태 62. Depresión 국

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Hubo un mes en el que me negué a pensar en él y estuve a punto de romper la única foto que tenía de nosotros

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Hubo un mes en el que me negué a pensar en él y estuve a punto de romper la única foto que tenía de nosotros. Me sentía devastado, tan superado por todo lo que sucedía en mi vida a esa corta edad, no dejaba de preguntarme si Jungkook en el fondo me recordaba, si sabría quién soy en cuanto me viera.

Una semana antes de ese día mi, entonces, madre me había dicho lo que realmente sucedió con él, que no salió igual de ese hospital y que no nos dejaban verlo porque el primer día que fui a abrazarlo no me recordó, solo mencionó un "¿Quién sos y por qué sabes mi nombre?" Que jamás olvidé. Hablamos de la perdida de memoria por estres y todas esas cosas estúpidas sobre que en unos meses recordaría quién soy, lo que evidentemente no sucedió.

¿Por qué yo debía ser el único que recordara todo? Deseaba verlo y si hubiera tenido la posibilidad hubiera tomado el primer avión a Seúl solo para buscarlo entre la multitud de personas, sin importar el tiempo que me llevase, porque sabía que lo encontraría, porque pensé que debíamos estar juntos, creí en el destino.

El destino, la mentira más grande de la que escuché hablar alguna vez.

Ese mes fue que entregué el trabajo final de música, obtuve un diez. Recuerdo haber mirado la nota escrita sobre el papel durante horas en mi habitación, había dejado mi alma en ese trabajo y solo recibí un estúpido diez. No sé que era lo que pretendía de ese trabajo, quizás volver a ver a Jungkook, no lo sé. Mi profesora escribió un ensallo sobre mis buenas calificaciones, mi desempeño y buen comportamiento, lo que pensé que me ayudó a conseguir la beca universitaria. En ese entonces lo vi como mi pasaje de ida a Seúl, no me equivoqué en eso, al fin y al cabo estaba en Seúl.

Llevo media hora manejando sin un maldito objetivo, doblando dos veces por las mismas calles, solamente para despejarme. Esta semana con Jimin ha sido linda, pude escuchar su risa y reirnos juntos, disculparme correctamente y despedirme como se debe, con una sonrisa, para que no tenga un último mal recuerdo conmigo.

He dormido poco, incluso ahora mi vista se nuebla cuamdo veo el semáforo, porque me he quedado despierto mirando por una ventana con vista a la plaza llena de árboles, como mi ventana de la clínica psiquiátrica. Recordé ese tiempo, esas noches, recordé mis miedos y mi sufrimiento, e inevitablemente cada recuerdo que le siguió a eso en una linea de tristeza interminable, hasta este momento junto en el que dudo si cruzar o no con el semáforo en rojo. Me he sentido miserable en una vida que no me pertenecia, una identidad que desconocía hasta el punto de cuestionar mi nombre.

En mi mejor momento de lucidez le pedí a Jimin que me llevara a la casa Jeon intentando pensar soluciones, todo se borró de mi mente en cuanto la vi parada en el umbral de la puerta riendo a carcajadas junto a una amiga. Intenté imaginarme a mi reprimiendo mi amor por Jungkook para que Yeonji fuera feliz, pero no puedo seguir mintiéndome, me encuentro nuevamente en este asqueroso auto de lujo dando vueltas y vueltas para retrazar lo inevitable.

Me había quedado claro que Jungkook jamás abriría los ojos. Mi intención no era alejarlo de su madre o que me eligiera a mi sobre esa persona, solo quería saber que tan dispuesto estaba a dejarlo todo por un "nosotros", que al final nunca existió. Quería escuchar su "si, vayamonos lejos de este lugar" para poder contestarle un "no lo haremos, pero no permitiremos que alguien se interponga entre nosotros". Nunca hubiera permitido que se fuera dejando todo lo que ama atrás, Lisa, su madre, su casa, sus cosas, sus recuerdos, porque aunque yo no tuviera nada más que a él, sabía que Kook si tenía algo más que a mi.

𝑷𝒆𝒓𝒅𝒊𝒅𝒐 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 || 𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora