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Ni siquiera yo mismo creía que yo, un omega unos considerables centímetros más bajo que la mayoría de los alfas que se encontraban en ese lugar había vencido tanto al alfa de la mandada como a uno de sus betas.

Si meses atrás alguien venía diciéndome algo como eso sin duda alguna me hubiera echado a reír a carcajadas, más teniendo en cuenta que las piernas de HyunJin son extremadamente largas y brazos fuertes, pero ahora que lo veo contra el suelo luego de nuestra lucha cuerpo a cuerpo puedo tener en cuenta la realidad de mis habilidades y entrenamiento.

Félix miraba todo sentado y con una botella de agua en sus manos, también había acabado con él minutos atrás con solo cuatro movimientos; su seriedad había vuelto, pero ahora no parecía estar enojado con la vida por hacerlo respirar, si no estaba pensativo, casi puedo ver los engranajes en su cabeza trabajando y buscando sentido a lo que veía.

Ayudé a HyunJin a levantarse tendiéndole una mano, recibiendo una sonrisa de su parte como agradecimiento. Cada uno tomó un camino diferente luego de recibir agua por parte de los otros presentes cuando un chico de cabello rojizo entró al gimnasio como si acabara de llegar a su casa, casi lanzándose a los brazos de Hwang y restregando su mejilla en el pecho del alfa.

Miré confundido la escena, escuchando la risa de Jeno a mi lado, volteé a ver al alfa, notando como su oscuro cabello se pegaba a su rostro por el sudor causado por su última actividad

— Kim SeungMin, es un beta. No sé qué relación tienen ellos pero la mayoría de veces que está haciendo eso —habló refiriéndose al abrazo— Son por dos razones: Son una pareja rara y así consigue estar apestado a HyunJin por donde pase.

Los betas tienen su aroma al igual que el resto, puede enlazarse con quién le dé la regalada gana como el resto, pero no pueden tener hijos. No importa si es chico o chica, los casos de betas embarazados son muy escasos.

— SeungMinnie no tiene un aroma propio por razones que desconozco, pero si ves en la multitud una cabeza roja y apesta a HyunJin, es él —añadió Félix jugando con su botella de agua.

Asentí en silencio mirando de reojo a la pareja, SeungMin hyung se mantenía escondido en el pecho de HyunJin hyung, este por su lado se dedicaba a dejar besos en el rostro del pelirrojo.

Ciertamente es tierno.

— Ya terminamos por hoy —declaró el alfa de la manada levantándose casi de un salto de su silla— Te acompaño a casa.

Durante el camino a casa no hablamos de mucho, pasamos por diferentes lugares que a mi parecer eran ciertamente hermosos y distintos a los que estaba acostumbrado, lo que más me llamó la atención en particular fue la cantidad de personas que se acercaban a Félix para tener una conversación con él, contando con una comodidad que no creía posible entre el alfa de la manada y el resto de esta. Estoy acostumbrado a ver como todos miran a otro lado cuando el alfa llega y actúan como si de un dictador se tratase, así son las cosas con mi padre.

Se podía notar que todos confiaban en Félix, que es un alfa querido por su pueblo, alguien que las personas de la manada no solo ven como un líder. Incluso el que más de un niño pequeño se acercara corriendo para colgarse de una de sus piernas en búsqueda de alguna pequeña caricia o una sonrisa de su parte decía mucho. Cada día me daba cuenta de lo mal que estaban las cosas en el sur.

Llegar a casa teniendo en cuenta el cansancio que sentía en ese momento fue como un regalo divino y el sofá en ese momento fue mi mejor amigo, ya recostado en este escuché como alfa dejaba las cosas en una mesa cercana y se despedía con un tono suave, cerró la puerta dejándome solo en la cabaña. Por mucho que quisiera dormir allí mismo me levanté para ir a por una ducha.

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