╚» El internado «╝(Satzu)

Capítulo 31 (Final).

Capítulo dedicado a: __SavageSana- <3

Después de aquella cita, y varias más, todo iba de maravilla. Sana y Tzuyu no se despegaban una de la otra, Sana ya le había demostrado que sí había cambiado, y no solo con palabras, sino también con acciones. Tzuyu estaba más que orgullosa.

Todas en el internado estaban sorprendidas por el cambio de Sana. El amor realmente hace cosas grandes, el amor te hace florecer, el amor te hace cambiar. Pará bien o para mal. Aunque digo, si el amor no te hace bien, entonces no es amor.

Por otro lado, Jeongyeon y Nayeon habían comenzado un hermoso, y tal vez no muy duradero noviazgo. Mina se enteró, lo cual le causó celos. Pero decidió olvidarse de ello ya que estaba con Chaeyoung, y no quería dañar la relación. Pero cada vez que las veía estar cerca, no podía evitar mirarlas de mala manera, y Nayeon no era tonta, así que se fijó en la mirada que recibía de Mina.

Semanas después, decidió encararla en el baño del internado.

Era la hora de almuerzo, pero Nayeon no había ido, sólo espiaba a Mina, no despegaba el ojo de ella. En un momento notó que la menor salía de la sala, así que decidió seguirla. Vió cómo entraba al baño, así que silenciosamente también entró, y cerró la puerta con seguro. Nayeon accidentalmente cerró la puerta demasiado fuerte, provocando ruido.

–Eh, ¿quién está ahí? –Preguntó Mina, algo exaltada por aquél extraño sonido.

Nayeon no abrió la boca, no emitió ningún sonido. Sólo esperó a que Mina saliera del cubículo.

Cuando Mina salió se quedó mirando a Nayeon de forma confusa.

–Así que fuiste tú la del sonido, mm. ¿Qué haces aquí, Nayeon? –Se dirigió al lavadero, y comenzó a lavar sus manos mientras miraba a Nayeon.

–He venido a arreglar algunas cosas contigo, Mina.

–Tú y yo no tenemos nada que hablar o arreglar, Nayeon. Déjame en paz. –Cerró la llave, y la miró.

–Ah, ¿si? –Se acercó a Mina. –Las miradas que me das, llenas de odio, cuando estoy con Jeongyeon, me dicen lo contrario. ¿Acaso le molesta que tenga novia, señorita Myoui?

Mina retrocedía, pero con cada paso se acercaba más a que su espalda chocara contra la pared. Y Nayeon aprovechó. Puso sus brazos alrededor del cuello de Mina, impiendo que escape.

–No, para eso tengo a Chaeyoung. –Escupió. Y Nayeon río.

–Ay, Mina. Ambas sabemos lo que sientes por mí. ¿Porque no lo aceptas de una buena vez? Sabes bien que cada que me acerco a ti, te derrites. Tan sólo mírate. –Mina gruñó. Sabía que lo Nayeon decía era verdad.

Nayeon sonrió. Posó su mano derecha en la mejilla de Mina y se fue acercando a ella, posando sus labios sobre la contraria. Inmediatamente la menor correspondió al beso, sintiendo miles de cosas a la vez.

No fue un beso apasionado, no. Fue un beso lindo, tierno, y dulce. Como el primer beso de dos niños pequeños. Cuando el beso finalizó, Mina soltó un pequeño jadeo.

Mina fue la primera en hablar.

–Esto está mal, Nayeon. Ambas estamos en una relación. No quiero que Chaeyoung sufra.

Nayeon posó su cabeza en la de Mina.

–Lo sé, pero si ambas lo deseamos y queremos tanto. ¿Por que lo hacemos tan difícil? Mierda. Me gustas Mina. Me gustas. Al fin lo acepté.