i. just the two of us.

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Omnisciente.

Nikki caminaba decidido hacia el cuarto de hotel donde Rachel estaba con un propósito: Mick le dió el sermón de su vida.

Después de haber tenido dos largas horas en las que Mick le decía el por qué era necesario conquistar a Rachel día tras día sin importar que ella ya estuviera a su lado, que a pesar de tener la flor más bonita del jardín, si no la cuidas, se marchita, Nikki comprendió que tal vez, existía la posibilidad de algún día perder a Goldstein.

Entró al cuarto con las llaves que él tenía guardado en uno de los bolsillos de la chaqueta, trató de hacer el menor ruido posible para no despertar a la joven, quién se encontraba dormida abrazando una almohada.

– Hey, Rachel –Sixx le sacudió levemente su brazo derecho, ella gimió–, amor.

– ¿Nikki? –Susurró mientras ella abría los ojos poco a poco.

– ¿Estás despierta? –Rachel se le quedó viendo, ¿de verdad le había preguntado eso?

– Si, Nikki, acabo de despertar –Negó mientras intentaba no reírse–, ¿sucedió algo?

– Ponte tus zapatos, que vamos a salir –El ojiverde prendió la luz de la habitación para poder ayudarle a Goldstein a encontrar sus zapatos.

– ¿Qué? Son las 3 de la mañana, Nikki, ¿quién está despierto a las 3 de la mañana?

– Nosotros –Sonrio, su novia rodó los ojos.

– ¿Cenaste pene de payaso?

Después de que le ayudara a ponerse sus converse, la pareja salió del hotel con las manos entrelazadas. Había un carro afuera estacionado, la joven levantó una ceja al ver la situación.

– ¿Cómo conseguiste un carro?

– Una larga historia, sube, hermosa –Le guiñó un ojo.

Nikki comenzó a manejar por las calles un poco solitarias de la cuidad, de vez en cuando le dedicaba una que otra mirada a la chica que estaba a su lado, dándose cuenta que el efecto del medicamento todavía estaba presente en su cuerpo.

– Oye, Rachel –Habló intentando llamar su atención.

– Dime –La mencionada lo miró con ojos de borrego.

– Eres tan hermosa en todas tus etapas –Dijo en cuanto frenó en un alto, la tomó de su mano izquierda y la besó con delicadeza. Goldstein sentía que moriría de ternura ahí mismo.

– No mientas por convivir, Sixx, estoy más dormida que despierta, ¿cómo me veré hermosa?

– Tú siempre estás hermosa, irradias un esplendor maravilloso –Le besó la punta de la nariz para poco después devolver su mirada a la calle y seguir manejando.

La pareja se quedó en silencio el resto del camino, el ojiverde se había percatado de que su novia se había vuelto a dormir debido al medicamento que quedaba en su cuerpo, por lo cual decidió no soltar su mano como signo de que él estaba con ella cuidándola.

Llegaron a la casa de un conocido del bajista en la ciudad; Joe Elliot. Al rubio le tomó por sorpresa ver a su amigo caminar hacia la entrada de su casa con una chica entre sus brazos, pues esperaría cualquier cosa, menos esto.

Between the Eyes || Nikki SixxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora