Capítulo 25

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Por Sakura:

Mi cuerpo tiembla, llevo un diminuto vestido que no es suficiente para abrigarme del aire acondicionado, no sé si es de día o noche, las luces están encendidas. Y sólo reaccionan a la voz de Itachi, lo mismo con el aire acondicionado.

Recostada en la cama, cubriéndome con las sábanas no puedo dejar de observar hacia la puerta.

No quiero que regresen.

No importa si muero congelada, no quiero que regresen

Pero como si lo hubiera invocado la puerta de metal se abre. Y no me tranquiliza que sea Kisame quien entre.

Agarro con fuerza las sábanas y él da algunos pasos en dirección a la mesa, deja un funda sobre esta, y se acerca un poco más. Nuestros ojos hacen contacto.

- Itachi es un maldito suertudo.- me recorre con la mirada, y cubro mi cabeza con la sábana. Su mano la saca de un tirón de encima de mi cuerpo, el frío me golpea, me reincorporó como puedo y el templon de la cadena no me permite moverme tanto.

- Se irán al infierno.- mencione cuando él sujetó mi cabello obligándome a observarlo desde abajo.

- ¿No te han dicho que el infierno esta aquí en la tierra? Tú deberías saberlo mejor que cualquiera.-

Su mano se cerró en mi cuello, apretó con fuerza dejándome inmediatamente sin aire, mi garganta arde, siento que mis ojos quieren explotar y después me afloja.

Retrocedo aterrada y él sonríe dirigiéndose a la mesa.

- Cuando Itachi se canse de ti, espero divertirme mucho contigo.-

Él se marcha.

Observo mis brazos inútiles y muerdo el derecho, siento el sabor metálico de la sangre, el dolor hace que lágrimas viertan, y continuó mordiendo.

Quiero ir a casa.

.........

Mis párpados se abren de golpe, y lo único que veo es oscuridad tanto que no puedo ver ni siquiera mis propias manos.

¿Qué está sucediendo?

Muevo mis pies y no siento el peso extra de la cadena, me salgo de la cama con las manos estiradas, con el afán de no chocar contra algo y caer.

Puedo escuchar mi respiración profusa, mis pasos son lentos, titubeantes, y me quedo quieta cuando escucho pasos en algún lugar de la habitación.

No estoy sola.

Él esta jugando conmigo nuevamente y no existe un lugar al que pueda escapar.

Me muevo haciendo el menor ruido posible, casi resbalando mis pies por al alfombra, incluso temo respirar.

Mi pie rueda con una pelota y el golpe sordo se escucha en todo el lugar. Gateo intentando no pensar en el dolor de mis rodillas, en el ardor punzante que tengo en mi brazo por mordidas que yo mismo me hice. Y de repente siento sus dedos cerrarse en mi pie y jalarme hacia atrás.

- Noo.- gritó.- Por favor, no. Por favor.-

Siento su cuerpo encima del mío, intento seguir moviéndome hacia delante pero sus manos aplastan las mías contra el suelo, obligándome a estirarme completamente,  siento su desnudez rosar la mía, reconozco su olor, y sus cabellos pasean por mi cuello.

- Para. Por favor. Detente.-

Se hunde dentro de mí de un golpe causandome dolor, cierro mis párpados, mi mejilla esta sobre la alfombra y lo único que veo es oscuridad.

Veneno (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora