Capitulo 10

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Carlos.

Cuando la vi llorar de esa manera, el instinto asesino que había dejado atrás hace un tiempo regresó.
No se por qué exactamente, pero deseaba tener delante a ese tal Pablo para enseñarle realmente con quién cojones se había metido.
¿Tenía sentido? No.
Por que el problema es que no se había metido conmigo, si no con ella, y eso hacía que mi rabia aumentase.
Ni siquiera entiendo por qué decidí llevármela.
La había visto ahí, de pie.
Oyendo lo que le decían, pero con la mirada vacía y distante. Estaba pálida, sin una pizca de color en la cara.
No se movió ni un milímetro, ni siquiera cuando Jason se le acercó.
Lo que me extrañó , ya que lo poco que conocía de ella era que tenía carácter, y no se dejaba intimidar por nadie.

Me debatía entre llevármela, o no meterme.
Hasta que oí como lo mandaba a callar.
Sabía que si la dejaba, se iba a meter en un lío y de los gordos.
Así que aparte a Bianca, que me miró extrañada ante el gesto y fui hacia ella.
Una parte de mi me decía que la dejase, que no me metiera en su vida, que ya bastante tenía con la mía. Al fin y al cabo era una desconocida como bien había dicho ella que era yo.
Se suponía que no tenía ningún interés en ella, pero algo me llevaba a querer protegerla en ese momento, y quería descubrir que era.
Así que seguí mi impulso otra vez. Como no.

Ya había tocado la sirena del final del recreo hacia unos cinco minutos , pero aún así me la llevé fuera.
Ande con ella agarrándola de la manga de la sudadera hasta un pequeño parque que estaba detrás del instituto, la solté despacio y de repente su expresión cambió por completo.

Quería que me fuera.
Me había quedado claro, pero no la iba a dejar sola, y menos como estaba.

- ¡Que te largues!-

Me había dicho.
No contesté.
Solo vi como las lágrimas le caían.
Se sentó en el banco que teníamos justo al lado, derrotada.
Encogió las piernas y metió la cabeza entre ellas.

No la consolé, no la toqué, no le hablé.
No hice nada más que sentarme a su lado en silencio.
No tenía ni idea de lo que le había hecho ese
cabrón, pero pensaba enterarme.



No sé cuánto tiempo llevamos así, pero después de lo que me parecen 20 minutos,  levanta la cabeza.
Tiene los ojos rojos y los labios hinchados. Su moño se ha caído hacia un lado, y todavía tiene el resto de una lágrima en la mejilla.
Estaba horrible.
Horriblemente adorable.
Joder, ¿Cómo podía pensar así en un momento como este?.
Mira hacia el frente, con la mirada distante.
Se limpia la cara con la manga y me mira.

- ¿Por qué sigues aquí? Te había dicho que te fueras- dice con desgana.
- y yo te había dicho que no me iba a ir a ningún lado-
Suspira, pero no dice nada.
- ¿Estás bien?-

Sonríe ligeramente, y señala su cara con el dedo.

-¿Te parece que este bien?-

Le devuelvo la sonrisa.

- Yo diría que estás genial...para ir a un funeral-

Suelta una carcajada.

- Lo suponía- y de repente se pone seria.- Me gustaría que esto no saliera de aquí-
- Tranquila, le diré a Jason que cierre la boc...-
- No me refería a eso- dice interrumpiéndome y tomándome por sorpresa.- Al fin y al cabo todo el instituto lo sabe.-
-¿Qué?-
- No le digas a nadie que me he puesto así- señala de nuevo su cara.

¿Era enserio? Casi se mete en un lío con un tío que le saca tres cabezas, y ¿lo único que le preocupaba era esa mierda?

- ¿Por qué? ¿Qué más da?-
- Tu solo no digas nada ¿vale?-

Y dicho esto se levanta, camina hacia el instituto y cuando creía que ya no se giraría se para.
Se da la vuelta, me mira fijamente y lo único que dice es : - Gracias-.
Y se va.

Me quedo allí sentado un buen rato.
Acababa de conocer a esa chica, y ya me había metido en algo que ni va ni me viene.
Seguro que Jason y los demás me pedirán explicaciones cuando me vean.
A esto me refería precisamente cuando dije que no quería involucrarme con ella.
Suspiro.
Debía alejarme si no quería meterme otra vez en problemas.

Maldito desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora