosidad.
— ¿Me hablarías de él?
Él rasco su mejilla sonriendo.
— ¿También te gusta, Itachi?
— No —murmure inmediatamente—. Es solo que.
— Me hacía mucha ilusión que salgas con el teme, así podrías evitar que siga en ese mundo de libertinaje.
— Es que no.
— Aparte que Sasuke es más adecuado a tu edad, Sakura —volvió a interrumpirme.
— No, Naruto, espera. Escúchame.
— Y estoy hablando todo el tiempo de ti con el teme, ya sabes para ayudarte.
— No me gusta, Sasuke —grité en un impulso del que me arrepentí enseguida.
— Creo que todos nos están viendo —mencionó en voz baja—.Vuelvan a su asunto. Esta es una conversación privada. Sasuke no te acerques.
Sentí mis mejillas encenderse, y rápido observé por la ventana en un afán de ignorarlos. Pronto la revista fue quitada con facilidad de mis manos.
— ¡Qué carajos haces, Naruto! —la voz de Sasuke incremento el ardor en mis mejillas.
— Es la revista de Hinata.
— ¿Y tú? —dijo él, lo observe algo nerviosa — Jamás tendrías una oportunidad conmigo.
Escuche algunas sonrisas y murmullos lo cual hizo que la vergüenza se incrementará.
— No seas grosero, Sasuke. Devuélveme la revista, ya te dije que es de Hinata.
Cuando se fue detrás de Sasuke para recuperar la revista no pude hacer más que fijar mi vista en el celular, como si la estúpida pantalla con la hora fuera lo más interesante que ver.
Maldición.
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