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A decir verdad, si al abrir la puerta de mi cabañita me encontrara a Chan hyung o a JiMin noona sería algo completamente normal desde que Félix casi se ha mudado a mi hogar por un tiempo indefinido. Me sigue causando gracia el comportamiento algo infantil de Félix al momento de estar solos ya que es muy semejante a lo que un cachorro haría en búsqueda de cariño, en lo personal no me molesta brindarle ese cariño y él parece cómodo con esa nueva modalidad.

Por otra parte el que al abrir la puerta un cuerpo unos cuantos centímetros más alto que yo casi me tecleara causando que cayera al suelo fue algo que me colocó en alerta enseguida, mas al sentir el aroma tan conocido que me calmó, estando más sorprendido que asustado.

— ¡Estuve muy preocupado por ti, idiota! —gritó la persona que me tenía apresado con brazos y piernas.

— JiSung hyung —intenté escapar de su intento de asfixia.

— ¡Nada de JiSung hyung! ¿¡Sabes lo preocupado que estuve hasta que supe por Channie que estabas aquí!? —me liberó de su abrazo, mirándome con un puchero— Mi hermanito fue lanzado fuera del territorio que conocía ¡Pudiste ir con nosotros! Sabes que hubiéramos recibido con los brazos abiertos.

Lee JiSung es un chico que a pesar de ser mayor por siete años siempre me ha tratado como un hermano desde aquella reunión donde nos presentaron cuando aún éramos cachorros, él hijo de un alto mando de la manada oeste que por asares del destino terminó enamorándose de Lee MinHo, el -en esos momentos- heredero de la misma manada. Aún puedo recordar cuando dieron la noticia de su lazo ya que fue una completa sorpresa para todos, pero ante todo sin dudas es una linda historia.

— Es parte de mi manada, no te lo llevarás ahora Sung —decidió aparecer mi polizón favorito.

Félix nos miraba a ambos apoyado en una de las paredes con los brazos cruzados sobre su pecho, llevando sus pantalones de pijama y la camisa sin terminar de abotonar, su cabello rucio desordenado y sus ojos aún somnolientos solo le hacían ver mejor.

JiSung se levantó del suelo dejándome a sus espaldas en un intento extraño y repentino de protegerme como si Félix en cualquier momento atacaría de manera despiadada, el alfa en cambio solo ladeó la cabeza mirándose confundido y frunciendo el ceño ante aquella acción.

— ¿Qué haces en casa del hijo de tu peor enemigo? —preguntó mi hyung parecido a una ardilla, enfrentando a Félix.

He aprendido mucho sobre HunMin en estas semanas y sin dudas algunas cosas concordaban con cosas que yo veía, pero prefería ignorar; HunMin es un demonio.

La herida que él creó en la manada norte fue muy grande y costó de años para poder sanarla, ya está sana y solo dejando una cicatriz que les recuerda con quiénes no se puede tratar.

— Estoy en casa del omega al que le confiaría mi vida —se encogió de hombros— ¿Menú cinco hoy, Bin?

¿Cuál era el cinco?

Waffles sorpresa.

Me gusta.

— Sí hyung —le sonreí, Félix me devolvió una pequeña sonrisa y se fue caminando a la cocina.

JiSung se volteó lentamente como si de una película de terror se tratase mirándome con notable sorpresa y desconcierto. Su vista paseó un par de veces entre Félix y yo antes de que hablara.

— ¿Me puedes explicar qué diablos fue eso?

Reí y asentí tomándolo de la manga de su abrigo, de esa manera lo llevé a la sala de estar; subí la calefacción solo por prevenir.

— Llevas al menos tres meses en la manada y el alfa dice que te confiaría su vida ¿Qué has hecho fuera de mi supervisión? ¿Tienen algo?

— He hecho muchas cosas fuera de tu supervisión, y... —miré por un segundo a la cocinita, pensando en qué responderle a la segunda pregunta.

Hyung, hemos estado durmiendo juntos por al menos dos semanas y media, el alfa perezoso le gusta esconderse en mi cuello y dejarme apestando a él, sus abrazos lograron que las pesadillas que me perseguían se fueran y no menos importante, Spear y Jjikseu son muy unidos desde el momento que los dejamos interactuar entre ellos con libertad.

Ni loco digo eso.

Solo he dicho verdades, Bin.

— Creo que esa mirada lo dice todo —murmuró JiSung— ¿Te he hecho algo por lo que deba pegarle o algo peor?

— Que poca confianza me tienes —volvió Félix a escena, esta vez con su mirada seria— Además ¿Qué haces en esta casa? ¿Dónde están MinHo y HyukSin?

— ChangBin es para mí como MinHo para ti, estamos a mano —respondió JiSung abrazándose a sí mismo— Y ellos están en una tienda de dulces aquí cerca, Channie los llevó.

— ChangBin es lo más cercano a un primero al mando que está manada ha te ido desde hace años —dice Félix apoyándose en la puerta de la cocina— Pero aún no me respondes ¿Qué hacen por aquí? A ti no es que te guste el clima frío.

¿Dijo primero al mando?

.

Diablos.

— Te venimos a contratar como niñero, pero si ChangBinnie está aquí creo que te quedas sin trabajo.

— Bin me está cuidado a mí —entrecerró los ojos mirando a JiSung con un tono lleno de desafío y una mirada traviesa que casi me arranca una carcajada.

— He cuidado de mi hermano y de HyukSin a la vez, no será muy diferente —bromeé en su dirección. JiSung río abiertamente mientras que Félix solo volvió a encerrarse en la cocina— ¡Alfa! —exclamé riendo.

Me levanté de un salto del sillón y troté hasta la cocina, abrazando a Félix apenas pude. Hice un puchero al ver como evitaba a toda costa mi mirada a pesar de estar cara a cara, pero después de unos segundos fijo sus ojos en mí.

— Malo —dijo apoyándose en mi hombro y sollozando falsamente.

— Alfa tonto —pellizqué una de sus mejillas.

— No me llames alfa —se alejó para mirarme, pero estoy seguro que ya me marcó con su aroma.

Ni lo dudes.

— ¿LixLix tonto? —tomé la punta de su nariz entre dos de mis dedos, Félix levantó una ceja antes de volver a esconderse en mi cuello.

— Así está mejor.

— Sigues siendo un tonto —reí acompañado con él.

Ustedes son unos tontos. Ya dense un beso.

No empieces.

WolvesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora