ESPECIAL PARTE. 1

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Velocidad, prisa, tiempo.

Es increíble como de esos factores puede depender salvar la vida de una persona, no importa cuán valiosa esta sea, o cuán importante será para otros, con un mísero segundo tarde, todo se termina.

¿Injusto?, Demasiado.

No existen hubieras ni lamentos suficientes para poder regresarla a este mundo, no hay manera de echar el tiempo atrás y corregir tus actos, la resignación de llevar esa carga por el resto tus días te asfixia cada vez más hasta el punto de no poder sobrellevarlo.

Sus palabras a través de aquel mensaje de voz resuenan en mi cabeza una y otra vez como una detestable melodía. Esa sensación de temor, sentir tu cuerpo congelado, tu corazón latir con prisa, tu sangre helarse y un escalofrío recorrer tu espina dorsal, es sencillamente horrible despertar para que lo primero que escuches sea eso.

Lo intenté, pero te fallé por enésima vez. No puedo con esto y creo que la única manera en la que puedo ser feliz y dejar vivir a los demás es esta. Te quiero, hasta pronto Park Jimin.

Mi motivación aumentó, corrí con más fuerza, tenía que llegar, tenía que hacerlo sin importar que sucediera, mi corazón bombeaba con desenfreno, mis piernas flaqueaban mostrando debilidad, la adrenalina recorría mi cuerpo impulsándome a continuar, fue entonces cuando mi mirada se iluminó al verla de pie frente al mar, con la mirada perdida, sus mejillas empapadas a causa de las  lágrimas, su ropa desaliñada, con sus zapatos haciéndole compañía a su costado.

—¡HyeWon!— ni siquiera se sobresaltó al escuchar mi voz, su mirada vacía se dirigió hacia mí mientras negaba levemente con la cabeza. Corrí a abrazarla pero me esquivó retrocediendo unos cuantos pasos— Hye— mustié.

—Vete— más que una orden era una súplica.

—No lo haré.

—Por favor, no te involucres más Park— mi vista se enfocó rápidamente en la cuchilla que sostenía en su mano derecha haciéndome estremecer.

—HyeWon, prometiste que te habías desecho de todas ellas, lo hemos hablado son dañinas para ti— luchaba por sonar tranquilo pero me era imposible no estar alterado.

—Tienes razón, lo hemos hablado en diversidad de ocasiones pero mi conclusión es distinta. Esto es lo que merezco, ¿Por qué te es tan difícil de comprender?—

—No es así, estás equivocada, nadie es merecedor de semejante atrocidad, regresa a tus sentidos Shin.

—Detente, no hagas esto otra vez, jamás debiste salvarme aquel día, tenías que dejarme morir. Deja de hacerme creer que tengo esperanzas, abstente de ilusionarme con esas frases que esconden un sin fin de mentiras detrás de palabras vacías.

—HyeWon, por favor escúchame— imploré, con sigilo me acerqué un paso más.

—No lo haré. Por primera vez siento que haré algo que beneficiará a todos los que habitan a mi alrededor.

—No digas eso, te prohíbo que vuelvas a mencionar algo así.

—Soy un asco de persona, mi estabilidad mental y emocional están por lo suelos, ya no puedo soportarlo— una vez más volvía a presenciar ese lado frágil de HyeWon, esa niña asustada y desesperada que rogaba por ser escuchada, comprendida, aceptada, amada.

—Te ayudaré, juntos saldremos adelante.

—¿De qué me sirve? Las únicas personas que logré considerar amigos ahora me odian, todos serán felices si yo desaparezco, es la única solución. No tengo salida Jimin, pero tú si, escapa, huye de mi, ¿no puedes ver el monstruo en el que me he convertido?— su cuerpo temblaba.

||Once Upon A Time||- P.J.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora