Capítulo 21

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              Carla.

Mientras el agua me cae por la cara pienso en lo que había escuchado en plena madrugada.
Habían sido ellos, Carlos y Cole, eran sus voces, de eso estaba segura. Intento descifrar lo poco que recuerdo que decían a esas horas, pero apenas puedo ponerle sentido a nada.

Salgo de la ducha, me envuelvo el pelo con una toalla y hago lo mismo con el cuerpo, se me había olvidado traer la ropa que me iba a poner y me daba una pereza enorme volver a ponerme el pijama, así que salgo a mi habitación envuelta únicamente con la toalla.

Cuando le doy al interruptor de la luz pego un grito al encontrarme a Carlos sentado en mi cama y mirándome fijamente. Parecía poseído, tenía la mirada totalmente fijada en mi.

-¿No te han enseñado a llamar a la puerta?-
-He llamado, pero no me contestabas.-
-¿Y por eso te crees con derecho a entrar así sin más?-

Veo como recorre mi cuerpo con la mirada y me estremezco.

-¿Puedes... no sé salir para que pueda cambiarme?-

Asiente y en vez de salir por la puerta, que es lo que me hubiera esperado de una persona normal, pasa por mi lado y se mete en el baño.
Me quedo ahí de pie, pensando en que estaba viviendo en la casa de un psicópata.

-¡Te doy cinco minutos!.- dice gritando desde el otro lado de la puerta.
-¿Qué?.-
-En cinco minutos entraré de nuevo, y me da igual si estás vestida o no, tengo cosas que hablar contigo.-
-¿Estás bien de la cabeza? ¿Qué te pasa hoy?-
-4 minutos...-
-¡Para!-
-3 minutos y 50 segundos...-

Voy corriendo al armario y me pongo lo primero que veo, un jersey negro con unos vaqueros azules.Me quito la toalla del pelo, me lo seco como puedo y me lo dejo caer por encima de los hombros.
Y de repente la puerta del baño se abre y sale tal y como había dicho mi querido compañero de casa.

-¿Qué quieres ahora?- Le suelto con desagrado.
- Hablar.-
- Pues habla.-
- ¿Ayer estuviste todo el día aquí? ¿saliste a algún sitio? ¿mis padres preguntaron algo?¿escuchaste algo anoch...-
- Aver aver aver... relájate, ¿qué has desayunado? ¿necesitas ayuda?-

Me acerco a tocarle la frente a modo de broma. Pero ahora más que nunca estoy muy interesada en saber dónde se habían metido estos dos.
Pone los ojos en blanco, y me coge de la muñeca para apartarme la mano de su frente.
Ese pequeño contacto hace que me ponga nerviosa, pero no me suelto de su agarre.

- Es enserio.-

Parece preocupado.

- Si, estuve toda la tarde aquí, tus padres me preguntaron por Cole, pero dije que no sabía dónde estaba, y no, no escuché nada...¿contento?-

Afloja su agarre y me suelta.

-¿Qué pasa?-
- Nada- Hace un intento de irse, pero yo no lo permito.
- ¡Ah no! ni se te ocurra irte sin contarme nada-.

De un momento a otro había empezado ha hablarle muy naturalmente, incluso ignorando el hecho de que cada vez que lo veía se me ponía una sonrisa de estúpida.¿Dónde estaba la Carla que tenía miedo a pillarse por alguien de hace nada?. De repente, incluso mientras discutíamos, me di cuenta de que me gustaba su presencia, me sentía segura. Mi pensamiento había cambiado mucho desde la primera vez que hablamos, no me salía ser borde con él, y mira que lo intentaba.

Suspira y no dice nada por un momento.
vuelve a darse la vuelta.

- No es nada que deba preocuparte ¿vale?-
- Me da igual, quiero saberlo-
- No seas cotilla-
- Dímelo-
- No, y no insistas más, ahora muévete que vamos a llegar tarde-

Maldito desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora