#2: Inicio del caos.

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Rachel Goldstein.

– Ey, Nikki –Escuché unos golpes–, despierta, Sixx.

– ¿Qué? –La voz de Sixx sonó y sentí cómo se movía en la cama, abrí los ojos y ví a un señor de brazos cruzados.

Me senté en la cama; Nikki estaba a un lado mío con el torso descubierto, me miró unos momentos y me sonrió de manera coqueta.

– Hey, Rachel.

– Hey –Sonreí.

– Nikki, ya luego hablas con Rachel, tenemos que ir al estadio para el concierto de hoy y son las cinco de la tarde.

– ¿Las cinco? –Me levanté rápidamente, tomé mi ropa para irme corriendo al baño y ponérmela.

– No durará mucho tiempo esa ropa, Rachel –Escuché a Nikki reírse. Cerré la puerta mientras escuchaba la conversación y me cambiaba.

– Con que, Rachel, ¿eh? –El señor habló.

– Sí, ¿problema?

– Pues, digamos que nunca recuerdas los nombres de las chicas con las que te acuestas o nunca duras tanto rato hablando con ellas en las fiestas.

– Tal vez las quiera conocer...

– Sí Nikki, sobretodo sabiendo que tuviste relaciones con la novia de Tommy –¿Quién es Tommy?

– El punto es que él no lo sabrá, y no sé, tal vez Rachel se me hizo linda... y tal vez la quiero conocer...

( . . . )

Marqué el número de casa de mis padres, Chris me miraba divertido con sus brazos cruzados al verme tan nerviosa.

– Sólo les dirás sobre tu papel, no que estás embarazada –Se quedó callado unos instantes y se acercó rápidamente a mí–, ¿no estarás embarazada, o sí?

– Claro que no, imbécil –Hice una mueca y negué.

– Es que tus gemidos se escuchaban en gran parte del hotel –Me miró picarón– Oh sí, Nikki, ¡ahhh! –Se puso de rodillas en el sillón, comenzó a saltar mientras tenía sus ojos abiertos y movía la cabeza de un lado al otro.

– ¡Christopher! –Lo tumbé del sillón hecha un tomate, comenzó a reírse y acerqué el teléfono a mi oreja.

¿Hola? –La voz de mi mamá se hizo presente.

— ¡Hola, mamá!

— ¡Oh, Rachel! ¿Cómo has estado hija? ¿Chris te cuida muy bien? ¿Has estado comiendo bien?

— Sí, mamá, Chris me cuida muy bien –Miré al mencionado y estaba en cuatro mirando de manera rabiosa a Doby: mostraba sus dientes, le rugía al perro y hacía sonidos extraños.

— ¿Le está rugiendo a Doby, verdad?

— Uh... –McTager inhaló y soltó un aullido y Doby le respondió con un ladrido– ¿Sabes? Ya cambió, ya le aúlla a Doby.

Between the Eyes || Nikki SixxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora