el último de hoy.
Capitulo 38.
El sábado por la mañana Arthit y Collins se encontraron a la hora del almuerzo minutos antes de que llegasen los demás, y Collins aprovechó la oportunidad para hacerle los cumplidos de despedida, que juzgaba indispensables.
-ignoro, Arthit (dijo Collins), si Mrs. Collins te ha expresado lo mucho que aprecia tu amabilidad por venir aquí, pero estoy seguro de que no abandonarás esta casa sin recibir por ello su agradecimiento. Apreciamos enormemente el favor de tu grata compañía. Sabemos que a nadie puede tentar nuestra humilde morada. Nuestro sencillo modo de vivir, nuestras reducidas habitaciones y escasos criados han de hacer a Hunsford en extremo aburrido para un joven como tú; pero espero que nos creas agradecidos por tu condescendencia, como también creerás que hemos hecho cuanto estaba en nuestro poder para impedir que pasase el tiempo desagradablemente.
Arthit fue expresivo al dar las gracias y manifestarse satisfecho. Había pasado seis semanas deliciosas y el placer de estar con Charlotte, así como las amables atenciones que había recibido, justificaban que fuese él que diera las gracias. Collins los celebró, y con risueña solemnidad respondió:
-me proporciona una gran alegría escuchar que tu estadía entre nosotros ha sido agradable. Hemos precedido, en verdad lo mejor que hemos podido. Nos sentimos muy afortunados al haber podido presentarte en tan distinguida sociedad; y por nuestra relación con Rosings y los frecuentes medios de variar la humilde vida doméstica, creo que podemos vanagloriarnos de no haber hecho por completo fastidiosa tu visita a Hunsford. Nuestra situación respecto a la familia de lady Catherine es en verdad, fuente de dicha, así como una ventaja extraordinaria. Ya ves nuestra posición. Debo reconocer que, con todas las desventajas de esta humilde abadía, no tendré compasión de nadie que venga aquí mientras siga nuestra íntima amistad con Rosings.
Las palabras eran insuficientes para expresar sentimientos tan elevados y Collins se vio obligado a pasear por la sala mientras Arthit hacía acopio de cortesía para reunir la verdad en escasas y breves frases.
-puedes, entonces, llevar buenas noticias al condado de Hertford, querido primo. Al menos, me enorgullezco de que puedas hacerlo así. Has sido testigo a diario de la amabilidad de lady Catherine para con Mrs. Collins, y confío en que tu amiga no te habrá parecido desgraciada. Pero en cuanto a esto, será mejor callar. Permíteme solo asegurarte, querido Arthit, que te deseo de corazón igual felicidad en el matrimonio. Mi amada Charlotte y yo no tenemos sino un solo pensamiento y una sola voluntad. Hay entre nosotros notables semejanzas de carácter y de ideas; parecemos nacidos el uno para el otro.
Arthit pudo contestar sin fingir que eran muy afortunados, y con igual sinceridad añadió que lo creía firmemente y que se regocijaba con su felicidad doméstica; pero, no obstante, no lamentó la aparición de la dama que la proporcionaba. ¡pobre Charlotte! ¡era triste dejarla en semejante compañía! Pero la había elegido, y aunque era evidente que lamentaba que sus visitantes se marcharan, no parecía demandar compasión. Su hogar y sus quehaceres, su parroquia y su gallinero, y todo lo que a ello se refería, aún no había perdido encanto para Charlotte.
Por fin, llegó el carruaje, los baúles fueron cargados. Se acomodaron los paquetes y se dijo que todo estaba a punto. Tras afectuosa despedida entre los amigos, Arthit fue acompañado hasta el coche por Collins, quien mientras cruzaba el jardín le encargó sus afectuosos respetos para toda la familia, sin omitir su agradecimiento por las bondades de que fuera objeto en Longbourn durante el invierno, ni sus cumplidos para los señores de Gardiner, aun sin conocerlos. Le dio la mano luego a Mary, y estaba por cerrar la portezuela cuando, de repente, les recordó que habían olvidado dejar recuerdos para lady Catherine y su hijo.
-pero (dijo Collins) seguro que querrán que les sean transmitidos sus humildes respetos con su agradecimiento por su amabilidad durante su estadía aquí.
Arthit no se opuso; la portezuela se cerró y partió el carruaje.
-¡dios mío! (exclamo Mary tras unos minutos de silencio) no parece sino que hace un día o dos que llegamos, y, sin embargo, ¡cuántas cosas han ocurrido!
-muchas, ciertamente (contesto Arthit con un suspiro)
-hemos comido nueve veces en Rosings, además de tomar el té en dos ocasiones. ¡cuánto tengo que contar!
Arthit dijo para sus adentros. "!y cuánto tendré que mantener oculto!!"
El viaje transcurrió plácidamente, y a las cuatro horas de haber de haber dejado Hunsford alcanzaron la casa de los Gardiner, donde iban a permanecer unos días.
El aspecto de kao era exactamente, y Arthit tuvo pocas ocasiones de sondear su estado de ánimo debido a las numerosas invitaciones que la bondad de su tío había reservado para ellos. Pero kao iba a regresar con Arthit a Longbourn, y allí habría muchas oportunidades para observarlo.
Entretanto, no sin esfuerzo tuvo que esperar hasta Lonbourn antes de contar a su hermano las propociones de kong. Saber que podía revelar lo que había de asombrar tanto a kao, satisfaciendo al mismo tiempo su propia vanidad dentro del límite de lo razonable, era tal atención para sincerarse que nada lo había vencido sino el estado de indecisión en que estaba sumido y lo mucho de lo que tenía que contar, además del temor de verse obligado a decir algo relativo a pete que solo serviría para entristecer aun más a su hermano.
bueno mis bellos lectores, nos leemos pronto, cuídense y saludos, sigan disfrutando las vacaciones, que ya quedan pocas :(
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Orgullo y Prejuicio (kong y Arthit) SOTUS
Romancemi tercera historia :3 será tal cual es la historia del libro de está misma, obvio mis toques, agregue temática de donceles(sí, Arthit será doncel ) espero les guste y su apoyo :3