Desperté en mi. Me dolía la nuca, allí donde los hombres de mi padre me habían golpeado.
Me levanté con rapidez y me vestí, guardando mi arma en el bolsillo interior de mi traje.
Daniel. Tenía que buscar a Daniel.
-El chico está raro- dijo una voz femenina. Miré hacia el lugar de donde provenía. Olivia estaba allí, lucía preocupado- creo que le hicieron algo. El otro día lo busqué, ni siquiera me contestó.
-No lo entiendo- dije- ¿Hace cuanto estoy dormido?
-Te golpeaste la cabeza al caer, estuviste en un coma. Pasaron dos semanas.
Mi corazón comenzó a bombear a la velocidad de la Luz.
-¿Daniel? ¿Está vivo?- pregunté, alarmado. Olivia hizo una mueca.
-No sé si vivo es la palabra que usaría para describirlo.
Se me heló la sangre y tuve que apoyarme en el acolchado de la cama para procesar lo que acababa de decir.
-Explícate- le dije.
-Bueno, físicamente es Daniel pero...no responde a ese nombre, tampoco recuerda nada sobre él. Es como un soldado sin vida, una máquina. Un cuerpo sin alma.
No dije nada, simplemente me levanté y empecé a caminar. Todos mis planes se habían desvanecido, solo importaba una cosa: encontrar a Daniel e irnos lo más lejos de éste lugar que pudiéramos.
Y no volver nunca más.
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Thunder
ActionDaniel Cuzis es el típico estereotipo del chico malo. Se emborracha hasta perder la conciencia, fuma como si quisiera morir a los treinta y carga una navaja en el bolsillo. Pero en todo cliché está el mismo dilema, ¿Por qué es un chico malo? Daniel...