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—¿Cómo ha estado señorita SeulGi?—preguntó el Sr. Lee una vez entré al auto.

—Bien, reponiendo energía— después del desmayo tuve dos días de descanso, es decir, sin grabaciones, sin oficina, por lo que decidí darle los días libres, además de que los fines de semana también son libres para él por lo que no lo había visto desde hace varios días— ¿Y usted, cómo se encuentra su esposa y el pequeño Kyun?— me miró sonriente.

—Estamos excelente, el sábado salimos a un parque de diversiones— el brillo que nace en su mirar cada vez que habla sobre su familia es muy lindo.

—Eso suena genial—comenté— Apuesto a que la pasaron de maravilla.

—Estás en lo correcto—el camino transcurrió así, él contándome sobre las travesuras del pequeño Kyun y yo riéndome sin parar—La esperaré afuera.

—Gracias—tomé mi bolso con firmeza, los nervios me carcomían por dentro. Bajé del auto y me detuve unos segundos en la entrada admirando la hermosa casa de los Park.

—Estás aquí—aquella voz me trajo de vuelta a la realidad.

—SooYoung—sonreí.

—Ven, tus padres recién llegaron—entrelazó su brazo con el mío y me dejé guiar por ella.

—SeulGi, me alegra tanto verte—fui recibida por las dulces palabras de la Sra. Park.

—Feliz cumpleaños—la abracé y entregué la pequeña caja de terciopelo.

—Muchas gracias querida, no tenías porqué obsequiar nada, con que estés aquí es más que suficiente—me abrazó nuevamente.

—Es solo un pequeño detalle, espero que le guste—Mamá me acompañó días atrás a comprar ese lindo brazalete.

Giré levemente mi cabeza encontrándome a SungJae cargando a la pequeña Haetnim en brazos, le sonreí y el enseguida imitó mi acción.

—Vayamos al comedor—propuso el Sr. Park, caminé hacia mis padres y los saludé.

La señora Park decidió festejar su cumpleaños con un desayuno al cual fuimos invitados, su sonrisa no lograba irradiar alegría como era costumbre, sus ojos intentaban ocultar la tristeza pero era casi imposible, porque por más que quisiera ignorar ese hecho la familia estaba incompleta, su hijo no estaba acompañándola en un día tan especial para ella.

La comida estaba deliciosa, toda comida hecha por la señora Park siempre es digna de ser reconocida por un chef profesional.
Sonreí enternecida al ver como SungJae limpiaba los labios de su revoltosa novia con su pulgar, la pelirroja se sonrojó por ese gesto.

—¿Soo, cuándo será la inauguración de tu compañía?—preguntó mi padre mirándola expectante.

—Éste viernes, planeo enviar las invitaciones por la tarde—respondió sonriente—Mi propia compañía de maquillaje... esto parece tan irreal que siento que en cualquier momento despertaré de este maravilloso sueño.

—Todo esto sucedió gracias a ti, a todo el empeño y esfuerzo que pusiste en ello. Tu trabajo finalmente dará resultados—Su padre hablaba con un inmenso orgullo.

El timbre de la casa sonó, una de las empleadas que estaba recogiendo la vajilla sucia hizo una reverencia y abandonó el lugar para supongo ir a abrir la puerta.

—No te preocupes por tu hermano, le informaré para que esté enterado de todo—comenté, una sonrisa desganada surcó por sus labios.

—No es necesario, para qué hacerlo si de todas maneras no vendrá—su mirada destellaba desilusión.

||Once Upon A Time||- P.J.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora