capitulo 33

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hola, mis bellos lectores... VACACIONES AL FIN! 

les dejo leer :3 


Capitulo 33

En sus paseos por el parque, Arthit se había encontrado más de una vez, inesperadamente, con kong. La primera lo lamento y para evitarlo en lo sucesivo, se guardo bien de no indicarle que aquel era su lugar favorito. Era rato, por lo tanto, que dicho encuentro ocurriese por segunda vez y, sin embargo, ocurrió, y aun una tercera persona. Parecía, por parte de kong, fruto de maldad ingénita o acaso penitencia voluntaria, porque en tales ocasiones la cosa no se reducía a unas preguntas de cumplido y caminar luego cada uno por su lado, sino que ahora él juzgaba necesario retroceder y pasear con Arthit. Jamás hablaba mucho ni lo forzaba a hacerlo, pero en ocasión de tercer encuentro a Arthit le sorprendió que le preguntase ciertas cosas raras, como si le gustaba estar en Hunsford, si disfrutaba de los paseos solitarios, o que opinión tenia de la Charlotte y sobre todo, que al hablar de Rosings y del imperfecto conocimiento que Arthit tenía de la casa, pareciese suponer que cuando Arthit regresase a kent también residiría allí. Al decir aquello, ¿estaría pensando en el coronel fitzwilliam? Suponía que, de referirse a su primo, debía de aludir a lo que pudiera resultar por ese lado. (precavido el muchacho jajajaj). Esto le produjo cierta turbación, y por eso se alegro de hallarse ya la puerta de la empalizada y de la abadía. (celos...)

Pocos días después, mientras paseaba leyendo la última carta de kao, se detuvo para reflexionar sobre cierto pasaje que parecía escrito de mal humor, cuando, en vez verse sorprendido de nuevo por kong, noto, al levantar la vista, que se encontraba ante él el coronel fitzwilliam. Guardo la carta de inmediato y esbozando una sonrisa, dijo:

-no sabía que le gustaba a usted pasear por aquí

-he estado dando una vuelta por el parque (dijo fitzwilliam) como suelo hacerlo todos los años y pensaba terminarla con una visita a la abadía. ¿va usted muy lejos?

-no, me disponía a regresar.

Y así, en efecto, se volvió y ambos echaron a andar hacia la abadía

-¿abandona usted kent el sábado? (dijo Arthit)

-si, a menos que kong aplace de nuevo la partida. Pero yo estoy a su disposición, y hare lo que a él le plazca.

-y si no resulta conforme con lo que dispone, al menos tendrá el gusto de poder elegir. No conozco a nadie que parezca gozar de la facultad de hacer lo que quiere como Mr. Sutthilak.

-le gusta satisfacer sus caprichos (dijo el coronel) pero eso nos ocurre a todos. Solo que él posee más medios, porque es rico, en tanto que otros somos pobres. Hablo por experiencia. Usted sabe que un hijo menor, como yo, ha de habituarse a la dependencia y el sacrificio.

-en mi opinión, el hijo menor de un conde debe de saber poco de esas cosas. Vamos, en serio, ¿Qué sabe usted de sacrificio y dependencia? ¿Cuándo se ha visto usted impedido por falta de dinero a ir a donde le parezca o procurarse algún gusto?

-esas son cuestiones muy intimas, y acaso esté en condiciones de decir que no he experimentado muchas privaciones por el estilo. Pero en cuestiones más importantes puede sentir la falta de dinero. Los hijos menores no pueden casarse cuando les place.

-a no ser que tenga la oportunidad de elegir a alguien de fortuna, que es lo que sucede a menudo.

-nuestro habito de gastar nos hace demasiado dependientes, y no hay muchos caballeros en mi situación que puedan consentir en casarse sin prestar alguna atención al dinero.

Orgullo y Prejuicio (kong y Arthit) SOTUSWhere stories live. Discover now