╚» El internado «╝(Satzu)

Capítulo 28.

Pasó tiempo desde aquella conversación con Tzuyu. No hemos llegado a nada, ella aún sigue con su comportamiento frío hacía mi. No me puedo quejar, lo tengo bien merecido, pero duele.

Hace poco me enteré de que había terminado con su novia, no sé la razón, pero obviamente me alegró saber aquello. También tengo preparado hacerle una sorpresa: He decidido cantarle dos canciones en frente de todas las chicas, en el escenario que se encontraba en el comedor. Confesarle todo mi amor, y pedir disculpas públicamente. Espero que me acepte, y si no, pues aún seguiría luchando.

Hablé con Sunmi sobre eso. Ella dijo que me lo había ganado, ya que mi comportamiento había mejorado bastante y que estaba sorprendida por eso. Cuando ella lo mencionó, yo sólo pude responder: "Lo que hace el amor". Ella sonrió dulcemente al escuchar eso. Dijo que me ayudaría en todo lo que fuera posible.

[...]

Me encontraba de camino a la habitación de mi novia Mina, hace un pequeño tiempo que no la veo, pero aún así la extraño. Al llegar, toqué y sus amigas me dijeron que ella no estaba. Pregunté en dónde estaba, ellas no supieron responder.

Me preocupé un poco pero decidí no darle tanta importancia. Me encaminé hacía otro lugar, para ir más tarde de nuevo hacía su dormitorio, y espero que ella si esté ahí.

[...]

Me imagino que Chaeyoung está buscándome ahora mismo, perdón cariño. Me encontraba con Nayeon. Ella me invitó a su habitación, no sé para qué. Pero fui con ella, confío en ella.

–Y bien, ¿para qué me trajiste aquí, Nayeon? –La miré, expectante a lo que iba decir.

–Bien Mina, iré al grano. ¿Ya te diste cuenta de que Chaeyoung sólo es una niña, y que la verdadera que puede hacerte sentir placer y darte todo soy yo y no ella? Dime. –Me quedé en shock.

–N-nayeon, ¿qué dices? Te he visto con JeongYeon, se supone que estaban saliendo. ¿Por qué le haces esto? Ella no se lo merece. Ella es tan buena. –Ella sonrió sin mostrar los dientes. –Sí, sí. Lo sé. Pero, en mi corazón siempre haz estado tú, y lo sabes. Y yo me vayas a decir que lo que sentías por mí ya se fue, ambas sabemos que no es así. –No supe que responder porque en verdad ella tenía razón.

–Mira Nayeon, ahora mismo estoy con Chaeyoung. No puedo hacerle esto, ella es muy buena conmigo, lo siento. –Ignoré todo sentimiento que tenía hacia Nayeon, y le di prioridad a Chaeyoung. –Como digas Mina, ambas sabemos que al final acabarás conmigo. ¿O me vas a decir que no te gustaría probar mis labios?

Me puse nerviosa, ya que ella se comenzó a acercar bastante. Estábamos demasiado cerca. Y justo cuando me iba a besar abrieron la puerta, me exalté, y vi que era Sana.

–Eh, eh. ¿Pero qué está pasando aquí? –Nos miró. –Nayeon, déjala en paz. Ella está con Chaeyoung, y lo sabes maldita coneja.

Me alejé de Nayeon. Ella es tan tentadora.

–Ehm, nada. Yo ya me iba.

Salí demasiado avergonzada de ahí. Me dirigí a mi habitación para tomar un descanso.

[...]

–Maldita sea Sana, siempre interrumpes todo. –Me regañó.

Reí fuertemente.

–Perdona cariño, que no soy bruja para saber que estabas a punto de follártela. En fin, cambiando de tema. Todo va perfecto con lo que le haré a Tzuyu.

–Ah, ¿sí? ¿Ya le dijiste a Sunmi? ¿Qué dijo?

–Aceptó de inmediato, le dio ternura. También dijo que me lo merecía ya que mi comportamiento había cambiado bastante con el tiempo. –Sonreí.

–Ay niña, me das ganas de vomitar. El amor te tiene loca. –Actuó como si estuviera vomitando y reí.

–Tú no puedes decir nada, que no se te olvide que Mina te trae loquita.

En ese mismo instante la ayudante de Sunmi abrió la puerta.

–Sana, necesito que vengas conmigo, es muy importante. Y Nayeon, ven tú también, ella lo necesitará.

La secretaria me miró algo ¿triste? No entendía nada.

–Lo siento mucho Sana.