¿Qué pasaría si la persona más importante en tu vida te olvida? ¿Si los momentos a los que te aferras nunca existieron? Solo quedarías perdido en el tiempo. Jungkook es mucho más que solo alguien a quien Taehyung ama, es por quien lucharía incluso e...
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Los celulares sonando me asustaron y caí de la cama golpeándome contra el suelo.
—¿Hola? —pregunté adormilado.
—Hola... ¿Taehyung? ¿No fueron a clases hoy?. —quité el celular de mi rostro y lo miré con atención, un iphone negro matte, no era mio y eran pasadas las cinco de la tarde.
—Hola Yeonji —intenté sonar despabilado— No fuimos hoy porque me sentía muy mal, me desperté con nauseas y Jungkook quiso quedarse a cuidarme.
—Oh cariño ¿te sentís bien? ¿Debo llevarte un analgésico? Llamaba a Jungkook para avisarle que regresé de Japón. —miré a Jeon que seguía durmiendo con la sábana que cubría hasta su cintura, su espalda desnuda estaba expuesta y nuestra ropa regada por la habitación— Sigo en el aeropuerto. ¿Podrían venir a buscarme?.
—C-Claro... yo, yo salgo en un rato.
—No Taehyungie, decile a Jungkook que venga por mi.
La llamada terminó y yo junté la fuerza para vestirme mientras intentaba despertarlo. Sus ojos se abrieron lentamente, acaricié su espalda seguido de besitos en su cuello, Jungkook sonrió al despertar.
—Buen día, Tae —dijo con una sonrisa al ver me, acarició mi cintura acercándose a mi— ¿Qué te parece una sesión de besos para despertar?.
—No podemos, tu mamá te espera en el aeropuerto. Acaba de llamar. Le dije que yo estuve con nauseas y decidiste quedarte a cuidarme, por eso no fuimos a la universidad.
—¿De qué hablas? ¿Qué hora es? —miró su celular— ¿Cómo nos quedamos dormidos?. No contestes. —me amenazó cuando estuve a punto de contestar— Mi mamá volvió a Corea, mierda, Taehyung estamos en un completo problema.
Jungkook salió corriendo hacia el baño, yo lo seguí hablándole desde la puerta.
—¿Por qué un problema? Tengo que hacerme el enfermo y ordenar este desorden.
—Es un problema porque sos muy cariñoso conmigo. —salió del baño y me tomó del rostro— Y eso no va a pasar, no abrazos, no besos, no apodos, nada. Este es nuestro último beso por un tiempo.
Las palabras que había pronunciado me hacían un agujero en el pecho, pero si hacíamos algo fuera de lo común su madre no tardaría en sospechar y eventualmente alejarlo de mí. Me había prometido que nada me separaría de sus brazos, pero ahora yo debía aportar para que eso no sucediera. Besé sus labios comenzando con un roce suave, siguiendo la humedad de los ajenos entre los propios, subí de a poco la intensidad tomándolo del rostro con ambas manos, Jungkook colocó sus manos en mis hombros haciendo que nuestros cuerpos se sintieran cálidos y juntos, como debían estarlo siempre. Cada segundo que pasaba el beso se volvía fogoso y lleno de pasión, realmente quería que se quedara conmigo, pero no podía.
—Te... —le dije y luego dejé un beso en su frente— Amo... —beso— Tanto... —beso— Mi... —beso— Amor —estalló en risas por lo cursi que le habré parecido— Ya andate que sino no te dejo ir más. —dije extendiéndole su saco por el frío.
