Wolves

-VIII-

Vi como JiMin noona dejaba de tratar a Félix y como se iba a regañar a Chan hyung por jugar con sus vendajes; me quedé sentado junto al alfa peinando sus cabellos con suaves caricias en busca de reconfortarlo un poco, algo me decía que debía cuidar de él.

El diagnóstico de noona fue muy claro, algunas queridas eran bastante profundas que se tardarán un poco a sanar, mientras tanto una pequeña parte de estas solo se tomarían unos días. Su lesión en la pierna se había agravado al punto que ahora aquella semana y media de reposo se alargó a al menos un mes.

Ver al alfa vendado con medicación con suficiente para mantenerlo tranquilo y dormitando no es algo que me gustara ver, me dolía en cierto punto su tono de piel pálida.

La historia tampoco es lo más normal, de alguna manera aquellos lobos llegaron a esa zona y por mera casualidad se toparon con el alfa. Hubo una pelea inicial de la cual Félix quedó inconsciente, los betas intentaron protegerlo pero por la diferencia de número Chan pensó que era menor buscar ayuda. In y yo éramos los más cercanos.

— Él estará bien, ChangBin —habló Chan desde su cama, parecía que notó mi mirada preocupada— Puedo oler tu preocupación.

— Me es imposible no preocuparme —seguí con las caricias en el cabello del alfa— ¿HyunJin está muerto? —pregunté al verlo dormido tan profundamente que hasta algo de baba caía por la comisura de sus labios.

— No, pero casi —respondió SeungMin, que estaba casi o más preocupado que yo en esos momentos.

Me levanté de la cama haciendo una mueca para poder tomar agua, la pequeña sala que noona nos había apartados a todos era un desastre de olores y feromonas por todos los presentes, pero extrañamente creaba un cierto sentimiento de seguridad en mi corazón al sabe que tipo de relaciones estaba formando. Miré a mi alrededor notando como JeongIn miraba con un puchero a HyunJin dormir mientras que SeungMin se mantenía apoyado en el pecho del alfa, acariciando una de sus manos, por otro lado, YoungHyun se encontraba recogiendo las cosas que Chan había lanzado en uno de sus berrinches.

— ChangBin, ve a dormir. Yo lo cuidaré esta noche —pide JiMin noona volviendo a entrar— Cuando despierte puede irse a casa.

Unos registros muy bajos llamaron mi atención en el momento donde pensaba asentir, estos contaban con un tono bajo y casi lastimero que me preocupó. Cuando noté que se trataba de Félix no dudé en acercarme otra vez a su lado.

— Bin... —susurró entreabriendo los ojos.

— No puede ser... —escuché a JiMin noona.

Sin prestarle atención volví a sentarme en el borde de la cama y acariciar su cabello nuevamente, sus movimientos cesaron casi inmediatamente.

Emitía registros muy bajos y lastimeros, que simplemente eran calmados por las caricias. Parecía un cachorro en busca de cariños.

— Es mejor que te quedes... —afirmó noona mirando a Félix antes de salir de la habitación.

Entablé una conversación con los beta de la habitación hasta que HyunJin se despertó, luego de un momento que me hizo dudar quién es pareja de quién, se retiraron.

En el silencio de la habitación me dediqué a leer cosas estúpidas por internet, desde como cocinar algún plato muy dulce hasta investigaciones médicas de último momento.

— Bin —llamó Felix, despegué mi vista de la pantalla para mirarlo a él.

— ¿Te duele algo? —pregunté acariciando su cabello.

Él negó con la cabeza, pero dio un suave jalón a mi ropa.

— ¿M-me recuesto contigo?

Asintió suavemente, aun tomando mi camiseta en su mano para tirar de ella, en ese momento en verdad parecía un niño pequeño.

Parece que JiMin se pasó con los medicamentos, lo dejó drogado. 

Con cuidado me recosté en la cama, agradeciendo que sea medianamente grande; al estar completamente recostado Félix se movió lo suficiente para que su rostro quedará en mi hombro.

Sentí como olisqueó esa zona, centrándose en la glándula de olor. La punta de su nariz acarició esa zona en silencio mientras uno de sus brazos rodeaba mi cintura; no supe cuánto tiempo hizo aquello antes de alejarse un poquito y acomodarse para seguir durmiendo.

Es claro lo que hizo, marcó con su aroma esa zona, causando que yo terminara marcado con este quizás por unos días.

Tú te quejas mucho de eso, eh.

Cállate.

Me atreví a acariciar su cabello, quedándome progresivamente dormido con el paso de los minutos.

Desperté varias horas después aún en la misma posición, solo que esta vez el gran y serio alfa, Lee Félix, estaba jugando con una de sus manos junto una de la mía, a la vez que hacía ruiditos con sus labios.

Parecía adormilado, pero a la vez concentrado en su juego, como si la historia imaginaria que llevaba era lo más importante que tenía en ese instante.

Sin moverme miré a la ventana que había en la habitación, sorprendiéndome al ver pequeñas motas de hielo caían desde el cielo.

— Te dije que te mostraría tu primera nevada —susurró Félix sin dejar de jugar con nuestras manos— Lo siento por estar de esta forma.

— Puede mostrarme mi primera nevada más tarde, hyung —respondí aun mirando la ventana— Y no se disculpe, cuidaré de usted y saldremos a jugar un rato ¿Entendido?

Se separó un poco, apoyándose en su codo para mirarme.

— Soy el alfa de esta manada, Bin, no juego en la nieve —dijo con fingida seriedad.

— Ser el alfa no te prohíbe divertirte —le comenté levantando una ceja.

Él rió un poco antes de volver a acomodarse en mi hombro, jugando nuevamente con nuestras manos.

— Nunca me ganarás en una pelea de bolas de nieve —declaró.

Él siguió con su juego y yo solo dejé que lo hiciera, miré la ventana hasta que la puerta fue abierta.

Noona entró yendo directamente a revisar a Félix, este cuando fue obligado a separarse de mí incluso hizo un pequeño berrinche.

¿Siempre es así cuando está enfermo?

— Félix ¿Puedes dejar de comportarte como un cachorrito? —JiMin noona intentó controlar a Félix.

— Solo con ustedes puedo comportarme como un cachorro —hizo un puchero frunciendo su ceño.

— Necesito que te quedes quieto, cachorrito. Bin ¿Que planeas hacer?