||Once Upon A Time||- P.J.M.

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Oh no, nada bueno podía salir de esto.

Sonreí con inocencia ante la intimidante mirada de mis amigos.

—Wow, ¿hicieron una reunión y no planeaban invitarme?— mi intento de broma solo ocasionó que el ambiente se pusiera más tenso.

—Kang SeulGi— cerré mis ojos, ese tono de voz solo lo utilizaba cuando estaba realmente molesto.

—Taehyung-ah, puedo explicarlo— me apresuré a hablar.

—Mi pequeña SeulGi bear, nos tenías tan preocupados— acepté su abrazo confundida por su repentino cambio de humor.

—¿No estás enojado conmigo?— pregunté temerosa.

—Claro que si, pero me conformo con saber que estás bien.

—¡Noona!— sonreí.

—Mi bebé— corrí a abrazarlo.

—Soy un adulto— se quejó avergonzado, pellizqué su mejilla haciéndolo soltar un pequeño gruñido en conjunto con una graciosa mueca.

—Está bien ya no eres más un bebé, ahora ya eres todo un pequeño infante— volví a escuchar otro quejido de su parte, las burlas de Yerim no se hicieron esperar haciendo que las mejillas del castaño se sonrojaran.

—¿Pero a quién tenemos aquí? Es mi otra bebé— abracé a la rubia.

—Te extrañé unnie— aplicó más fuerza en el abrazo, solté una risita.

—¿Y JooHyun?— cuestioné.

—En la cocina, la señora Go dijo que prepararía un rico postre y ella se ofreció a ayudar— asentí ante la explicación de la menor.

—Iré a saludarla— me encaminé al lugar indicado, parecía demasiado concentrada en lo que hacía— Hyunie creo que le hace falta más azúcar.

—¿Enserio opinas eso? Lo probé
antes y— se detuvo de golpe para girar a verme— ¡Estás aquí!— sus abrazos siempre son cálidos y reconfortantes.
— Todos estábamos muy preocupados.

—Lo sé y lo lamento mucho— negó con la cabeza.

—Ya no importa.

—¿No ha venido NamJoon?— pregunté.

—Estuvo aquí esperando a que llegaras pero surgió algo en su trabajo así que tuvo que retirarse, nos pidió que le avisáramos cuando llegaras.

—¿Y mi familia?— negó lentamente.

—No hay nadie en casa.

Era extraño puesto que ya era tarde.

—¿SooYoung no pudo venir?— frunció su ceño ante mi pregunta.

—Esa es otra niña con la que debo hablar muy seriamente sobre contestar el celular cuando le llaman.

—Tal vez esté ocupada, o no se sienta bien, ¿y si se enfermó, deberíamos ir a visitarla?— puso sus manos sobre mis hombros.

—No saques conclusiones apresuradas, si fuese grave SungJae se habría comunicado con nosotros— asentí tranquilizándome con sus palabras.

—Los chicos se pusieron a jugar con la consola, es aburrido solo ver como
juegan— entró Yerim— ¿hay algo en lo que pueda ayudar?— de esa manera fue como las tres terminamos decorando galletas junto a la señor Go riéndose de nuestras creaciones.