-XIX-

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Kim YuGyeom, heredero de la manada este, a pesar de ser un par de años mayor que él siempre me ha tratado como un igual en ese tema y me ha enseñado muchas cosas, pasamos tardes divertidas ignorando a nuestros padres, escapándonos de donde se llevaban a cabo las reuniones para poder jugar, incluso me llegó a enseñar como hacer un maravilloso café que años después sigo disfrutando.

Verlo rodeado de los guardianes de su padre y con una cara de pocos amigos no es una imagen que guardara de él, bajando a pasos lentos y seguros del avión. Incluso ahogué una carcajada al verlo actuar como si fuera un famoso que intentaba aparentar frente a sus fans.

Habló por unos segundos con los hombres de traje que lo rodeaban, logrando que lo dejaran solo y se fueran con BonHyo y su esposa; la tensión de sus hombros desapareció en ese momento y empezó a mirar por todos lados hasta dar conmigo.

Yo me encontraba con un abrigo negro, al igual que los zapatos, mis pantalones son azul oscuro y tenía un gorrito de lana que Félix me regaló por «El primer aniversario de la marca temporal», no me quejo, es de mi serie de animación favorita.

YuGyeom por otra parte contaba con una camiseta roja, cubierta por un saco negro. Pantalones de tela y zapatos de planta media alta. Se ve bien.

Al verme una sonrisa cruzó en sus labios y se acercó lo más rápido que pudo ignorando completamente a sus guarda espaldas y a su padre ya que ellos consideraban el lugar «inseguro» cuando puedo apostar que este territorio es el más seguro de los cuatro, en el oeste te descuidas en algunas partes muy recónditas y te encontraras en un problema.

— Estoy nervioso como el infierno, ayuda —dijo abrazándome con algo de fuerza.

— Ni me lo digas, veré a mi padre por primera vez en más de un año —me logré escapar de sus brazos.

— Hueles diferente... Sé que eres omega pero también hueles a alfa —me tomó de los hombros, mirándome con fingida seriedad— ¿Ya entregaste el culo, Bin?

— Tú hueles a omega, bastante ligero, pero lo noto —sonreí con inocencia, causando una expresión de pánico en su rostro.

BonHyo llamó a su hijo nuevamente ahora con un tono mucho más intimidante y juro que nunca había visto un cambio de vibra tan rápida que la de YuGyeom ante eso.

— Nos vamos después de la ceremonia, me debes un caramel macchiato.

Cuando YuGyeom desapareció volví a mirar al infinito por la zona de llegada, la gente caminaba de un lado a otro con rapidez y nerviosismo lo que me decía que posiblemente iba a llegar otro de los líderes.

— ¿Por qué no estudiaste psicología? Eres bueno leyendo el lenguaje corporal de las personas —uno de mis acompañantes se sentó a mi lado, tendiéndome un postre.

— Aprendí a leerlo para las batallas, luego lo perfeccioné por diversión —respondí antes de darle un mordisco al postre, saqué mi celular solo por disimular un poco— ¿Ves el hombre de camiseta y short y cabello castaño? Junto a la puerta de salida.

— Ajá.

— Está tenso, una vestimenta que no va con este clima y mira mucho alrededor —miré a YoonGi que solo asentía en silencio— Algo me dice que tenía que ser un guarda secreto, pero no midieron el clima, ahora hace más calor que en todo el año, pero no debes estar así vestido.

— ¿Cómo sabes que no perdió un vuelo?

— No tiene equipaje, no se ve nervioso o ansioso, y no tiene un móvil en la mano —guardé mi celular— Me pegas un libro a mi elección si cuando se baja el próximo líder ese hombre se va detrás.

— Hecho.

¿Qué hago en el aeropuerto?

Bueno, la idea principal era venir con Félix a unas cosas. YoonGi se nos unió por un pedido que había hecho a otro país, acompañé a YoonGi a buscar su pedido y ¡Sorpresa! Nos perdimos de Félix.

Ahora estamos esperando que mi alfa aparezca mientras vemos quienes llegan.

— Código 763 —se escuchó por el parlante.

Si ha pasado un año y los códigos se intercambian...

— Es MinHo —susurré acomodándome mejor.

— Nunca entenderé eso de los códigos. Tienen un algoritmo rotatorio ¿Verdad?

— Sí, se supone que así se protege más.

Lee MinHo y su familia aparecieron poco después, siendo seguidos solamente por JinYoung y JaeHyun. El chico misterio dio unas cuantas vueltas en su lugar antes de seguirlos a unos pasos de distancia.

— ¿Ese es Wang? —pregunté para mí mismo.

Código 167.

Se rotan tres de los códigos por un número aleatorio de ocasiones, un líder repetirá código por tres ocasiones antes de seguir rotando.

Sí mis cálculos no fallan ese es el código de mi padre hoy.

— Cuánta seguridad, por Dios —susurré algo sorprendido.

Si MinHo llegó como Pedro por su casa solo con sus betas y Jackson, HunMin llegó con medio ejército.

— Sabes que si se da la posibilidad que hubiera un francotirador ahí —YoonGi apuntó a una de las oficinas de control aéreo— Y le apuntara, lo mataría ¿Verdad? Tanta seguridad solo sirve para cuerpo a cuerpo.

Por alguna razón que desconozco la mirada de mi padre se dirigió hacia a mí de la nada, logrando que nuestras vistas se encontraran por primera vez en todo este tiempo. Mis músculos se tensaron al tiempo que dejaba de caminar notándose bastante sorprendido; decidido a no perder esa pequeña batalla de mirada ladeé la cabeza mostrando la sonrisa más falsa que pude.

Por el rabillo del ojo pude ver cómo llegaba mi madre, para mí suerte eso causó que HunMin mirara hacia atrás teniendo que dejar de mirarme.

— Hombros tensos, mirada nerviosa y manos fuera de su saco, nunca las saca de ahí. Alguien no esperaba que yo siga vivo.

HunMin pareció decir algo a su ejército, haciendo que estos cambiaran de rumbo; alejándose en cosa de segundos de dónde estaba.

— ChangBin, por favor nunca me dediques una mirada así —Félix hizo acto de presencia, me relajé un poco antes de darle un pequeño golpe en el brazo— Au~ —hizo un puchero.

Me atreví a besar sus labios sin tomar importancia del lugar donde estábamos, la sonrisita que mostró luego de que me alejé un poquito me hizo sonreír también.

Recibí un beso en la frente de su parte antes que él iniciará a hablar con YoonGi sobre unos arreglos, nuestras manos manteniéndose juntas por nuestros meñiques.

Sea cual sea la reacción de mi padre ante la noticia, mi vida junto a esta manada no se verá afectada.

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