20. Promesa

4.7K 186 9
                                    

Capítulo veinte: Promesa

Abigail

****

—¿Estás segura? —observo a Camila con una pequeña mueca.

Ella me arrebata la mochila y la deja sobre su cama, camina sobre sus pasos hacia su armario y me tiende una pijama puesto que con el apuro no logré meter una en mi mochila.

—Muy segura.

Observo la blusa de tirantes verde junto a un short negro flojo. Suspiro, camino hacia ella y tomo lo que me ofrece con cautela.

Aún no sé si sus padres están de acuerdo con esto, Camila sólo les hizo creer que era una de las tantas pijamadas que hacemos cada mes o semana. Por eso estoy tan a la defensiva ahora, por que lo admito, lo estoy. No quiero que los padres de Camie se enteren de la verdad y llamen a mis padres, por que estoy segura que aunque ellos ya lo saben armarían tremenda bronca por esto.

Por que al parecer ya no soy su hija.

El dolor en el pecho es casi insoportable, tengo tantas ganas de llorar, de soltar todo esto que llevo reteniendo desde ayer que salí de mi casa, desde que descubrí que Christopher está evitándome o solo no quiere hablar conmigo.

—¿Abby?

Sacudo disimuladamente mi cabeza prestándole mi atención nuevamente.

—¿Si?

—Te notas triste —bajo la mirada —. Mira sé que esto que estás pasando es horrible pero tienes que seguir adelan...

—¿Con un bebé? —murmuro.

—Con un bebé —afirma, cierro mis ojos —. Si quieres yo...

—¿Tus padres saben...esto? —pregunto interrumpiendo lo que sea que iba a decir.

—No —muerdo mi labio inferior —. Y si no quieres no voy a decirles, Abby. Estoy segura de que ellos no tendrán problema con que te quedes unos días, puedo decirles que discutiste con tus padres, así cuando vuelvas a casa no hab...

—Ya no vivo con mis padres —informo con voz ronca y quebrada. Camila se queda en silencio —. Me echaron de casa porque me negué a...

Me detengo no siendo capaz de decirlo.

Puedo sentir la presencia Camila más cerca de mi. Aún así no me atrevo a abrir los ojos.

—¿A qué, Abby?

Guardo silencio, siento mis ojos llenarse de lágrimas y mis manos temblar levemente.

—¿Abby? —suena preocupada.

—Por que me negué a...me negué a abortar, Camie —escucho el jadeo de horror que se le escapa y ya sin poder retenerlo más comienzo a sollozar y dejar ir todo esto que está agobiándome —. No tengo donde ir, no tengo más que mis ahorros que tal vez me sirvan para comida y vitaminas pero... —sorbo mi nariz —sé que tarde o temprano acabarán y...

Sollozo con fuerza y doblo mi cuerpo sosteniendo mis manos de mis rosdillas.

Siento los brazos de mi mejor amiga rodearme para abrazarme con fuerza y obligarme a incorporarme poco a poco.

—Tranquila, aquí estoy para ti, Abby, me tienes a mi.

Lloro contra su hombro, mientras siento sus caricias en mi cabello.

Nuestra Hija © [Christopher Vélez] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora