Capítulo 26.

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Al siguiente día, el plan que tenía en mente para llamar la atención de Tzuyu era besar a alguna chica delante de ella, y así hacer que se sienta celosa. Así que, me cambié y me dirigí al comedor, hice la fila para tomar mi comida y luego sentarme en la mesa.

Mientras comía, busqué mi víctima, de uj momento a otro me hundí en mis pensamientos. Hasta que sentí un ligero toque en mi hombro. Volteé y vi que era Eunha, le sonreí.

–!Eh! ¡Eunha! ¿Qué pasa?

–Nada, sólo que te veo algo ida. Me preocupé. ¿Todo bien?

–Gracias por preocuparte, no lo necesitaba. Pero sí, todo bien. Sólo pensaba algunas cosas.

Ella me miró con algo de tristeza, supongo que por la rudeza de mis palabras, asintió y se fue. Por un momento pensé en dónde estaban las chicas, no las vi cuando desperté ni las veo aquí en el comedor.

Por otra parte: ya había encontrado a mi víctima, no la conocía, pero, me pareció linda. Me pare de la mesa y me acerqué a ella. Llamé su atención tocándole el hombro.

–¡Hola! Mi nombre es Sana, tal vez me conozcas por los escándalos o tal vez no. ¿Cómo estás? Me gustaría conocerte. –Sonreí.

–Hola Sana, un gusto conocerte. Sí, ya había escuchado hablar de ti. Mi nombre es Yuna. Muy bien, ¿y tú?. ¡Y claro! Sería un placer.

–Bien, iré directo al grano. –Ubiqué en donde estaba sentada Tzuyu y sonreí. Estaba bastante cerca. –Mis compañeras me retaron a besarte, porque les dije que llamabas mi atención y bueno... –Actúe con timidez. Y ella ni siquiera se dio cuenta de que mentía, ni de que mis amigas ni estaban.

Las demás chicas de su mesa estaban en lo suyo, lo cual me pareció perfecto. No me agrada la gente metiche.

Ella se sonrojó, me causó ternura.

–Mmh, una chica sexy y linda me está pidiendo un beso... ¿Acaso es un sueño? Con gusto te lo doy.

Ella se acercó a mí, pero antes de besarla acerqué mi mano a la mesa, las demás estaban tan metidas en lo suyo que ni se fijaron, e hice caer al suelo un plato, no de vidrio, claro.

Todas se sobresaltaron, incluso ella. Pero, en ese mismo instante la tomé de las mejillas y la besé. Ella me correspondió de enseguida, duramos unos segundos más besándonos. Admitiré que besa bien. Fue corto por intenso. Cuando me separé, noté el pequeño hilo de saliva que quedó. Eso me pareció excitante. Y ella estaba sonrojada, toda una ternura.

–Gracias, nena. –Sonreí.

Miré a Tzuyu, ella estaba mirándome, ella sólo negó con su cabeza. Me encaminé hacia mi mesa, pero esta vez pasando por su lado. No pude seguir porque ella me tomó del brazo y de inmediato me susurró al oído.

–Si quieres darme celos, inténtalo mejor para la próxima. –Me soltó, y me empujó levemente para luego guiñarme.

Yo sólo bufé, y me fui de ahí. Fui en busca de Nayeon, la necesitaba. La encontré en el pasillo, besando a una chica. Típico de Im Nayeon.

–¡Oye tú! –Ella paró de besar a aquella chica y me miró. –¿Sí? –Utilizó un tono algo duro. –Debemos de hablar.

Ella me miró mal, pero igual dejó a la chica y vino. Un punto para Sana y 0 para la rata ¡Yay!. Luego nos encaminamos hacia la habitación.

–¿Y bien? ¿Qué pasa? ¿Es sobre tu novia?

La fulminé con la mirada.

–¿Qué? Tzuyu no es mi novia. Por Dios. Pero, sí, tiene que ver con ella.

Ella rió y me dio palmadas en la espalda.

–Ay Sana.

–¡Maldita sea Nayeon! ¿Te vas a burlar o me vas a escuchar? –Ella sólo rió aún más.

–Ay ya, está bien. Te enojas de nada, ardilla.

Llegamos a la habitación y entramos. Nos sentamos en la cama.

–¿Y bien?

–Traté de darle celos a Tzuyu en el comedor pero no funcionó. ¡La estúpida me dijo que lo intentara mejor para la próxima!

–¿Y para qué quieres darle celos? ¿No se supone que no te interesaba?  –Sonrió sarcásticamente.

–Mmh, no responderé a eso. Pero, ¡ese no es el punto!. Es que no sé qué mierda me pasa, siento que la necesito conmigo, me da celos verla con otras chicas, mi corazón palpita rápido cuando la veo, y siento que sólo quiero tenerla conmigo, que me abrace, que se quede a mi lado.

–Mira Sana, te voy a explicar qué es lo que te pasa. Tú, queridita serpiente. –La miré mal. –Estás enamorada de Tzuyu.

Me exalté.

– ¡¿Y-Yo?! ¡Jamás me enamoraría de alguien, y menos de esa mocosa!

–Tienes miedo, tienes miedo a salir dañada, lo sabes. Habla contigo misma y aclara tus sentimientos antes de que sea demasiado tarde. Ella no estará esperando por ti toda una vida, Sana. Sabes perfectamente que si estás enamorada, pero te niegas a aceptarlo. Cuando tú por fin abras los ojos, ella ya estará con alguien más. Y todo por tú ser una cobarde. –Dijo. –Y recuerda que aquella chica, como tú la llamas: "mocosa". Te tiene cómo una estúpida, babeando por ella.

Realmente no tenía idea de qué responder. Porque ella tenía la razón. Demasiada, diría yo. Pero, no, aún así. Sigo negándome a aceptar que estoy "enamorada" de ella.

–Bien, no digas nada. Tu silencio ya fue más que suficiente. Fue una respuesta. –Me miró seriamente. –Yo te recomiendo una cosa: Habla con Dahyun, una de las mejores amigas de Tzuyu y una de las más cercanas a ella. Pregúntale, dile cómo te sientes, ella te escuchará y sabrá qué decir o hacer, ya que ella tiene el control sobre Tzuyu, en mi caso, yo lo tengo sobre ti. Pero, te digo, ella te dirá cosas que realmente espero que te abran los ojos, porque si no lo he hecho yo aún es porque alguien más debe hacerlo. Siento que es ella.

Sus palabras me pusieron a pensar. Suspiré, y la miré preocupada. Ella tomó mi mano y la acarició.

–¿Qué esperas? Ve y busca a Dahyun ahora. No pierdas tiempo.

Salí de la habitación y fui en busca de Dahyun. Supuse que estaba en su habitación, ya que la hora del desayuno había terminado.

Toqué a su puerta y abrió una chica, que yo no conocía.

–Hola, ¿se encuentra Dahyun?

Momo respondió de inmediato.

–Sí, ¿qué necesitas de mi novia? –Se paró al lado de la chica.

–¡Oh! ¡Sana! Discúlpame. No reconocí tu voz. Pasa.

La chica y Momo se movieron a un lado. Yo les sonreí y me senté en la cama.

–Dahyun, está en el baño, viene de inmediato.

En ese momento Dahyun salió, me miró extrañada, ya que no suelo hablar mucho con ellas.

–Dahyun, necesito tu ayuda. –Ella tomó asiento a mi lado. –Claro, ¿qué pasa? –respondió. –Es sobre Tzuyu, sé que eres una de sus mejores amigas y una de sus personas más cercanas y bueno, yo tengo un pequeño problema. Y no sé cómo lidiar con él.

–Adelante, dime.

–Yo creo que estoy enamorada de Tzuyu...


╚» El internado «╝(Satzu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora