Capítulo 3

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Carla.

Había visto a este chico tres veces ya en menos de una maldita hora y ¿el primer contacto que tenía con él era este?.

No sé por qué me sorprendía tanto mi actitud si siempre que veía a algún chico que me resultase atractivo simplemente pasaba de él.
Solo eran eso, una cara bonita.
No tienen nada nuevo que aportar aparte del sexo y solo buscan chicas perfectas preparadas para salir en una revista de Victoria Secret.
La verdad, no entiendo que ha cambiado ahora porque encaja perfectamente con el perfil de tío en el que nunca me fijaría.
Que irónico.

- Tía, nos ha hablado, de cerca es más guapo-. comenta Celia súper emocionada.
- Te ha hablado a ti, y te ha preguntado dónde está el baño, no si te quieres casar con él.-
- Que te jodan.-

Me rio e intento abrazarla a modo de cachondeo, pero finge que está enfadada y entra en clase.
Mira que era exagerada.

Cuando giro la cabeza de nuevo, ahí esta, sonriéndome como si no supiera que no había ido al baño de verdad.
Lo miro con el ceño fruncido mientras se acerca a mí, deseando que pase de largo.

- Qué rápido has ido al baño ¿no?.-

Sé que debería ser un poco más amable con él, sobre todo porque no lo conozco, pero me es inevitable notar lo prepotente que parece.

- ¿Sabes dónde se da física?.- me pregunta ignorando mi comentario.
- Yo no estoy en ciencias, pregúntale a alguien de esa clase.- le suelto  apuntando con el dedo a la clase de al lado.
- Vaya, yo que pensaba que había caído con alguien normal.-

Sus intentos por hacerme sonreír son patéticos.

- ¿Por qué pones esa cara?.- me vuelve a preguntar como si estuviese a punto de reír.
- ¿Qué cara?.-
- Parece que me quieres matar o algo.-

Pues si no quitaba esa cara probablemente es lo que haría.

Suspiro y me doy la vuelta para irme, definitivamente iba bien jodida si me acercaba a él.

- ¿Me acompañas?.-

Pongo los ojos en blanco y asiento, empiezo a andar y noto como se va quedando atrás, no entiendo el porqué hasta que giro la cabeza.
Ni siquiera lo ha intentado disimular, ¿se creía enserio que no me daría cuenta de que me estaba mirando el culo?.

- ¿Te gusta lo que ves o qué?.- añado cruzándome de brazos y girándome del todo hacia él.

Una sonrisa se le dibuja en los labios y sin contestarme de nuevo paso por mi lado.
Vaya un idiota.

Llegamos a la clase de al lado y llamo a Pedro.

-¿Qué pasa?.- me saluda dándome un guantazo en el hombro.

Pedro era uno de los pocos tíos normales y sensatos que conocía. Pelo corto, rubio, tupé, no muy alto, un chico bastante normal que sabes que es buena persona.

- Es nuevo, dice que no sabe dónde se da física.- explico señalándolo con la cabeza.
- Que yo sepa, le han dado el horario y las clases a las que va , o por lo menos es lo que nos han dicho.-

Miro al nuevo y este me sonríe otra vez.

- Ya, sólo estaba haciendo amigos.-

Y se va. Así sin decir nada.
¿Qué cojones le pasaba a este imbécil?.

- Qué manera más extraña de hacer amigos.- digo más para mi misma.

Pedro me mira con una cara que yo sabía lo que significaba, y se gira para hablar con otra chica.

Estuve la siguiente hora pensando y debatiéndome en si era tonto o le pagaban por serlo y la otra deseando que no se volviera a acercar a mi. Podría parecer una loca egocéntrica por pensar que volvería a hablarme, pero no me había gustado ni un pelo como me se me aceleraba el pulso cuando estaba cerca.
Muy sensata yo, sí.
Sin embargo, había una parte muy profunda de mí a la que le había caído bien.
Pero claro, yo nunca lo reconocería.

Maldito desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora