Capítulo 22.

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Las chicas del otro internado ya habían llegado. Ni siquiera había que mencionar la emoción que tienen todas. Claro, a excepción de las nuevas, cómo Sana.

–Oye Nayeon. –Tocó su hombro, y la antes mencionada dio vuelta para poder ver a la dueña del llamado.

–¿Sí?

–¿Porqué están tan emocionadas de que vengan de visita otras chicas? Ósea, sé que de seguro tienen amigas allá y toda esa mierda pero no veo la razón.
–Nayeon rió.

–Por esa misma razón. No cada año vienen chicas de otro internado de visita. Hace tiempo que no visitaban, incluso yo extraño a alguien.

Sana entendió y decidió permanecer callada.

Mientras tanto, las chicas del otro internado ya estaban saludando y compartiendo con las demás. Sana y Nayeon veían todo desde arriba. En un momento Sana siente un peso sobre su hombro, por lo cual se sobresaltó pero se tranquilizó de inmediato al ver que era Tzuyu.

La recibió con un beso en la mejilla y un abrazo. Volvió a su posición anterior y sintió cómo Tzuyu la abrazaba por la espalda y sonrió. La tenía a sus pies.

                               [...]

Ya era la hora del espectáculo, todas tomaron asiento mientras veían cómo subían a la tarima algunas, eran demasiadas igual para poder estar en el evento todas. Comenzó a sonar la canción Jingle Bell Rock y las chicas comenzaron a bailar.

En varios momentos las chicas gritaban emocionadas por la coreografía, que era un tanto sexual. Y por otro lado Sana yacía sentada al lado de Tzuyu y las demás chicas de su habitación. Buscó con su mirada por todo el lugar a Jihyo y cuando la encontró notó que ésta le miraba igual, y sonrió para luego guiñarle el ojo.

–Hey Tzuyu. Vengo en un momento. –La miró.

–¿A dónde vas preciosa? –Sana sonrió por el apodo y luego se paró. –Al baño, regreso en un momento. Tzuyu la miró preocupada y Sana le dio un beso en los labios para que se tranquilizara y que su plan pudiera salir a la perfección. Porque luego de follar con Jihyo iría en busca del director.

Caminó hacia la salida del comedor y notó cómo Jihyo la seguía detrás. Subian las escaleras, pero, no se hizo de esperar que ni bien habían llegado a arriba y Jihyo ya tenía estampada a Sana contra la pared mientras le comía el cuello. Sana gemía, no tan sonoramente.

–Ah, Jihyo. Espera, subamos a la habitación primero. –Jihyo paró y le robó un beso.

–Vamos a mi habitación. –Sana asintió.

Jihyo cargó a Sana y subió las escaleras mientras la besaba, casi se cae, lo que provocó risas entre ambas pero siguieron. Antes de entrar a la habitación Jihyo le apretó una nalga a Sana.

–Demonios. Extrañaba tanto besar aquellos labios. Y extraño tanto besar los de abajo. –Sana rió levemente.

–Cómeme, fóllame, hazme tuya.

–Sus deseos son órdenes señorita Minatozaki.

Jihyo rápidamente volvió a besar apasionadamente a Sana. Mientras la besaba caminó hacia la cama con ella y la tiró. Se posó encima de Sana y comenzó a comer su cuello. El punto débil de Sana era su cuello por lo cual ya estaba empezando a gemir, de nuevo. Sana posó sus manos en la cabellera de Jihyo, Jihyo mientras aún comía su cuello comenzó a acariciar los pechos de Sana, y de inmediato comenzó a trazar circulos en sus pezones. Sintiendo cómo se endurecian bajo su toque.

Dejó de besar su cuello para quitar su uniforme, y de paso todo lo que estorbara su camino. Comenzó a repartir lengüetazos alrededor de su pezón derecho mientras con la mano acariciaba el seno izquierdo. Lo que Jihyo no sabía es que Sana tenía una pequeña sorpresa. Sana gemía y gemía.

–Ah, Jihyo~, más por favor.

Dejó de lamer para comenzar a masturbar a Sana, y cuando ya estuvo más mojada - sí es que era posible - reemplazó sus dedos por su lengua. Y en ese instante Sana ya era un desastre de gemidos.

–M-mami~, sabes mover demasiado bien e-esa lengua. Ahhh~.

Jihyo insertó dos dedos mientras aún movía su lengua alrededor del clítoris de Sana. Era un vaivén. Podía sentir los músculos de Sana contraerse contra sus dedos. Sí que lo estaba disfrutando. Sana estaba a punto de llegar, Jihyo podía sentirlo.

–¡Más rápido! ¡Ah!

Jihyo aceleró el movimiento de sus dedos, y Sana llego al extremo del placer. Y se corrió, gimiendo el nombre de su mami.

–Estás más dulce. –Dijo Jihyo para luego lamer sus labios. –Podría quedarme horas lamiendo ese dulce coño y no me cansaría.

Sana la miró mientras trataba de recuperarse de su anterior orgasmo. Una vez que se recuperó habló.

–Bueno cariño. Gracias por el halago, pero, ahora es mi turno.

Jihyo río a carcajadas y luego se calmó porque se estaba ahogando con su propia saliva.

–Sana, ¿estás hablando en serio?. Pero si eres súper pasi-. –Sana no la dejó terminar y la tomó por el cuello para besarla ferozmente. Jihyo correspondió gustosamente y de inmediato. Sana se sentó encima de Jihyo y Jihyo trató de meter sus dedos de nuevo, pero Sana no se lo permitió. Le quitó el uniforme y ropa interior a Jihyo de igual manera.

–No seré la única desnuda aquí. –Guiñó el ojo.

La acostó y rápidamente comenzó a devorar sus pechos, Jihyo gimió. Y a Sana le pareció arte escuchar aquél sonido. Comenzó a masturbarla mientras aún devoraba sus pechos pero ese no era el caso. Dejó de comer los pechos de la menor y se puso entre sus piernas. Tomó su pierna derecha y la puso contra encima de su hombro.

–¿Qué es lo que harás Sa..? ¡OH!

Gimió de inmediato cuando Sana puso sus centros juntos y comenzó a mover sus caderas. Jihyo no pudo resistir el mover sus caderas ella también. Sana tenía una mano en el pecho de Jihyo y otra en su pierna.

–Mierda Sana~ Ah~ Ah~

Sana comenzó a mover sus caderas más rápido, podía sentir su orgasmo cerca por lo cual lo avisó.

–M-me corro Jihyo, me corro. ¡Awh!

–Y-yo también me corro, Aw!

Llegaron al orgasmo al mismo tiempo. Pero, aunque Sana estaba exhausta no iba a perder la oportunidad de saborear los fluidos de Jihyo por lo cual bajó su cabeza hacia el centro de la menor y comenzó a chupar todos sus fluidos. Jihyo, debido al reciente orgasmo estaba sensible aún. Por lo cual en un par de minutos tuvo su segundo orgasmo de la noche...

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╚» El internado «╝(Satzu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora