Wolves

-XII-

Al escuchar aquello levanté la cabeza para mirarle, nuestras miradas chocaron de manera casi inmediata al tiempo que su mano libre hacía contacto con mi mejilla, dejando pequeñas caricias en mi piel que lograron hacerme estremecer.

— ¿Sientes lo mismo, ChangBin? —preguntó muy bajito en un susurro sin despegar nuestras miradas— ¿Sientes esa emoción al verme o un calorcito en el pecho cuando estás cerca?

¿Desde cuándo el alfa tonto te lee?

¿Eh?

Hermano, siento todo lo que tu sientes, te aguanto veinticuatro siete y las respuestas a sus preguntas es un sí. Al menos HyukSinnie está entretenido intentando hacer una bola de nieve.

Acercó su rostro apegando su frente a la mía; asentí ligeramente, inmerso totalmente en cómo nuestras respiraciones se mezclaban.

— Déjame intentarlo, déjame demostrarte que puedo ser tu compañero —pidió acariciando mi mejilla— Si tengo que cortejarte lo haré, pero te pido una oportunidad.

Humedecí mis labios con nerviosismo sin despegar mi vista de sus ojos, pero los suyos pasaron a mis manos en cosa de mili segundos, como si el pequeño movimiento llamase su atención.

Mi corazón latía cada vez más rápido y la palma de mis manos estaba ligeramente sudada, me separé un poco solo para colocarme justo frente a él. Bajo su mirada curiosa coloqué mis manos en su cadera y acerqué nuestros cuerpos.

— ¿Tienes complejo de alfa? —preguntó acercándose un poco más, colando sus brazos por tras mi cuello.

Asentí con diversión casi soltando una carcajada por la pregunta.

— Que bien, yo tengo complejo de omega —soltó antes de hacer un puchero.

— LixLix tonto~ —reí un poquito, él se encogió de hombros dejando nuestros labios a centímetros, cerrando los ojos. Dejando que yo diera el siguiente paso.

Cerré los ojos y terminé de acercar nuestros labios haciendo que por fin se tocaran, pude sentir como una pequeña sonrisa nacía en los labios de Félix antes de que iniciarán a moverse de manera suave. Seguí el movimiento con mucha torpeza, solo siguiendo lo que él hacía. Sus labios estaban algo fríos y aún conservan un ligero sabor a chocolate por los pastelitos.

Cuando nos separamos Félix tenía una pequeña sonrisa que se veía llena de amor y ternura, derritiendo aún más mi corazón.

Creo que te descubrió.

— ¿Ese fue tu primer beso? —preguntó sin dejar de sonreír de esa manera.

Sin responderle me acerqué para dejar nuevamente un pequeño beso en sus labios y alejarme en dirección a HyukSin, el cachorro ni cuenta daba de lo que acaba de pasar.

— ¿¡Me lo tomo como un sí!? —preguntó Félix en un grito.

— Es un sí, Lix, para ambas preguntas —respondí ayudando a HyukSin con su bola de nieve.

Lo siguiente que pasó fue que Jjikseu me tacleó contra la nieve lamiendo mi rostro y emitiendo registros felices, entre las risas pude ver como la cola del lobo se movía de lado a lado con alegría. Cuando pude sacármelo de encima corrió hacia HyukSin como un cachorro emocionado iniciando un juego del ladrón y el policía.

Es como su humano.

¿Me explicas?

Un cachorro en un cuerpo de un alfa.

Cierto.

¿Quieres ir con Jjikseu?

¡Por favor!

— ¿Qué aromas tienes? —levanté un poco la vista sin dejar de acariciar el cabello de HyukSin.

— Huele a primavera —respondió HyukSin sin dejar de ver la película.

— Hojas de violeta —traduje riendo un poco. En la zona donde el cachorro ha vivido esas flores crecen en primavera.

— Siento un aroma a vainilla también —Félix escondió su rostro en mi cuello— Es muy rico.

ChangBin, no es por nada, pero solo ese tipo de parejas reconocen sus dos aromas.

¿Los destinados?

Si no me crees, ve a la biblioteca luego de esto.

Te creo.

Me ofendería si no lo hicieras. Ahora ve pensando en qué hacer cuando llegue tu celo.

¿Cuánto tiempo me das?

Unos dos días.

Oh.

— Tierra llamando a Binnie~

— ¡Lix! —me quejé al recibir un beso cerca de los labios.

— Shh... Sinnie se durmió —susurró moviéndose ligeramente.

Ya habíamos vuelto a mi cabaña luego de un tiempo en la nieve, en el que incluso HyukSin se volvió un lobito café por unos cuantos minutos que fueron puro juego. Era de sorprenderme, para su edad es muy raro que los cachorros puedan transformarse, es la edad en donde apenas vas conociendo y relacionándote con tu lobo, de adulto sin dudas no tendrá ningún problema para dominar su lobo correctamente.

Desde que llegamos a mi cabaña nos habíamos lanzado al sofá luego de una cena preparada por Félix; yo entre las piernas de Félix mientras que HyukSin estaba apoyado en mi pecho jugando con un cubo de Rubik. Pero luego de un tiempo el sofá cama hizo su utilidad dejándome apoyado en un hombro de Félix, alfa con las piernas estiradas.

¿De dónde lo sacó?

Parte de la mudanza del alfa idiota.

No se mudó.

Se mudó y eso te encanta.

Debí estudiar para abogado. Hasta mi lobo es cabezón.

— ¿Qué tanto pelean Spear y tú? —volvió a llamar mi atención.

— Hablando de porque parece que ronroneas cada vez que hago esto —llevé mi mano a la zona trasera de su cabeza, justo tras su oreja y rasqué detrás de su oreja.

— Mmm... —su pecho vibró y su rostro se acomodó en mi hombro.

Había descubierto eso uno de los primeros días que estuvo en mi cabaña como polizón, es el gato Félix.

— Me gustas, ChangBin —susurró contra mi hombro— Me gustas mucho.

— Me gustas, Félix —respondí mordiendo mi labio— También me gustan tus pecas.

— A mí no.

— Esta es mi favorita —toqué la punta de su nariz haciendo que sonriera— Pero esta también es linda —presioné levemente mi dedo cerca de su mejilla, donde una solitaria peca se encontraba brillando en su soledad.

Félix dejó un beso en mi mejilla pasando a HyukSin a sus brazos, antes de recostarse totalmente.

Nos quedamos en silencio, Félix jugando con nuestras manos como siempre. Aún me sorprendía como montaba sus historias incluso haciendo ruiditos cada tanto.

Empezó a contar la historia en susurros, sacándome pequeñas risas a ratos, pero casi al final de esta caí dormido siendo acurrucado en un lado de su pecho con una de sus manitas sosteniendo una de las mías.

Todo estará bien.