Maze of memories

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Hubo un momento en el que los líderes de las manadas norte y sur eran buenos amigos, amigos tan unidos que parecían ser hermanos, compartían cosas que solo ellos entendían y se parecía que un futuro muy prometedor para ambas manadas.

Pero llegó el momento en que uno de ellos, el más joven se sintió olvidado, sintió que poco a poco el mayor lo iba olvidando; cuando llegó aquella alfa esbelta y alta, con una sonrisa matadora y cabello rubio supo que lo había perdido.

El más joven se alejó solo, nadie le dijo que lo hiciera, nadie lo echó. Él solo se alejó con pensamientos que sería abandonado.

Un resentimiento nació en su pecho al ver cómo su antiguo amigo era cada vez más feliz, como aquella mujer resultó ser su pareja destinada.

Alfa y alfa, una raza pura nacería de esa unión.

El menor se enfrascó en su propio odio hasta el punto que olvidó todos esos hermosos recuerdos que guardaba, buscando una compañera descubrió algo que solo pudo asquearlo.

¿Era posible que su pareja destinada sea un hombre?

Un hombre fuerte, un hombre que es capaz de cuidar una familia, un error de la naturaleza.

No dudó un segundo en romper ese lazo, negando a ese chico, causando su destrucción lenta y dolorosa. Al momento que ese omega murió por el rechazo, él sintió dolor, quiso llorar, gritar, morir; no hizo nada de eso.

Solo se aguantó aquello mientras miraba las noticias, la manada norte le daba la bienvenida a los gemelos ChaeWon y YongBok, o como los nombraron por la línea de sangre extranjera de su madre, Félix y Olivia.

¿Por qué se sentía traicionado?

La noticia de su primer hijo trajo más problemas que soluciones, que cuando ese pequeño cachorro de dos años sintiera una gran afinidad por el hijo de apenas cinco años, del quien antes era su mejor amigo.

Su ChangBin no podía ser tan cercano y necesitado de atención de aquel pequeño alfa puro.

Desde ese día los niños no se volvieron a ver, creando una herida que con el tiempo y el olvido sanó y cicatrizó tan bien qué ellos fueron perfectamente desconocidos.

Se esforzó en criar a un guerrero, a una persona que no le impotara matar, que siguiera órdenes a pie de la letra. Ese era su hijo, no el pequeño que apenas pudo se prensó al hijo de su ex-amigo.

Una parte de él no estaba bien, una parte le gritaba que se fuera y que muriera, que su compañero ya no estaba en ese mundo. Recordaba el rostro de ese hombre, las muecas que hacía, el sonido de su voz. Cómo la vida se iba de sus ojos y dejaba de luchar.

HunMinnie ¿Prometeras estar junto a mí? —el chico un año mayor y de cabello más largo le miró.

— ¿Mantenerme junto a hyung? —ladeó su cabeza con curiosidad.

— Claro, somos mejores amigos y cuando seamos los alfas de nuestras manadas serán las más prósperas.

— Me gusta como suena.

— Lo sé Minnie —dejó una pequeña caricia en el cabello del menor.

Pero los años y sus acciones pasaron facturas, llegando al punto sin retorno donde ciegamente no dudó en cortar el cuello del otro alfa, haciendo lo mismo con uno de sus hijos.

¿Qué diablos había hecho?

¿Por qué no se arrepentía?

Su auto destrucción había iniciado.

WolvesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora