31. Arriesgarse

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Capítulo treinta y uno:  Arriesgarse

Abigail

Nunca he sido una persona muy buena en eso de los primeros saludos, tampoco sé como hacer una presentación digna y que no nos lleve luego a una situación de silencio y miradas incómodas.

Esta no es la excepción.

Observo a Nieves y luego al chico frente a mi que se presentó como Matteo, hijo de la nana de mi hermano quien también se está removiendo incómodo en la puerta de la cocina.

—Y, entonces... —observo ahora a Emma quien come muy entusiasmada unas fresas que Nicolás le dio apenas llegamos, hace unos quince minutos tal vez, está sentada en una de las sillas altas de la cocina y yo me encuentro a su lado asegurándome de que no se vaya a caer o algo parecido.

—¿Te quedarás a almorzar, Abby? —Nieves rompe el incómodo silencio.

Niego levemente con la cabeza cada la invitación de Chris a almorzar que me hizo ayer cuando nos vimos en la oficina.

—Oh, no, Nieves —le ofrezco una pequeña sonrisa de disculpas —. Quedé con alguien, solo pasé a saludar pero ya casi tengo que irme —observo el reloj en mi muñeca, sí, definitivamente en unos treinta minutos tengo que estar en el restaurante en donde quedamos.

—No te preocupes —me mira amablemente —. Iré a traer algunas cosas del supermercado —observa a su hijo, qué, al parecer adelanto su vuelo —. ¿Me acompañas Matt?

Él asiente antes de dedicarme una pequeña sonrisa que le devuelvo de inmediato y observo como ambos desaparecen por la puerta de la cocina.

—Es un buen chico —me encojo de hombros y tomo una de las fresas de Emma.

—¿No que venía en dos semanas? —cuestiono confundida.

—Adelantó su vuelo por que extrañaba a nana —se acerca —. Así que...¿con quien vas a almorzar que vas a plantarme?

Rio —. No voy a plantarte, te dije desde antes que no podía quedarme a almorzar.

—¿Vas a almorzar con...? —me insta a hablar, pero sólo guardo silencio porque...

¿Sería correcto decirle a Nick que almorzaré con el chico que me dejó embarazada hace años y que ahora quiere "recuperar" el tiempo perdido, palabras suyas no mías,  y con el cual también he compartido unos cuantos –muchos – besos calientes y subidos de tono?

Vale, creo que mejor me reservo mi respuesta verdadera hasta que todo sea más formal, por que la verdad aún tengo mis reservas sobre el tema de yo volviendo con él.

—Un amigo —le resto importancia y tomo otra fresa que hace que Emma se queje por mi robo hacia sus frutas, me rio divertida y tomo otra ofreciéndosela a Nick que la toma divertido.

—¡Mami! —rio un poco más y dejo un beso antes de volver mi atención a mi hermano.

—¿Que pasa con la chica? —subo y bajo mis cejas con picardía pero a la vez con diversión.

Camila y Nicolás tuvieron algo alguna vez, sin embargo y según sus propias palabras no funcionó por lo cual lo dejaron hace un tiempo ya.  

Nick es un hombre de veintiséis años al cual no le gustan mucho las relaciones de una noche...o más bien dicho los "rapiditos" para nada, él es de relaciones largas y duraderas. En toda mi vida solo le he conocido tres novias y dos ligues que, la verdad fueron un desastre según lo que me dijo, por que bueno, él no sabe actuar mucho con eso de una noche, es fiel ferviente de que en algún momento conocerá a la correcta.

Nuestra Hija © [Christopher Vélez] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora