Orgullo y Prejuicio (kong y Arthit) SOTUS

capitulo 45

el último de hoy...

Capítulo 45

Arthit estaba convencido de que el origen de la antipatía de Miss pete eran los celos; y no podía apartar de sus pensamientos cuán funesto tenía que ser para esa su aparición en pemberley, y sentía curiosidad por saber en qué grado de cortesía iba a renovar su relación con esa señorita. (puf, que suerte tienes, encontrarte con esa lagartona)

Al llegar a la casa atravesaron el vestíbulo y entraron en un salón cuya orientación al norte lo hacía ideal para el verano. Las ventanas posteriores a la casa, abiertas de par en par, ofrecían una vista encantadora de las altas colinas pobladas de bosque, y más cerca los hermosos robles y castaños españoles esparcidos por el prado.

En ese salón fueron recibidos por Miss Sutthilak, que estaba sentada junto a Mrs. Hurst, Miss pete y la señora con quien vivía en Londres. El recibimiento de Georgina fue muy cortes aunque no pudo evitar aquella turbación que procedía de su profunda timidez y del temor de ser interpretada como una prueba de orgullo y reserva por alguien de condición social inferior. Pero Mr. Gardiner (doncel) y su sobrino lo comprendieron enseguida y no se molestaron en analizar sus gestos.

Mrs. Hurst y Miss pete lo saludaron solo con cortesía y después de sentarse se produjo un silencio engorroso, como le sucede en tales reuniones. La primera que se dedico a hablar fue Mrs. Annesley, una afable y atractiva mujer que demostró así estar mejor educada que cualquiera de las otras, y entre ella y Mr. Gardiner (doncel) con alguna intervención de Arthit, logró mantenerse la conversación. Miss Sutthilak parecía no atreverse a tomar de ella, y solo de vez en cuando se aventuraba a pronunciar alguna frase breve cuando creía que nadie podía oírla.

Arthit pronto advirtió que estaba estrechamente vigilado por Miss pete y que no podía pronunciar una palabra, y en particular si iba dirigido a Miss Sutthilak, sin llamar su atención. Semejante descubrimiento no le hubiera impedido hablar con esta última de haberse sentado más cerca una del otro, pero no lamentó el hecho de no poder conversar mucho ya que estaba sumido en sus propios pensamientos. Deseaba y temía a la vez que apareciese el dueño de la casa y apenas podía determinar si lo deseaba más que lo temía. Transcurrió casi un cuarto de hora sin oír para nada la voz de Miss pete, cuando de pronto Arthit salió de sus ensimismamiento al preguntarle aquella con frialdad sobre la salud de su familia. Ella respondió con igual de indiferencia, y Arthit no dijo nada más. (ni para qué hablarle a esa lagartona)

Afortunadamente la entrada de los criados con fiambres, pasteles y frutas de estación, amenizo la reunión, pero para que eso aconteciera Mrs. Annesley tuvo que dirigir muchas miradas significativas a Miss Sutthilak para recordarle sus deberes. Ello proporciono motivo de entretenimiento al grupo, pues aunque no podían hablar todos a la vez, las hermosas pirámides de uvas, ciruela y melocotones las congregaron pronto alrededor de la mesa.

Mientras se ocupaban de charlar y comer, Arthit se dedico a pensar con determinación si temía o deseaba más la presencia de kong. Enseguida tuvo la oportunidad de saberlo al verlo entrar de pronto en la sala, y aunque un instante antes había creído que predominaban los deseos de verlo, lamentó que se hubiese presentado. (ajkjajaajajajajaja que bipolar)

Kong había pasado varias horas en el rio con Mr. Gardiner y otros dos o tres caballeros invitados, a quienes había dejado al enterarse que las damas de su familia proyectaban visitar a su hermana aquella misma mañana. Tan pronto hubo entrado en la sala, Arthit se esforzó en mostrarse tranquilo y natural, decisión necesaria, pero quizá difícil de cumplir ya que sabía que todos en la reunión estaban al pendiente de él y de la actitud de kong. Pero ninguno de ellos allí presentes reflejaba en su rostro tanta curiosidad como el de Miss pete, a pesar de las sonrisas que brotaban de kong al hablar a cualquiera de los integrantes del grupo ya que los celos aún no la habían desesperado y seguía prodigando sus atenciones a kong. La hermana de kong se esforzó mucho más al hablar cuando este entró a la sala y Arthit advirtió que kong estaba ansioso de que su hermana y Arthit intimasen, para lo cual favorecía toda tentativa de conversación entre ellos dos. Miss pete se dio cuenta e impulsada por un imprudente despecho aprovecho la primera oportunidad para decir con irónica afabilidad: