30. Pijamada

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Capítulo treinta: Pijamada

Abigail

—¿Debo acostumbrarme a esa sonrisa boba que tienes después de tu súper cita? —ruedo mis ojos ante la voz burlona de Carter.

Tomo mi café y me alejo de la máquina.

—No empieces —escucho sus pasos venir detrás de mi por lo que me detengo para observarlo.

—De acuerdo, no empiezo —ríe —. ¿Que tal la cita?

—No te incumbe —doy un sorbo a mi café y casi quiero gritar por que está lo suficiente caliente como para que me provoque un ardor en la lengua. Mierda me quemé.

—¿Por que tan grosera?

—¿Por que tan chismosito? —abre ligeramente su boca pareciendo falsamente indignado.  Yo mientras trato de que mi lengua quemada tome aire.

—¿Chismoso yo? —niega con su cabeza —. No, solo pregunto por tu bienestar.

Le sonrío —. Mi bienestar está perfecto.

—¿Entonces no debo golpear a Vélez menor?

Blanqueo mis ojos.

—Deja de llamarlo Vélez menor, es Christopher...

—Te faltó "es Christopher mi sexy y caliente novio con el que tuve una estupenda cita" —hace su voz más aguda tratando de imitarme cosa que me hace reír y golpear su hombro mientras soplo el baso térmico con café caliente.

—No es mi novio —defiendo.

—No negaste la estupenda cita, tampoco lo de sexy y caliente —señala.

—¿Viniste por un café o solo para fastidiar a tu querida amiga?

Se pone a mi lado y pasa un brazo por mi hombro acercándome más a él en modo de un abrazo. No puedo evitar devolvérselo por que enserio, Car es muy bueno para los abrazos.

—Para molestar a mi mejor amiga a la cual quiero mucho y quien tiene una pijamada conmigo esta noche.

Rio —. Pensé que era una cita de amigos.

Encoge sus hombros y prácticamente me obliga a caminar con él.

—Ahora será una perfecta pijama con mis chicas.

Soplo un poco más antes de dar un sorbo al café casi con cautela puesto que tengo miedo de quemarme. Trago aliviada cuando noto que ya está un poco tibia y no quema como al principio. Aún así  el pequeño ardor –provocado por la quemazón del hace un rato – no se va, pero es un ardor aceptable.

—¿Tus chicas?

—Emma y tú —dice y nos detenemos antes de ingresar a las oficinas.

Yo salí por un café, por que enserio lo necesita y Carter...creo que solo fue para fastidiarme un poco.

—¿Que te hace pensar que llevaré a Emma a nuestra pijamada?

—¿Que les compraré chocolates y comida chatarra? —prueba.

Entrecierro mis ojos con sospecha.

—No vas a chantajearme con chocolate y comida chatarra —lo señalo apartándome de su cálido abrazo —. Intenta algo mejor.

—Veremos películas Disney —intenta una vez más. Bufo.

—Otra vez.

Pasa un dedo por su barbilla que contiene escasa barba que parece estar creciendo luego de haber sido afeitada días atrás.

Nuestra Hija © [Christopher Vélez] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora