Nikki Sixx.
Miré una vez más al público antes de tomar la cejuela del bajo para empezar a darle golpes contra el suelo. Al romperla, la lancé al público, les hice una seña y salí del escenario.
– ¡Eso estuvo grandioso, Nikk!
Rachel me sonrió, la tomé de las caderas y la acerqué a mi para darle un beso apasionado. Ella puso sus brazos alrededor de mi cuello y subió su pierna izquierda hasta mi cintura.
El beso comenzó a tomar más profundidad, pero fuimos interrumpidos por un muchacho.
– ¡Ey, ey, ey! –Nos separó y ambos le miramos mal– La quiero completa para la grabación de la película, no la quiero en partes.
– ¿Y tú eres? –Levanté una ceja.
– Christopher McTager, mánager de Rachel.
– Maldición –Dijo ella tapándose la cara, la miré confundido y Chris habló.
– Y por lo que veo eres Nikki Sixx.
– Sí, ¿hay algún problema con que lo sea o ya me puedo comer a Rachel? –Mi mano dió varias vueltas en modo de saber una respuesta.
– ¿Quieres algo serio con ella o también será un pasatiempo? –Rachel le apretó el brazo.
– Chris, basta –Le miró mal, pero Chris la ignoró.
– ¿Por qué tengo qué darte explicaciones? –Tomé a Goldstein y la atraje hacia mi, ella puso sus manos en mi pecho mientras yo no apartaba la vista de McTager.
– Porque son necesarios –Se cruzó de brazos.
– No tengo razón para decirte algo, no te conozco y no confío en ti –Comencé a caminar, haciendo que Rachel me siguiera–. ¿En serio ese imbécil es tu mánager?
Llegamos al camerino, por fortuna aún no estaban los demás chicos. Tomé una botella de cerveza y la bebí como si fuera agua.
– Sí, lo es –Respondió mientras encendía un cigarrillo.
– ¿Por qué? ¿Ya viste la cara que tiene aquel tarado? –Señalé.
– Nikki, Chris es mi mánager desde que empecé con la actuación. Sino fuera por él, no estaría en la película. Así que trata de tenerle un poco más de respeto.
– Nena, el respeto se gana, no se regala –Sonreí burlón–. Y créeme que ni siquiera está en mis planes tenerle respeto porque te aseguro que soy mayor que él y he tomado mejores decisiones que él. No sé, ¿no has pensado en cambiar de mánager?
– ¿Qué? –Tiró el cigarrillo y lo pisó– ¿Por qué cambiaría a Chris? Él es un grandioso mánager y buena persona. Si no hubiese sido por él, ni siquiera estaríamos hablando en estos momentos –Reclamó–, ¿y así quieres que me vaya de gira contigo?
– Oye oye, ¿yo cuándo te invité? –Hice una mueca–. No estamos saliendo. Rachel, te conozco desde ayer en la noche.
– Eres asqueroso, Sixx –Iba a darme una bofetada sino hubiese detenido su mano; las entrelacé y ella miró confundida la acción.
– Pero –Acerqué mi rostro al suyo, Rachel mantenía la mirada en mis ojos– me gustaría que fueras mi novia.
– ¿Qué? –Susurró– ¿Quieres que sea tú novia?
– Absolutamente –Mi mano libre fue a su cadera y la besé–. Sólo que si aceptas, vas a vivir cosas que jamás imaginaste.
– ¡Sixxter! –Tommy gritó eufórico. Le miré seriamente cuando venía hacia nuestra dirección con una sonrisa en su rostro– ¡Al fin te encuentro! Tenemos que irnos, el bar nos espera. Oh, hola, primor.
– Tommy, es mí chica –Con firmeza, tomé la cadera de Rachel, alcancé escucharla gemir.
– ¡Conozco tu cara! –Lee le miró con emoción– ¡Has hecho comerciales en la tele y eres la chica que ayer estaba con Nikki en la fiesta! Soy Tommy Lee, pero puedes decirme T-Bone.
– Rachel Goldstein –Sonrió.
– ¿Sabes qué? Puedes llegar a la hora que quieras al bar, Nikk –Habló con calma–. Eso sí, no es muy probable que quede droga para cuando llegues.
Lee salió del camerino sin haber quitado la sonrisa de su rostro. Dirigí mi mirada hacia Goldstein, ella también me miraba fijamente; puso su mano en mi mejilla, la sentí ponerse de puntillas en mis pies y me besó.
En ningún momento nuestras manos habían sido separadas. Comenzamos a caminar hasta que caímos al sofá; me acomodé entre sus piernas al mismo tiempo que mis manos recorrían todo su cuerpo sin vergüenza alguna.
Sus manos se aferraron a mi cabello y a mí cuello, mi mano comenzó a bajar hacia el borde de su vestido.
– ¡Consigan un cuarto! –Estaba a punto de comenzar a masturbarla cuando Stephen Pearcy apareció en la puerta– Aunque, no estaría mal ver lo que hacen –Sonrió coqueto.
– Algún día haremos un trío, Pearcy, pero hoy no es el día –Mi mano comenzó a estimular la zona sensible de Rachel. Suspiró. Warren se asomó y sonrió al ver la escena–. O tal vez sea un cuarteto.
– Sí es con ella, sí –Stephen sonrió y le dió un trago al vaso rojo–. Te veremos en el bar, y déjanos un pedazo de ella.
Stephen se fue, pero Warren se quedó en la puerta, levanté una ceja justo en el momento en que Rachel soltó un gemido.
– O a lo mejor sí queda el trío entre nosotros tres –Habló finalmente, se rió y negó antes de mirar una vez más a Rachel e irse de ahí.
– A este paso duraremos horas en que llegues al orgasmo.
*******
Estoy más muerta que cuando a Nikki le dió una sobredosis.
Quería hacer la historia algo corta, pero tengo ganas de abarcar ciertas cosas :(((
ESTÁS LEYENDO
Between the Eyes || Nikki Sixx
Hayran KurguNOTA: Si notas similitud en esta historia con "Reasons why I love you" (una historia que hice con Izzy Stradlin), es porque se podría decir que esta es la versión 2.0, pero es totalmente diferente. Historia inspirada en la canción de Ratt: "Between...