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—Qué pase buena noche—sonreí.

—Usted también, descanse—desee al Sr. Lee.

—En la mañana pasaré a recogerla—informó.

—¿Ocho en punto?—pregunté y él asintió.

—Ocho en punto—afirmó, bajé del auto y agité mi mano a modo de despedida.

Saludé al guardia de seguridad y éste me sonrió, me abrió la puerta y entré al gran edificio; no fue sorpresa el no encontrar a mucha gente pues realmente era tarde. La grabación se alargó más de lo provisto pues tuvimos que tomar las fotos promocionales, no quiero ni mencionar lo incómodo que fue tener que posar y sonreír junto a Park.

Subí a mi piso y caminé hasta llegar al departamento indicado, ingresé la contraseña y abrí la puerta con facilidad, todo estaba en completo silencio y a oscuras; encendí las luces para después proceder a deshacerme de mis zapatos los cuales cambié por mis cómodas pantuflas. El departamento era muy lindo y espacioso a decir verdad, contaba con dos habitaciones una de ellas con baño incluido la cual es la mía, un baño aparte, cocina, sala de estar y un estudio; me gustaba pero no me sentía en mi hogar, le faltaba esa sensación de calidez y protección.

Suspiré esparciendo todas esa ideas de mi cabeza y me dirigí a la que sería mi nueva habitación, me desmaquillé y me puse mi pijama, fui a la cocina para preparar mi usual té. El reloj marcaba las 2:35 a.m. y mi preocupación aumentaba al no ver llegar a Park, tal vez no planee venir esta noche.

Tomé el té para poder descansar tranquila, lavé la taza y esperé unos cuantos minutos más para ver si Jimin llegaba pero fue en vano, miré mi reflejo en el espejo del baño e hice una mueca al ver las ojeras bajo mis ojos, no he podido dormir bien. Lavé mis dientes y me acosté a dormir.

...

Mi alarma sonó, con toda la flojera que tenía estiré mi mano en busca de mi celular, tanteé la pantalla de éste esperando apagar el molesto sonido hasta que finalmente lo logré, levanté la cabeza de mi cómoda almohada y fruncí mi ceño desorientada hasta que recordé que desde ahora viviría aquí, me senté recargando mi espalda en la cabecera de la cama y tomé mi celular para revisar la hora.

6:30 a.m.

Con pereza me levanté y tendí la cama, escogí la ropa que usaría para después meterme a bañar, al ser temprano decidí dejar que mi cabello se secara solo sin tener que aplicarle calor artificial, hidraté mi rostro y salí en dirección a la cocina, sonreí al leer la pequeña notita pegada sobre el refrigerador.

Supuse que estarías muy ocupada como para recordar hacer las compras, por lo que yo me encargué de eso, comida, productos de limpieza, entre otras cosas más.

JooHyun

Anoche tenía tanto sueño que ni siquiera presté atención al post it, abrí el refrigerador y saqué lo necesario para preparar el desayuno, el sonido de una puerta abrirse me sobresaltó, ¿Si llegó a dormir? Mordí el interior de mis mejillas con nerviosismo.

¿Qué se supone que debo hacer ahora?

Aclaré mi garganta y seguí con mi objetivo principal, preparar el desayuno. Traté de relajarme tarareando una canción.

—Buenos días—saludé sonriente al verlo entrar a la cocina, su rostro adormilado me causó ternura. Acostumbrada al ser siempre ignorada seguí cocinando sin inmutarme.

Sirvió agua en un vaso y la bebió de golpe, tras varios minutos de completo silencio a excepción de mi tarareo el desayuno quedó listo, dejé uno de los platos sobre el comedor junto a una taza de café, su mirada seguía cada uno de mis pasos haciéndome actuar con torpeza. Agarré mi plato y mi taza de café con cuidado.

||Once Upon A Time||- P.J.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora