-XVI-

2.7K 264 70
                                    

La historia de Lee Félix en verdad siempre fue un secreto a voces dentro de las manadas, se conoce que los líderes saben qué pasó en aquella guerra, qué pasó con la familia Lee y por qué actualmente Félix es el único de la familia real con vida. A sus 17 años había tomado el poder de la manada a pesar de que en ese entonces no se supiera su estatus, fue algo bastante sorprendente para todos.

El antiguo alfa, SeoJun, desapareció luego de la guerra de sangre lo que muchos culpaban a esta misma, lo que nunca se supo la razón por la que su hija también desapareciera, destruyendo a sus familiares, amigos y a la manada que adoraba a su gobernante. Lo que hacía dudar a todos era el hecho que su desaparición fue dictada una semana luego de la guerra, semana en que la familia real no aparecía por ningún lado, siendo liderados repentinamente por Félix.

Lee Olivia era el nombre de la hermana melliza de Félix, una alfa presentada prematuramente por encontrar a su destinado, nunca se supo la identidad ni el paradero de este luego de la muerte de esa chica. La guerra destruyó hogares y familias.

Frente a mí se encontraba uno de los sobrevivientes de aquella guerra con su cabeza apoyada en mi regazo y sus ojos cerrados, jugando con nuestras manos como la mayoría del tiempo, una persona que sabía lo que mi padre nunca contó o dejó que se contara en la manada.

— Puedes hacer preguntas, esa herida está cerrada —murmuró sin dejar de jugar.

— ¿Cómo sabían que serías un alfa?

— Soy un alfa puro, al igual que lo era mi hermana.

Una raza «pura» es aquella persona que es hijo de dos personas del mismo estatus social, donde el ochenta o hasta ochenta y cinco por ciento de esas personas tienen el mismo estatus social de sus padres, el resto del porcentaje son beta.

Los padres de Félix fueron ambos alfas.

— ¿Me puedes decir qué pasó en verdad?

— Solo si después podemos salir con los chicos, hay una ocasión especial cerca.

— Trato —dejé un pequeño beso en sus labios, con una pequeña sonrisa él volvió a unir nuestros labios en un beso más alargado.

— Ya vengo —se levantó recogiendo las cosas, segundos después volvió a la misma posición está vez con Gyu.

Se puede decir que ese peluche es de los dos.

— Sabes cómo quedó todo, como se llegó a la idea de una zona para todos; lo que no todos saben fue de las heridas que se obtuvieron. En mi caso casi al final de la pelea HunMin encontró a mi padre y lo atacó, casi lo mata. Liv intentó defenderlo —negó con la cabeza sin dejar de jugar con Gyu— Pude atacar a cientos, matar o salvar a decenas, pero cuando vi como HunMin y uno de sus verdugos mataron a mi familia me quedé quieto, no me moví. Casi me matan también.

— ¿La cicatriz que tienes en el abdomen? —acaricié su cabello.

— Sí, después de eso me tomó un año y medio de terapias hasta tener un estado de ánimo «normal» —hizo las comillas con sus dedos—Chris varias veces no durmió porque yo no podía dormir bien y tenía sueños muy malos.

— Mi padre me quería en esa pelea, tuve que rogarle a un amigo que me rompiera una pierna para que no lo hiciera —sus ojos se ampliaron en sorpresa— HunMin es así, no sé cuántas locuras hice para librarme de sus planes.

— Que alguien llame a protección de menores —bromeó intentando aligerar el ambiente— ¿Vamos con los chicos?

— ¿De qué se trata?

— Oh, ya verás —se levantó de un salto tomando mi mano.

— Oh, ya verás —se levantó de un salto tomando mi mano

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
WolvesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora