-XVII-

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¿Recuerdan que ahora contábamos con dos aprendices?

Sí, JeongInnie y JeongGukkie, los Jeong.

Justo en este momento estoy sentado con las piernas cruzadas en el suelo mientras veo como Félix deja en el sueño a JeongGuk con unos pocos movimientos, sonreí para mis adentros mirando al cronómetro que estaba en mis manos antes de hablar.

— Cinco minutos más que la sección pasada —anuncié levantándome del suelo, caminé con hacia ellos llevando el cronómetro conmigo para que vieran la marca.

— ChangBin ¿Puedo intentarlo contigo? —preguntó JeongGuk sentado en el suelo.

— Está bien —le tendí mi mano para que se pudiera levantar.

Me coloqué en posición defensiva mirando a los ojos de JeongGuk, era uno de sus puntos débiles ya que si le llegabas a conocer podías leer sus movimientos. Sin dudases un chico fuerte, grandes músculos y que me lleva varios centímetros; es ágil, aunque un poco lento, pero golpea fuerte. Sus ojos miraban mis pies, en espera que hiciera algún movimiento, le gusta atacar de primero ya que así puede ganar algo de ventaja por un golpe certero.

Cuando entrenaba mis compañeros y yo hicimos un código para cada uno, valorando los atributos. El código de Guk lo conozco se memoria. Él puede llegar a convertirse en un combatiente más que interesante en una lucha si sigue entrenando y mejora su velocidad.

Hice un paso falso para valorar su velocidad de reacción la cual fue bastante más lenta en comparación a la Félix e incluso más lenta que la de JeongIn, él por otro lado lanzó un golpe al aire al lugar donde creía que me iba a mover. Aproveché su momento de confusión para lograr golpearlo algunas veces, logrando escapar cuando se recompuso.

Aunque me dio lucha con el paso de los minutos se le veía más perdido, hasta que con dos movimientos rápidos logré dejarlo contra el suelo.

— Hay que trabajar en la resistencia —la voz de Félix llegó, segundos después el alfa se acercó— Innie hace algunos ejercicios para hacerlo.

— ¿Cómo cuáles? —JeongGuk se sentó en el suelo, mirando a Félix.

— Correr distancias a paso lento, ejercicios aeróbicos, yoga, la bicicleta o la piscina, además de una buena alimentación —enumeré buscando algo de tomar, al voltear me encontré con un sorprendido Jeon— ¿Qué? Ser el hijo de un líder no me convierte en un príncipe que lo toca una hoja y está llorando.

— Es qué... Eres un omega, tu aroma es dulce y... Eso.

— ¿Eso?

— No sabía que también entrenarán a los omega, appa dice que no sirven para eso.

— Este omega te dejó en el suelo hace unos minutos —abrí la botella de agua intentando ignorar la pequeña molestia que se había sembrado en mi pecho— ¿Tú crees que los omegas no sirven para esto?

— Dejé la manada por mi padre, mi pareja es omega y no es nada de lo que me enseñaron —respondió aún desde el suelo.

Dejaste la manada muy pequeño Guk.

— Suelo salir con SooBin a correr antes de almorzar cuando no hay mucha nieve, si quieres puedes venir.

Lo vi dudar por un segundo antes de asentir, sin decir nada más se levantó y se fue a una zona de práctica.

— Binnie —me llamó Félix— ¿Podemos luchar?

Alfa estúpido y pervertido. No te dejaras de eso ¿verdad?

¿Pervertido? ¿Desde cuándo?

Tengo informantes.

— Está bien.

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